El proceso de implementación y despliegue de redes 5G requerirá en el futuro cercano inversiones importantes para crear soluciones tecnológicas y desarrollar nueva infraestructura, para atender una demanda que crece de manera exponencial, por lo que será oportuno la creación de esquemas novedosos de financiamiento, coincidieron especialistas en telecomunicaciones.
Durante el foro Conecta México, Raúl Romero, director para la región de América del Norte de Nokia estableció que se requiere voluntad de los Estados para propiciar las condiciones que le permitan a las empresas aprovechar esta tecnología; que se generen condiciones de ciberseguridad y que el desarrollo garantice la sostenibilidad.
En su ponencia titulada «Industria 4.0 y el metaverso de la mano de 5G», Romero señaló que no hay marcha atrás en la implementación 5G, debido a que la demanda de intercambio de datos está creciendo de manera exponencial y las redes de quinta generación, permitirán manejar mucha más información que antes, sin descuidar el hecho de que también se empieza a trabajar en redes 6G, que prometen ser al menos 10 veces más veloces.
De hecho, el metaverso ya es una realidad y no se limita a cosas lúdicas, sino que tiene que ver con medicina, educación y otras aplicaciones muy concretas, de manera que las empresas que no se adapten a esta evolución, se quedarán rezagadas.
No obstante, advirtió que los operadores de telecomunicaciones no necesariamente deben hacer toda la inversión, sino que probablemente ésta deba recaer en clusters industriales en lugares específicos para servicios muy concretos.
Ejemplificó que en México, la industria automotriz representa el 26 por ciento del PIB doméstico y requiere inversiones para tecnología que pueden hacerse por clusters, lo mismo que la industria aeroespacial que es cada vez más importante, pues de hecho en México se fabrica el 70 por ciento de los productos que vende la empresa Boing en todo el mundo.
A su vez, Juan Carlos Buitrago, de la empresa JSC Ingenium, en su ponencia titulada «Retos de las telecomunicaciones en medio de la nueva revolución industrial», sostuvo que en el contexto de esta transformación digital profunda, cada vez se requiere una infraestructura mucho más eficiente para dar servicio a todos quienes requieren uso de datos, tanto usuarios individuales como empresas, gobiernos y sectores industriales en su conjunto.
Para dejar claro cuánta información se mueve en el mercado global, señaló que cada minuto se realizan en el mundo 6.1 millones de búsquedas en Google; se suben 69 mil fotos a Instagram; se generan 598 mil Tweets; se presentan 5 mil 700 solicitudes de empleo en Linkedin.
Además, son publicados 167 millones de videos en Tik Tok; 690 mil historias son publicadas en Facebook; 5.7 millones de videos en You Tube; son enviados 148 mil mensajes de Slack; 2 millones de tarjetas deslizadas en Tinder; 2 millones de horas reproducidas en Netflix y 8 millones de e-mails enviados.
Estas cifras aumentarán exponencialmente con 5G, que requiere de manera urgente nuevas inversiones para ampliar la infraestructura, porque estas redes sólo pueden operar con VoLTE, y este último sólo cubre actualmente el 46 por ciento de lo que se requiere, mientras el avance tecnológico continúa, sin perder de vista que mientras se instalan y operan las redes 5G, ya se está trabajando sobre la 6G.
Y en tanto, hay lugares donde no es posible desconectar las redes 4G e incluso 3G porque muchos datos y servicios se verían comprometidos. Es decir, se tienen que seguir operando simultáneamente hasta tres tecnologías, lo cual obligará a un cambio de modelo económico para las empresas de telecomunicaciones y para la industria en general, de manera que resulte factible adaptarse a esta auténtica revolución tecnológica.
El especialista identificó dos retos muy concretos en el futuro de la implementación de las redes 5G: la administración de las tecnologías anteriores, presentes y futuras; y el tema de las inversiones, que obligará a las empresas de telecomunicaciones a buscar nuevos esquemas de financiamiento que permitan hacer frente a los retos del mediano y largo plazos.
La buena noticia, dijo, es que las nuevas tecnologías se van generando a gran velocidad (a razón de 20 o 30 nuevas tecnologías por año) y esto podría ayudar a resolver los desafíos que se plantean.