Incentivar las inversiones que los operadores de telecomunicaciones tienen que realizar y apostar por la verdadera transformación digital del país es una tarea que no se resolverá con sólo bajar los precios del espectro radioeléctrico “un poquito” o haciendo cambios mínimos en el esquema de cobro de los derechos por el uso de este insumo, pues el contexto actual y futuro exige que la medicina que se aplique sea del mismo tamaño que el problema.
“Si se quieren lograr condiciones diferentes se tiene que cambiar la metodología completamente, pues en México el cobro de los derechos tiene una metodología muy particular que no tiene ningún otro país en el mundo, sobre cómo se concesiona el espectro”, explicó Daniel Ríos Villa, Vicepresidente de Asuntos Externos y Sostenibilidad de AT&T México.
En el mercado doméstico, una parte muy pequeña del costo de este recurso esencial está asociada a la licitación, un proceso que ayuda a regular el precio de este insumo, algo que no ha pasado desde hace muchos años, porque la mayor parte del costo se fija en el pago de los Derechos, el cual incluso se incrementa con el tiempo.
Como cada año, surge la oportunidad “de oro” de cambiar no sólo la dirección de crecimiento de una industria, sino del país en su conjunto, pues se presenta la propuesta de Ley de Ingresos y Egresos de la Federación, en la cual se establecerá cuál será el cobro de Derechos en 2024 por el espectro radioeléctrico concesionado para servicios de telecomunicaciones.
En el encuentro M360 LATAM surgió algo muy importante para el sector: la alineación del gobierno, de la industria, reguladores, consultoras internacionales, organizaciones sectoriales como la GSMA y ASIET, que hablaron sobre la conveniencia de resolver el alto costo del espectro radioeléctrico y de fijar precios mucho más competitivos, no sólo en México, sino en la región de América Latina
“Específicamente en México, hay más de 5 millones de personas que podrían estar conectadas a internet y que no lo están, porque el precio del espectro en el país es superior al promedio de América Latina, se trata de usuarios que podrían haber tenido acceso a servicios de educación, bancarios, de salud, a otras condiciones laborales, estar mejor informados, pero que nada de eso han tenido”.
Este dato de la GSMA es relevante pues habla de la oportunidad que se tiene cada año, de poder transformar a una industria que transforma a otras industrias, un sector crítico y esencial para los temas de relocalización de cadenas productivas; se trata de una “oportunidad de oro que tenemos cada año”.
“Se trata de un costo de oportunidad muy importante, porque es parte de la sostenibilidad financiera del sector, porque el espectro, pudiendo ser un gran habilitador, se ha convertido en un gran impuesto. Desde hace muchos años en el país está el debate entre conectar y recaudar, ¿cual es la política que debería seguir el país?”.
Es claro que lo que debería de establecerse como política pública, debería tener como objetivo la cobertura, la conectividad y no la recaudación, pues hoy, no se está licitando todo el espectro -38 de 41 bloques quedaron desiertos en sólo una licitación-, es decir, se están presentando procesos que no generan el apetito que amerita el actual desarrollo de la industria, y no porque este insumo no se necesite sino porque simplemente es imposible mantener un portafolio de espectro en las actuales condiciones de precio.
Hoy, el erario está dejando de percibir alrededor de 4 mil millones de pesos cada año, lo que significa que ya no se recauda y es por una política inadecuada, contrario incluso a lo que se está haciendo en América Latina.
“Si se voltea a ver lo que están haciendo diferentes países de América Latina, donde han optado por menos recursos fiscales, por mayor conectividad, es el caso de Ecuador, donde se redujo casi 40 por ciento (el precio), Brasil lo entendió hace un par de años con una licitación de espectro importante para 5G, donde casi el 90 por ciento de los costos asociados a la licitación, fueron para conectar, no en obligaciones de recaudar”.
En México eso no sucede y se complica aún más si se considera que la industria cada vez requiere para su operación más megahertz de espectro, “antes se licitaban bloques de 5+5 MHz, luego fueron bloques de 10+10 MHz.
“Y en un futuro, con 5G y lo que viene” la demanda exigirá cantidades mucho mayores, en bandas altas se habla de 150 MHz, eso encarece este insumo y los ingresos de los operadores no han subido en ese mismo nivel, es decir, estamos ante una industria a la que se está “estrangulando”.
Desde la reforma de 2013 quedó claro que en materia de telecomunicaciones, México es un mercado tan concentrado y desequilibrado, que el costo de desplegar infraestructura resulta mucho más caro por la falta de competencia efectiva, otro elemento que genera una gran distorsión en el sector.
Es importante voltear a ver a los países que lo están haciendo diferente y evaluar de manera objetiva que la gran transformación digital de México no se resolverá con bajar el precio del espectro “un poquito, o cambiar un poquito el esquema de derechos, el tamaño del problema, requiere de una medicina del tamaño del problema”.
En opinión del directivo, las autoridades hacendarias deben tener claro que entre mayor penetración de servicios de conectividad, la recaudación también crecerá, en última instancia ganamos todos”, porque los efectos directos como indirectos de disminuir el costo de acceso a este recurso están bastante platicados, pues habrá mayor productividad, crecimiento para el país y mejores condiciones para la población en su conjunto.
C$T-EVP