El uso combinado de soluciones de Internet de las Cosas (IoT), Inteligencia Artificial (IA), Big Data y Analytics ha permitido a las empresas ser más eficientes, modernizar su marca con nuevas capacidades y tomar mejores decisiones operativas; sin embargo, la construcción de este nuevo ecosistema digital exige que las empresas oferentes de estos servicios cuenten con certeza para sus inversiones y un terreno competitivo real.
Ana de Saracho, vicepresidenta y directora de Asuntos Públicos y Mayoristas de Telefónica Movistar, aseveró que los retos de la transformación digital están en conectar a los desconectados, en temas pendientes de resolver como precios altos del espectro, y en el despliegue de infraestructura vinculado a competencias estatales y municipales, y sin duda el tema de compartición de infraestructura.
“Es imprescindible establecer una regulación que promueva la competencia, que dé certeza a las inversiones, tanto en el despliegue de redes como de toda la tecnología que se debe ejercer para poder ofertar todos los servicios que exigen, tanto el sector productivo como los usuarios finales”.
Al participar en el Foro de Transformación Digital en México, organizado por el IFT, la ejecutiva detalló que ofrecer condiciones competitivas para los telcos es imprescindible si se considera que en los últimos cinco años, los datos que circulan en las redes crecieron 60 por ciento anual, “en menos de dos años se duplica el nivel de tráfico de datos”.
“Esto habla de la gran responsabilidad y de la importancia que tiene el sector de las telecomunicaciones para ser ese tubo o la conectividad que dé viabilidad a todas estas nuevas tecnologías, lo que lleva otra vez a la necesidad de brindar certeza a las inversiones”.
Competencia efectiva, añadió, es sin duda, otro de los grandes retos, pues es imprescindible reducir las asimetrías en el mercado y eliminar las concentraciones (en ingresos) que siguen estando igual, sobre todo en el mercado móvil, y buscar un juego equilibrado con los nuevos actores del mercado digital.
“No hablo de regular a los actores digitales”, por el contrario, de desregular a los proveedores de servicio para tener una cancha pareja, pues también el tema de regulación resulta gravosa para la operación de las empresas de telecomunicaciones.
Consideró fundamental reforzar el concepto de transformación digital, pero vinculado a la conectividad pues sin “conectividad inclusiva”, este será un proceso complejo de poderse materializar.
En ese sentido, explicó, la conectividad inclusiva es el motor desarrollador de la economía, pero también del ámbito social de los países, un habilitador de derechos y una herramienta clave transversal, pues en la pandemia, las telecomunicaciones mostraron que permitieron trabajar, estudiar, y tener acceso a servicios.
Por su parte Irma Wilde, vicepresidenta Adjunta de Digital y Experiencia al Cliente de AT&T México, destacó que el avance tecnológico en los negocios ha sido posible gracias al uso de soluciones de IoT, IA, Big data y Analytic; es decir que la transformación digital ha sido la maximización del sector industrial y la oportunidad de realizar mejoras en salud, educación, transporte y en movilidad.
En México es importante que la industria en su conjunto apoye la construcción de un ecosistema digital mucho más eficiente para la innovación, pero esto debe partir de políticas públicas que garanticen la competencia, que ayuden a promover la inversión y con ello hacer posible que los beneficios de la tecnología lleguen a las empresas y los consumidores.
“Para transitar hacia la transformación digital es fundamental promover la certidumbre a las inversiones, eliminar algunas barreras al aprovechamiento de la infraestructura, y facilitar el despliegue de infraestructura, para que los beneficios de la tecnología se puedan materializar”, precisó.
Al generar las condiciones mínimas de competencia, las compañías operadoras enfocan mejor sus esfuerzos de innovación y dejan de desviar su flujo de capital a donde no es necesario, lo que favorece la transformación digital del sector productivo.
En un clima de reconstrucción y recuperación económica la innovación y el desarrollo tecnológico es relevante para un sector industrial, que ha visto estancados sus ingresos desde hace algún tiempo, por lo que hoy sus ganancias debe encontrarlas a través de mayores eficiencias operativas, nuevos procesos comerciales y cadenas de valor, así como con procesos de automatización.
Aseguró que con la aceleración en la transformación digital en los negocios de los últimos dos años, México ingresa a una nueva era que es la economía digital incluyendo la llegada de 5G, con grandes retos como el elevado costo del espectro y la alta concentración del mercado.
“El precio del espectro es internacionalmente elevado y encarece la oferta de los servicios y por lo tanto reduce la capacidad de las personas a conectarse y participar en las necesidades de la economía digital, es decir, emparejar la cancha, el alto costo del espectro daña las posibilidades de aumentar la inversión en el despliegue de infraestructura y con ello poco a poco afectando la competencia, y con ello a la economía y al país”.
En el mediano plazo no será sostenible que México se ubique entre los cinco países más caros en América Latina en comunicación móvil, por eso se necesita como economía y como operadores de telecomunicaciones, contar con un ecosistema donde se favorezca la innovación lo que exige políticas públicas que garanticen la competencia y promuevan la inversión lo que se refleja en los servicios a los consumidores.
C$T-EVP