El uso de los datos, los sesgos de género, la educación para la formación de habilidades digitales y el desarrollo de talentos en Inteligencia Artificial (IA), así como encontrar el camino para que se asignen recursos y se realicen las leyes o reformas necesarias, fueron temas que se abordaron en la primera mesa de diálogo para la implementación en México de la Recomendación sobre la Ética de la IA de la UNESCO.
Frédéric Vacheron, jefe de la Oficina y Representante de la UNESCO en México, destacó el interés del organismo en apoyar al país a establecer mecanismos de implementación en concreto, y dijo que se encontraron algunas instituciones clave como el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que deberán trabajar con el tema a nivel nivel nacional.
Esa reflexión ha llevado a la necesidad de encontrar diversas instancias federales, gobiernos locales, academia, sociedad civil y el sector privado, y ha dado algunos resultados que aún están en negociación, dijo en el encuentro organizado por Centro-i para la Sociedad del Futuro que reunió de manera virtual y presencial a legisladores, miembros de la academia y expertos.
“Lo que se ha ha pensado es, primero, establecer un comité de pilotaje a nivel del país, un pilotaje amplio e interdisciplinario, donde todos los que saben del tema van a poder participar y tratar los temas de la regulación, la alfabetización, la transparencia, entre otros, todos esos temas que implicarán seguramente reformas legislativas a nivel nacional”.
También se habló de realizar un foro nivel nacional para involucrar a todos los actores y sea una reflexión más amplia; Omar Fayad, presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) expresó su interés de involucrar a las entidades en la reflexión, e informó que prepara un proyecto de ley sobre IA, al que la UNESCO a solicitud del gobernador dará acompañamiento.
Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado, reconoció que México es uno de los países con mayor riesgo de que los avances tecnológicos en esta materia agraven estás desigualdades que ya existen, y por eso se debe poner atención especial en las implicaciones éticas y culturales, asegurar que las tecnologías de IA sean para el bien común y accesibles para todos los ciudadanos.
“Nuestra tarea particular de los legisladores es aterrizar en este sentido cómo incentivar el establecimiento de esos mecanismos en las legislaciones nacionales… Y estoy convencido de que acompañando a la UNESCO y haciendo su recomendación aparezca ya con formas prácticas de aplicaciones estaremos dando un paso correcto en el alineamiento de los objetivos respecto a la IA”.
A su vez, la senadora Beatriz Paredes Rangel, Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y el Caribe del Senado, aseveró que aunque los países requieren de grandes volúmenes de recursos, el acceso a presupuestos es muy reducido.
Además, planteó que la UNESCO también puede preparar una especialización en el manejo de datos y de recursos de IA para que los países de desarrollo intermedio o en vías de desarrollo puedan enviar a jóvenes ingenieros a hacer hacer esa especialización, pues se requiere que los países dispongan del capital humano para conducir y liderar el proceso en cada región.
Elena Estavillo, directora General del Centro-i, recalcó que debido a que la desigualdad ya existe es importante que se diseñen deliberadamente los sistemas de IA para corregirla, para lo cual son importantes puntos como detectar y corregir los estereotipos, sesgos, en las mismas bases de datos usadas para el entrenamiento de la IA.
En segundo lugar, se deben tener acciones afirmativas, como señala la recomendación, para la participación y la representación de las mujeres y de los grupos vulnerables, en todas las etapas de la creación de los sistemas, lo que implica la generación y procesamiento de los datos.
El otro punto fundamental, añadió, es el financiamiento. Es decir, cómo lograr que se financien sistemas de Inteligencia artificial con un impacto ético positivo, que sean incluyentes, responsables y que sean proyectos liderados por mujeres.
En su participación, vía virtual, Salma Jalife, presidenta del Centro México Digital, subrayó la importancia de entender la gobernanza y el cumplimiento de todos estos ordenamientos legales y regulaciones que pueden aplicar en los datos, y a nivel macro dirigirse hacia el desarrollo de infraestructuras de supercomputación.
En la región, expuso, hay una incipiente iniciativa de Sistema de Cómputo Avanzado de América Latina y el Caribe (SCALAC), dónde hay investigadores que se han unido no solo en IA, sino en supercómputo para ir conformando el cuadro científico que daría a la región una presencia mucho mayor en impactos dados a través del uso de la IA a gran escala.
“Es importante formar estos cuadros, porque hay muchísimas problemáticas de alcance global o de impacto en la región que necesitan ser analizados y procesados por estos grupos de científicos que van a estar trabajando conjuntamente a nivel regional… sin embargo, requiere de apoyo gubernamental para poder consolidarse como grupo”.
Alejandro Pisanty, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), alertó que antes de regular y poner frenos a distintas posibles salidas perversas de la Inteligencia Artificial hay que asegurarse de tener IA, en la que hay sólo cinco países y 200 empresas con una presencia importante en este campo.
C$T-GM