En América Latina la revolución digital transforma las economías y la sociedad de manera acelerada, y aunque se puede apreciar cómo de manera gradual se está gestando una nueva era caracterizada por la transformación de los modelos de interacción social, de consumo y de producción, estos procesos aún no se dan de manera generalizada en las naciones de la región y en la totalidad de los sectores productivos.
“En general, las empresas tienen un alto nivel de conectividad (superior al 90 por ciento) y casi el 80 por ciento utiliza la banca electrónica. Sin embargo, pocas de ellas incorporan las tecnologías digitales en sus procesos de producción”, precisó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Como ejemplo, citó que sólo 37 por ciento de las empresas de la región utiliza internet en las cadenas de aprovisionamiento, lo cual contrasta sustancialmente con el 70 por ciento de las compañías que lo realizan entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
De igual forma destacó cómo en México, ya desde el 2018 se estimaba que 91.9 por ciento de las medianas y grandes empresas contaban con acceso a internet, de acuerdo con el INEGI, mientras que las pequeñas alcanzan un nivel cercano al 81.2 por ciento.
En contraste, entre las microempresas, únicamente 17.1 por ciento del total tienen acceso a internet, siendo las más rezagadas en conectividad y las que han estado más propensas a cerrar sus operaciones durante la crisis por la pandemia, ante las menores capacidades de trasladar su negocio al ámbito de la economía digital.
“Es importante analizar de qué manera este acceso a la conectividad se traduce en un uso efectivo en la cadena productiva de estas empresas”.
La CEPAL a través del monitoreo que realiza permanente de estos procesos con su denominado Observatorio Regional de Banda Ancha, pudo constatar como durante el confinamiento sanitario por la pandemia los procesos de transformación digital se dieron de manera más acelerada.
La telefonía móvil se convirtió en una herramienta clave para la masificación de la conectividad entre los países de latinoamérica. En 2020 fue el principal medio de acceso a Internet, al contabilizarse entre el 62 por ciento de la población usuaria de Internet móvil, mientras que solo 14 por ciento contó con acceso a este servicio en su modalidad fija.
Entre marzo de 2020 y 2021, el tráfico de internet nacional creció 47 por ciento; entre febrero y agosto de 2020, el crecimiento mensual de nuevos sitios web empresariales aumentó 130 por ciento en Colombia y México y 60 por ciento en Brasil y Chile.
Otro cambio relevante se registró entre el primer y el segundo trimestre de 2020, cuando el tráfico IP hacia las soluciones de teletrabajo aumentó 324 por ciento y la educación a distancia más del 60 por ciento.
El desarrollo de la tecnología 5G ha permitido construir fábricas inteligentes y aprovechar tecnologías como la automatización y la robótica, con soluciones de Inteligencia Artificial, además de aplicaciones con Realidad Aumentada y el Internet de las Cosas, en distintas etapas de la cadena de valor.
Estos son algunos ejemplos de cómo los procesos de transformación digital están permeando entre las naciones de América Latina, aunque como se ha destacado, esto aún no se registra en forma homogénea en los países de la región, ni en la totalidad de los sectores productivos.
C$T-EVP