En medio de una de las crisis sanitarias más grandes del país y el mundo, con toda la complejidad que implicó llevar a cabo un proceso de migración bajo un clima de confinamiento, Telefónica Movistar no sólo logró cumplir en “tiempo y forma” la devolución del espectro radioeléctrico, sino ampliar su cobertura de red 4G LTE en la mitad del tiempo originalmente planeado.
“Se migró el 1.0 por ciento del espectro faltante (este 29 de junio)… con lo cual se cumplió en tiempo y forma… se cumplió el propósito de hacer las cosas bien, pero sobre todo que ningún usuario, minorista o mayorista de Telefónica, percibiera el proceso de migración, pero sí los beneficios que le trajo”, detalló Ana de Saracho, Directora de Asuntos Públicos y Mayorista de Telefónica Movistar México.
Cada fase de devolución fue notificada al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) con un dictamen de “espectro limpio”, para que tuviera detallado conocimiento de los tiempos y condiciones en que se entregaba este activo.
Entrevistada por ConsumoTIC, la ejecutiva calificó esta decisión como un proceso “super innovador, pues nadie había hecho algo así en México”, se trató de una migración bien planeada, soportada en la tecnología y con una amplia confianza en el equipo técnico que lo implementaría en forma exitosa.
“La decisión no fue fácil pues esto se definió en noviembre de 2019, sin saber lo que se avecinaba meses después (pandemia), con un entorno competitivo difícil, al tener el 70 por ciento de los ingresos concentrados en un solo operador (el Agente Económico Preponderante), lo cual no es un entorno fácil y con un costo elevado del espectro, elementos que a la fecha no han cambiado”.
En medio de todo un escenario complicado, Telefónica Movistar tuvo que realizar diferentes acciones: abrir más de 500 ventanas de trabajo nocturno para configurar red y validar servicios; recorrer más de 120 mil kilómetros para validar coberturas y experiencia, así como garantizar la mejor calidad del servicio a los usuarios.
Hubo necesidad de construir 250 kilómetros de fibra óptica, sólo para conectar la red de Telefónica con la red de acceso de AT&T México; desplegar el trabajo de 120 ingenieros para todo el trabajo de configuración de red y validaciones; sin embargo, estos esfuerzos llevaron a la empresa a tener grandes avances.
Al cierre de 2019 se tenían sólo 38 mercados -muy urbanos la mayoría- (que representaba el 53 por ciento de cobertura poblacional) con 4G LTE, la red 3G todavía era bastante robusta; actualmente se tienen 227 mercados con un 83 por ciento de cobertura poblacional.
En materia de carreteras se tuvo una ampliación relevante, pues se logró pasar de 2 mil 713 kilómetros de vías carreteras cubiertas, a 10 mil 501 kilómetros; es decir, se multiplicó por 3.7 veces, lo cual en número de rutas es importante, pues representa un avance de 140 a 347 carreteras cubiertas.
De Saracho destacó que al optimizar costos de operación, y dejar de recurrir a modelos de inversión para crear redes subutilizadas, Telefónica logró a través de convenios llegar a más de 300 mil localidades con beneficio para 390 mil habitantes que no estaban conectados, entre otros logros.
“Estos esfuerzos habrían implicado un tamaño de inversión sustancial, pero en tiempo se logró avanzar mucho, pues estos trabajos, bajo un entorno distinto, le hubieran llevado a Telefónica por lo menos cinco años de trabajo, sin embargo, se logró realizar en dos años y medio, lo que representó un cambio importante”.
Telefónica logró que un 20 por ciento de cobertura poblacional extra, haya cambiado su servicio de conectividad de una red 3G a una red 4G LTE; la migración aunque fue imperceptible para el usuario, los beneficios de tener una mejor experiencia, mayor velocidad y mayor calidad de servicio son tangibles.
“El resultado fue justo como lo planeamos, hoy viendo el modelo operativo que decidimos, confirmamos que ha sido un ganar-ganar, con beneficio para el país, para la sociedad, incluso para la competencia, pues Telefónica afianzó su permanencia (en México), con la posibilidad de seguir lanzando las ofertas que siempre nos han diferenciado, y sobre todo que las redes de acceso vigentes, sean mucho mejor utilizadas”.
Telefónica Movistar tenía espectro concesionado en tres bandas: la de 850 MHz, la banda de 2.5 GHz, -la primera que se entregó completa sin haber sido utilizada-, además de desprenderse de una parte importante de la banda de 1900 GHz, donde se ubicó como el operador que tenía mayor concesión en esta banda.
De Saracho precisó que los contratos de servicio que ofrece a Altán Redes y los que recibe de esa empresa, quedarán inalterables, los recientes cambios generados por el rescate financiero que recibió la administradora de la Red Compartida, no generarán cambio alguno.
Hacia el futuro Telefónica continuará realizando todo tipo de alianzas que le generen valor agregado a su negocio, teniendo en consideración que la oferta de servicios, no la de infraestructura, es el futuro del negocio. Al mismo tiempo, la firma buscará favorecer y seguir creciendo el negocio de los Operadores Móviles Virtuales (OMV) donde mantiene en su cartera de clientes a ocho de este tipo de empresas, con lo cual buscará desechar la idea de que en el mercado, el operador exitoso “tiene que ser dueño de todos sus fierros”.
“La historia nos está enseñando que en el momento en que se pueda compartir infraestructura, no solo la pasiva, sino también la activa, es como se podrá hacer sostenible este tipo de negocios, sobre todo por ser de capital intensivo; si se quiere seguir proveyendo a los clientes con mejores servicios, la única forma es compartir infraestructura y rentabilizar las inversiones con infraestructura bien optimizada”.
Tras detallar que la empresa con 20 años de operar en México y el ejercicio de 16 mil 500 millones de dólares en inversión, con el modelo al que le apuesta, logra eficiencias de operación y niveles de solvencia mucho más holgados, en lo futuro sólo deberá observar lo establecido en su título de concesión, que conserva como operador.
C$T-EVP