El ejercicio estadístico realizado por el INEGI y el IFT, contribuye a detectar con mayor precisión dónde se encuentran los grupos sociales más vulnerables en materia de conectividad, de tal forma que la aplicación de futuras políticas públicas tenga mayor nivel de eficiencia, para lograr que en el país la conectividad universal sea una realidad.
Samuel Bautista Mora, analista de The Social Intelligence Unit (SIU), destacó que el análisis realizado a la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2023, arrojó que en el país donde la conectividad ha encontrado más obstáculos o las principales barreras detectadas están relacionadas con:
- Habitar en una localidad rural
- Vivir en la zona centro-sur del país
- Ser mayor de 55 años
- Pertenecer a un estrato socioeconómico bajo
- Contar con una escolaridad baja o no contar con una
Datos de la ENDUTIH más reciente muestran que en el periodo 2015-2023, el número de internautas en México creció a una tasa anual promedio de 5.9 por ciento, lo que se tradujo que actualmente existan 97 millones de usuarios de internet, cifra que equivale a 81.2 por ciento del total de usuarios de 6 años o más.
No obstante, Bautista Mora destaca que en el país al menos 19 de cada 100 mexicanos no son usuarios de internet (22.5 millones), lo que se traduce en que la probabilidad de no ser usuario de internet en México “se acerca al 18.8 por ciento”.
¿Cómo es que se observa esta probabilidad a nivel nacional al contextualizarla con características sociodemográficas como el género, la edad, la entidad federativa donde se habita, el grado de estudios, el estrato socioeconómico, entre otras?
En materia de género se ha logrado superar esta barrera pues ahora la probabilidad de no ser usuario de internet para mujeres es de 19 por ciento, mientras que entre los hombres este porcentaje es casi similar, 18.6 por ciento.
Sin embargo, cuando se analiza la probabilidad de no ser usuario de internet desde el punto de vista geográfico, “no ser usuario es mayor cuando se habita una localidad rural que cuando se habita una urbana”, dado que el diferencial entre esta probabilidad equivale a casi 20 puntos porcentuales.
“En cuanto a las entidades federativas, es posible observar que la probabilidad de no ser usuario es muy elevada cuando se habita en Chiapas, a saber 40.1 por ciento. Le siguen los estados de Oaxaca (29.4 por ciento), Veracruz (28.2 por ciento), Guerrero (27.3 por ciento), Puebla (26.1 por ciento), Guanajuato (21.5 por ciento), Tabasco (21.4 por ciento), Morelos (21.3 por ciento), Michoacán (20.6 por ciento), Zacatecas (20.3 por ciento), Hidalgo (20.2 por ciento)”, destaca en su análisis el especialista.
Atender el rezago que hay en estos 11 estados permitiría integrar al menos 11.8 millones de usuarios de internet, que viven en municipios con pequeñas poblaciones con falta de infraestructura que dificulta la oferta de servicios de telecomunicaciones.
De igual forma la probabilidad de no ser usuario de internet por grupo etario, esto es visible entre la población de entre 55 y 64 años y los de 65 años en adelante: con 60.8 y 30.8 por ciento respectivamente, mientras que para el caso de las personas entre los 18 y 25, y entre los 25 y los 34 años, esta probabilidad disminuye hasta el 3.3 y 5.9 por ciento respectivamente. En ambos grupos etarios se estiman 11.5 millones de no usuarios de internet.
“Las barreras que impiden a los adultos mayores aprovechar internet son la percepción de complejidad de las nuevas tecnologías y la poca vinculación que tienen con ellas. La creciente importancia de los servicios que se dan en el entorno digital como la banca en línea, los contenidos, los trámites gubernamentales es un llamado a fomentar, entre estos grupos, las habilidades y la confianza para el uso de internet”, indica el experto.
Finalmente la probabilidad de personas que no utilizan internet por pertenecer a un estrato socioeconómico bajo se estima en 8.8 millones y cuenta con la mayor probabilidad: 37.4 por ciento. La escolaridad también incide, pues la probabilidad de no ser usuario cuando no se tiene escolaridad, y cuando la escolaridad máxima es preescolar y primaria es casi 81.9 y 36.9 por ciento, porcentajes muy por encima de los no usuarios que cuentan con escolaridad secundaria, media y media superior.
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