Fundamental sopesar beneficios y riesgos.
Los derechos a la libertad de expresión, la igualdad y la no discriminación, así como la privacidad, son tres de los que corren un mayor riesgo de ser vulnerados por el uso de Inteligencia Artificial (IA), por lo que urge alinear esta conversación al entorno legal y social de México, además de revisar el tema periódicamente para mantenerse en sincronía con el acelerado desarrollo tecnológico.
En el eje de Ética en la Agenda Nacional Mexicana de Inteligencia Artificial, un grupo de investigadores advirtió la importancia de apresurarse a este debate, ante la proliferación en el país del uso de IA en sistemas de decisión en los ámbitos privado y público, y para que esta tecnología se utilice para mejorar la calidad de vida de los mexicanos, respetando y fortaleciendo sus derechos.
“Comprender las limitantes y los efectos producidos por el uso de esta tecnología es fundamental, dado que todo ciudadano mexicano puede ser el objeto de la decisión de un sistema autónomo inteligente, debido a su proliferación en gran parte de las esferas de la vida cotidiana, como en la obtención de préstamos o en el acceso a servicios de salud”, precisaron.
El alcance y la velocidad de propagación de la IA exige una evaluación cuidadosa de los impactos positivos y los daños que pueden ser producto de su implementación. Es urgente que México sopese los beneficios de la automatización, como la eficiencia, la precisión y la personalización contra valores como la justicia, la privacidad y la libertad.
Reconocieron que ya existen esfuerzos enfocados a guiar la evolución de la IA de forma ética, benéfica y responsable. Con la finalidad de controlar el desarrollo de esta tecnología, distintas organizaciones y gobiernos han creado principios éticos y estrategias nacionales de IA, que varían de acuerdo a características sociales, económicas y culturales.
Sin embargo, es de suma importancia que en México la adopción de esa tecnología esté fundamentada en la protección y el respeto a los derechos humanos. Estos principios están enfocados en balancear relaciones de poder, fomentando la igualdad y la protección de los sectores más vulnerables de la sociedad.
Uno de los principales beneficios de utilizar los derechos humanos como elemento central para el desarrollo de IA es que estos establecen claramente las responsabilidades que los gobiernos deben cumplir para proteger estos derechos y proponen mecanismos para prevenir y remediar posibles violaciones.
Consideraron como otra ventaja significativa de adoptar los derechos humanos como base para la creación y la gobernanza de la IA, la aceptación internacional de que gozan estos principios, construidos a través de décadas de colaboración y cooperación.
Los investigadores participantes en la elaboración del texto fueron Claudia May Del Pozo, directora de Resiliencia en C Minds; Sofía Trejo Abad, responsable de Proyectos Educativos y de Divulgación en la Alianza/Consorcio IA del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Asimismo, Rodrigo Ferreira, investigador postdoctoral en Tecnología, Cultura y Sociedad en Rice University; Ana Victoria Martín del Campo Alcocer, filósofa de la Tecnología en C Minds; Ivan Vladimir Meza-Ruiz, investigador asociado en el Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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