Necesario contar con espectro asequible.
Para responder a la creciente demanda de internet móvil en México se requiere el despliegue de alrededor de 40 mil estaciones base adicionales hacia el año 2020, frente a lo cual es necesario reducir al mínimo las barreras regulatorias y administrativas que existen a nivel federal, estatal y municipal, dijo la GSMA.
En el documento «Qué debería incluir la política pública del próximo presidente para integrar completamente a México a la economía digital», la asociación internacional de operadores móviles subrayó que la conectividad y su calidad dependen de dos elementos: las antenas y el espectro.
Los operadores móviles se encuentran con constantes desafíos para desplegar infraestructura que dificultan la expansión de las redes que deben dar el acceso a internet móvil masivo y la provisión de servicios de calidad en lugares de alta demanda.
En ese sentido, la GSMA considera que la falta de un único criterio a nivel municipal para autorizar los emplazamientos, arbitrariedades y especulaciones a nivel local son los fenómenos más frecuentes.
«El despliegue entonces se complejiza aún más, por la ausencia de certidumbre respecto a la regulación de derechos de paso, la falta de compatibilidad en el uso del suelo, la inexistencia de procesos homogéneos, transparentes y expeditos, y los constantes y supuestos requerimientos de información por múltimples instituciones en diferentes instancias, entre otros».
La simplificación y homologación de trámites y requisitos para el despliegue de infraestructura representará para los operadores menores costos de despliegue y les permitirá cubrir zonas actualmente desatendidas.
En 2017, la OCDE señaló que una de las prioridades para mejorar la conectividad es reducir al mínimo las barreras al despliegue de la infraestructura en los diferentes niveles administrativos: federal, estatal y municipal.
Frente a ello, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) tiene como tarea diseñar un mecanismo eficaz para coordinar y emitir recomendaciones para los gobiernos estatales y locales, pues si bien el uso de los edificios públicos es una medida positiva, todavía debe mejorar en su implementación práctica, para resolver la creciente demanda de sitios para la instalación de infraestructura de telecomunicaciones.
«El segundo aspecto clave para la conectividad es el espectro, al que se le suele llamar ‘el oxígeno de la industria móvil’. México tiene la particularidad de tener el precio del espectro desdoblado: el valor fijado por el regulador (IFT) es sólo una pequeña parte de su costo. El mayor componente corresponde a tasas o derechos anuales, que son excepcionalmente altas. Estas son fijadas por el Congreso y administradas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público».
La GSMA detalló que el pago de tasas representa más del 85 por ciento del precio total anual del espectro, aspecto que se ha convertido en una gran barrera y en un riesgo potencial para la sostenibilidad de las redes futuras.
«Además, según el análisis realizado por Coleago Consulting (2017), el costo anual del espectro representa 12.8 por ciento de los ingresos de los operadores móviles, casi el doble de países como Estados Unidos, y tres veces el promedio de los países miembros de la OCDE».
El documento enfatiza que si bien el espectro no tiene valor por sí mismo, éste se adquiere cuando los operadores invierten en las redes y llevan a los usuarios conectividad con nuevos servicios y aplicaciones.
«De no contemplar la reducción de las cargas anuales de la Ley Federal de Derechos, México corre el riesgo que al sector privado no le sea conveniente invertir en nuevo espectro, lo que permite dar mejor calidad y mayor cobertura. Esto, por tanto, pone a México en riesgo de perderse los beneficios reales y potenciales de la nueva economía digital».
C$T-GM