¿Es verdad que la reserva de espectro para redes privadas tiene un vínculo directo en la potenciación de este tipo de infraestructuras y en los casos de uso verticales? Esta es la interrogante que se despejó con un reciente estudio publicado por la GSMA y en el cual se evidenció cómo este mecanismo, trae más problemas que soluciones.
En entrevista con ConsumoTIC, Lucas Gallitto, director para América Latina de la GSMA, explicó que las “set-asides” o reservas de espectro es un término que se aplica cuando un gobierno toma partes de este recurso armonizado para IMT y lo otorga para uso exclusivo de empresas que lo explotan para soluciones verticales, como por ejemplo una empresa minera para que monte su propia red.
“Hay una hipótesis que dice que si no se hace reserva de espectro para verticales, entonces los casos de negocio no aparecen. Nosotros nos cuestionamos y buscamos ver si esto es así, por lo que hicimos un estudio que reveló que reservar espectro para redes privadas no tiene impacto cuantificable en la adopción de redes privadas”.
Así, el análisis “The Impact of Spectrum Set-Asides on Private and Public Mobile Networks”, evidencia no sólo que los planes de “reserva” reducen la cantidad de espectro disponible para las redes públicas, sino también que pueden reducir las velocidades de descarga de los consumidores en casi 25 por ciento.
“Lo que este estudio muestra es que no existe evidencia de que la reserva de espectro para redes privadas acelere la digitalización de empresas. Nosotros examinamos si la presencia de cualquier cantidad de espectro reservado impacta en el número de lanzamiento de redes privadas después de ajustar por la presencia de otros efectos como el tiempo, el nivel de avance tecnológico de los países, y no hay una correlación”.
Ante la creencia de que reservar espectro específicamente para redes privadas industriales y de Internet de las Cosas (IoT) se impulsarán las economías digitales nacionales, la GSMA encontró además, que no hay un vínculo causal entre el mecanismo “set-asides” y el número de conexiones de Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés).
“El espectro es un bien escaso y finito, es decir, si se pone a disposición de uno, le falta a otro. Si se reserva espectro para verticales, entonces la cantidad de espectro disponible para las redes públicas se ve afectada”, sostiene Lucas Gallito.
Esto es, si se saca de la ecuación el espectro para verticales, que además está demostrado que no tiene un efecto adicional en la potenciación de las redes o de los casos de uso verticales, sí habrá un impacto en el consumidor final que es quien usa las redes móviles públicas.
Desde la perspectiva de Lucas Gallito, si bien la entrega de espectro para redes privadas no se realiza mediante el mecanismo de subasta debido a que se trata de un uso muy puntual, ofrecer este recurso a un costo reducido o incluso sin costo, distorsiona el mercado de soluciones de infraestructura digital.
“Si se fijan precios de manera diferente, según el uso para redes públicas o para redes privadas, impacta en el costo relativo de cada solución. Esto significa que el uso de redes privadas con espectro reservado está efectivamente subsidiado y cuando eso ocurre nos lleva a ineficiencias económicas en todo el proceso”.
Y entonces… ¿cuál es la recomendación?
Desde la perspectiva de Lucas Gallito, ser un “follower” tiene ventajas interesantes para los países que buscan beneficiarse de la observación del escenario que se da en los mercados líderes, pues con base en ello pueden adoptar o no, una política pública que realmente impacte positivamente al mercado y por ende a las personas consumidoras de servicios de telecomunicaciones.
“Por ejemplo, Brasil ha hecho set-asides para verticales y en las últimas intervenciones por parte de los oficiales de gobierno han sido claros en que realmente esa política no ha generado la demanda que ellos creían que se iba dar, entonces creemos que hay cosas por aprender de otros países de la región que han tomado decisiones”.
Es decir, si un estudio como el realizado por los especialistas de GSMA y la experiencia misma en otros mercados muestran que no hace sentido apostar por mecanismos como las reservas de espectro para redes privadas, es claro que se debe actuar con cautela para evitar afectaciones, tanto a la industria como a la población usuaria.
“La industria debería tener la posibilidad de no estar maniatada regulatoriamente para poder ofrecer todos los casos de uso que las verticales necesitan y que además hay que ser cuidadosos en el sentido de cuáles son las condiciones bajo las cuales eventualmente se plantean esos set-asides y después se ponen condiciones diferenciales donde tal vez genera un atractividad para la industria, esa es la recomendación específica para México”.
C$T-GM