Si bien es una buena noticia que las previsiones para el mercado móvil mexicano se están cumpliendo en términos de ingresos, adquisición de equipos y mayor consumo, la creciente demanda digital coloca a la industria ante desafíos marcados por una importante disminución en los márgenes de ganancia, lo que exige un trabajo conjunto entre los gobiernos, operadores y fabricantes.
“Tiene que ser un ejercicio conjunto de los operadores, los fabricantes de equipos y los gobiernos, porque la demanda está ahí y la sociedad quiere más, mejor y más asequible”, dijo Ernesto Piedras, director general de la consultora The Competitive Intelligence Unit (The CIU).
Al participar en el panel “Economía 5G/Conectividad: desafíos y oportunidades de la tecnología al 2030”, organizado en el contexto del 9º. Congreso de tecnología y negocios América Digital México 2024, el especialista recordó que a principios de año, se presentaron previsiones positivas sobre el mercado móvil en México que se han cumplido.
Además de que los ingresos del sector son tres veces superiores al crecimiento de la economía en su conjunto, cada trimestre se suma un millón de nuevos usuarios de líneas móviles, de las cuales ya hay 115.8 por ciento respecto a la población del país “y seguimos adquiriendo nuevas líneas”. De hecho, se espera que hacia finales del año haya 149.5 millones.
En su informe sobre los resultados del Sector de Telecomunicaciones al Primer Trimestre de 2024, The CIU detalló que en ese periodo, los ingresos fueron de 149 mil 500 millones de pesos, lo que representó un crecimiento anualizado del 6.8 por ciento.
De hecho, la mayor aportación a este monto la generó el segmento móvil con más de 87 mil millones de pesos, lo que en su comparativo anual representa un incremento de 7.2 por ciento, derivado de la continuada explosión en el consumo de datos móviles, del incesante ritmo de contratación de nuevas líneas y, también, del renovado interés e incentivos por la adquisición de smartphones directamente con los operadores.
Aunado a un mayor ancho de banda y consumo, es interesante observar cómo el ARPU, es decir, el ingreso promedio por usuario se encuentra en alrededor de 150 pesos, luego de que durante mucho tiempo estuviera “estacionado” en los 120 pesos.
Al respecto, la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2023, señala que el año pasado, “el gasto promedio de contratos de prepago de telefonía celular entre las personas usuarias, fue de 155.4 pesos al mes”.
Por otra parte, los hábitos de consumo de las personas han cambiado, pues en México el 82 por ciento de las líneas son de prepago y antes, la persona que usaba esta modalidad estaba muy limitada, “pero hoy navegamos todos”. El gasto promedio también ha crecido, sencillamente porque hay mayor consumo de datos.
Sin embargo, para atender esta demanda, es necesaria una acción conjunta del gobierno, los operadores de telecomunicaciones y los fabricantes de equipos, pues es bien sabido que mientras crece la demanda, disminuyen los márgenes de ganancia de las empresas y por lo tanto, se tiene que encontrar un nuevo modelo que permita la inversión, porque después del “empujón digital” que supuso la pandemia y donde las personas incrementaron sus consumos de datos, ya nadie quiere volver a los niveles previos.
De hecho, el despliegue de cada generación de telecomunicaciones o G, como se le conoce en el sector, en América Latina lleva en promedio 2.5 años más que en los países desarrollados y en el caso de 5G, el retraso fue casi del doble, puesto que se atravesó la pandemia y hoy se enfrentan nuevos retos.
A su vez, Cindy Rayo, directora regional de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicación (ASIET), destacó que efectivamente, el despliegue de esta nueva tecnología no es igual en todos los países de América Latina y el Caribe y las particularidades de estos países atrasan en mayor o menor medida el desarrollo.
Hasta 2023 tan sólo ocho ciudades en la región tenían 5G, mientras que para el 2030, se prevé que 60 por ciento de las conexiones utilizarán esta tecnología y al mismo tiempo se observa “una alta demanda tanto de parte de los consumidores como de las empresas. Hay una demanda cada vez más incipiente en tecnología 5G”.
Sin embargo, no se puede perder de vista que, según un reporte recientemente publicado por la GSMA, mientras el consumo de datos se incrementa y el apetito por la tecnología 5G y las redes privadas son cada vez mayores, “los ingresos de los operadores de telecomunicaciones en la región han disminuido alrededor del 38 por ciento en la década comprendida entre 2012 y 2022”.
Desde luego este escenario implica una repercusión en la capacidad de los operadores de telecomunicaciones para invertir en el despliegue, mientras el mercado les demanda cada vez más capacidad.
“Esto a su vez nos hace reflexionar sobre la importancia de mantener la sostenibilidad del sector para asegurar esos despliegues y reforzar la capacidad de estas redes y la implementación de servicios que cada vez son más necesarias en toda la región”.
C$T-GM