De acuerdo con el diagnóstico, hallazgos y diversas recomendaciones realizadas por el propio IFT, cualquier asignación adicional de espectro en las condiciones y precios actuales, aumenta la posibilidad de que los operadores de menor tamaño realicen devoluciones parciales o totales de este recurso concesionado o incluso se vean forzados a salir del mercado, generando una mayor concentración, advirtió la Canieti.
Al participar en la consulta pública sobre las bases de la licitación IFT-12, el organismo recordó que en las recomendaciones que el órgano regulador ha enviado al Congreso de la Unión sobre la Ley Federal de Derechos, así como en diversos documentos el instituto ha sido muy preciso en explicar cómo el actual nivel de pago de derechos constituye una barrera a la entrada y a la expansión, y que limita la participación en licitaciones y la competencia en la provisión de servicios de telecomunicaciones móviles mayoristas y minoristas.
En documentos como el “Estudio de mercado sobre los Costos del Espectro Radioeléctrico para servicios móviles en México” y “Análisis del impacto de la política fiscal sobre el costo del espectro y el precio al consumidor de los servicios de telecomunicaciones móviles”, se evidencia que en la mayoría de las bandas de frecuencias, el costo total del espectro para prestar servicios de telecomunicaciones móviles en México (pago en la licitación y derechos), es entre 88 y 96 por ciento más alto, respecto de referencias internacionales.
Con el nivel actual de costos de derechos de espectro, un operador móvil que cuente con 260 MHz de espectro requiere una escala mínima en términos de suscriptores de alrededor de 25 por ciento del mercado móvil en México para cubrir la totalidad de sus costos, incluyendo el pago de los montos actuales de derechos.
“De no modificarse el esquema para fijar los niveles actuales de los derechos por el uso del espectro radioeléctrico, será más difícil que los operadores de menor tamaño alcancen la escala mínima eficiente en el mediano y largo plazo y es posible que tengan que devolver parte o la totalidad del espectro radioeléctrico que tienen concesionado o, incluso, salirse del mercado, generando una mayor concentración”.
Y es que la escala mínima requerida en las condiciones actuales desincentiva la entrada de nuevos competidores operando una red móvil propia. A esto se adiciona que con el nivel actual del pago de derechos, no se garantiza una mayor recaudación para el Estado.
Tan es así que el Estado ha dejado de recaudar aproximadamente 13 mil 471 millones de pesos de 2020 a 2023 y, al no haber nuevas asignaciones de espectro radioeléctrico, no tendrá mayor recaudación en los próximos años.
La Canieti también refirió cómo los altos costos del espectro radioeléctrico también han tenido un impacto adverso entre los operadores de menor tamaño y han ocasionado que, en años recientes, se haya devuelto al Estado espectro radioeléctrico que se había asignado previamente o que se quede espectro sin asignar en las licitaciones que realiza.
En 2021 el IFT realizó la licitación IFT-10 de espectro disponible en diversas bandas de frecuencias IMT, incluyendo las de 800 MHz, AWS, PCS y 2.5 GHz. De los 41 bloques ofrecidos, 38 bloques quedaron sin asignar y solo dos agentes económicos presentaron ofertas.
En la consulta pública sobre las bases de la licitación IFT-12, que buscará colocar en el mercado 6 mil 158 bloques de espectro en las bandas de 600 MHz, L, AWS, PCS, 2.5 GHz y 800 MHz, la Canieti subrayó que el espectro radioeléctrico y los mecanismos que se utilizan para asignarlo, deben entenderse no como un fin último sino como el medio para conseguir el objetivo de garantizar el derecho de acceso a las tecnologías de la información y los servicios de telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e internet, bajo condiciones de competencia, calidad, pluralidad y cobertura universal para los mexicanos.
Es así que desde la perspectiva de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti), previo a realizar cualquier mecanismo de asignación de frecuencias radioeléctricas, debe ser imperativo tener claridad sobre cómo una nueva licitación logrará cumplir con al menos los siguientes objetivos:
- Incrementar la penetración y calidad de los servicios de los usuarios.
- Promover la competencia y reducir la concentración y las barreras del mercado móvil.
- Promover las inversiones, la innovación y la sostenibilidad de la industria en el largo plazo.
- Impulsar la competitividad del país en la región de América del Norte frente al nearshoring, destacando el papel que tiene la conectividad como columna vertebral de la economía digital y de la relocalización de cadenas productivas.
En este escenario, la Canieti sugirió al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) valorar la pertinencia y oportunidad de llevar a cabo cualquier mecanismo de licitación futura a la luz de estos grandes objetivos, en particular, destacando el hecho de que la problemática detectada por el propio órgano regulador respecto a las condiciones y costos de los derechos de espectro radioeléctrico no han cambiado.
“Mientras que países como Brasil, Panamá o Colombia han decidido ajustar su política espectral en favor del desarrollo de sus economías, México continúa privilegiando el enfoque recaudatorio sobre la posibilidad de reducir la brecha digital y detonar el potencial de una sociedad que espera ser conectada”.
C$T-GM