La industria turística mundial ha observado una reactivación importante, luego de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19, sin embargo, su recuperación aún es «mixta» y enfrentará riesgos y desafíos importantes este año, no obstante se estima que este año pueda migrar hacia los niveles mínimos que tenía antes de la pandemia, de acuerdo con el estudio más reciente elaborado por el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés).
El informe Travel & Índice de desarrollo turístico 2024 (TTDI por sus siglas en inglés), publicado cada dos años, en colaboración con la Universidad de Surrey, detalló que hasta el momento la recuperación de este importante sector ha sido “mixto”, pues sólo 71 de las 119 economías analizadas lograron aumentar sus puntajes desde 2019, lo que significa que el índice promedio está sólo 0.7 por ciento por encima de los niveles pre-pandémicos.
Un aumento significativo de la demanda en todo el mundo, que coincidió con una mayor disponibilidad de vuelos, una mejor apertura internacional y un mayor interés e inversión en atracciones naturales y culturales, son algunos de los elementos que han contribuido a la recuperación del sector, y aunque destinos turísticos ubicados en Europa, África y América en 2023 tuvieron una fuerte recuperación, esta solo ha sido del 90 por ciento.
El nuevo informe destaca que la lista de economías que ya han logrado reactivar su sector en forma sustancial la encabezan mercados como Estados Unidos, España, Japón, Francia y Australia. Oriente Medio, al registrar las tasas de recuperación más altas en llegadas de turistas internacionales, “20 por ciento por encima del nivel reportado en 2019”, antes de la crisis sanitaria.
“De los 30 países con mejores puntajes en el índice en 2024, un total de 26, son economías de altos ingresos, 19 tienen su sede en Europa, siete en Asia-Pacífico, tres en América y uno (los Emiratos Árabes Unidos) en Medio Oriente y el Norte. Región de África (MENA).
Son las economías de altos ingresos en general las que presentan las condiciones más favorables para el desarrollo de viajes y turismo, pues son estos mercados donde también se pueden observar entornos empresariales propicios, mercados laborales dinámicos, políticas de viajes abiertas, sólida infraestructura de transporte y turismo, así como atracciones naturales, culturales y no recreativas bien desarrolladas.
Los países en desarrollo han experimentado algunas de las mayores mejoras en los últimos años, pero en términos más generales, las economías de ingresos bajos a medianos altos representan más del 70 por ciento de los países que han mejorado sus puntajes desde 2019, (destinos emergentes de viajes y turismo de Indonesia, Brasil y Turquía se han unido a China en el cuartil superior de la clasificación), mientras que MENA y África subsahariana se encuentran entre las regiones que más mejoraron.
La publicación detalla también varios riesgos complejos, que este año podría enfrentar el sector de viajes y turismo, tales como incertidumbres geopolíticas, fluctuaciones económicas, inflación y clima extremo, así como el equilibrar el crecimiento con la sostenibilidad lo cual sigue siendo un problema importante, debido a la alta estacionalidad, el hacinamiento y el probable retorno a los niveles de emisiones anteriores a la pandemia.
En el documento se analizan las preocupaciones persistentes sobre la equidad y la inclusión, pues aunque el sector turístico representa una fuente importante de empleos con salarios relativamente altos, sobre todo en los países en desarrollo, la paridad de género continúa siendo un problema importante para regiones como MENA y el sur de Asia.
“A pesar de estos desafíos, el sector puede desempeñar un papel importante para abordarlos. Para lograr esto, los tomadores de decisiones deben priorizar acciones como aprovechar el turismo para los esfuerzos de conservación de la naturaleza; invertir en fuerzas laborales calificadas, inclusivas y resilientes; gestionar estratégicamente el comportamiento de los visitantes y el desarrollo de infraestructura; fomentar el intercambio cultural entre visitantes y comunidades locales; y utilizar el sector para cerrar la brecha digital, entre otras políticas”.
El informe indica que si los gobiernos logran gestionar estratégicamente, el sector de viajes y turismo –el cual históricamente ha representado el 10 por ciento del PIB y del empleo mundial– esta industria tiene el potencial de emerger como un contribuyente clave al bienestar y la prosperidad de las comunidades de todo el mundo.
Para el director de la Escuela de Gestión Hotelera y Turística de la Universidad de Surrey, es imprescindible «cerrar la brecha entre la capacidad de las diferentes economías para crear un entorno sólido para que prospere su sector de viajes y turismo», se trata de una industria con gran potencial para fomentar la prosperidad y mitigar los riesgos globales, pero sólo podrá aprovecharse mediante un «enfoque estratégico e inclusivo».
C$T-EVP