Pasan 55% más en la tv que en la escuela.
El más reciente estudio del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) permitió identificar cómo los medios de comunicación influyen en las Audiencias Infantiles en la Construcción y Reproducción de Normas Sociales y en el Auto-concepto en relación con sus pares y grupos sociales primarios, es decir, cómo «los niños copian mucho de lo que ven en los medios de comunicación».
Los niños continuamente están expuestos a los mensajes que les transmiten los medios de comunicación. Por ello, es importante identificar en casa y desde las aulas su interpretación del saber mirar y saber comprender de los mensajes que les transmiten estos medios. Entender cómo los niños se apropian del medio y del contenido y cómo analizan el proceso completo de comunicación», motivo de la investigación.
El estudio cualitativo «Apropiación de Contenidos de Radio y Televisión en Audiencias Infantiles», fue aplicado entre 48 grupos de niñas y niños, de entre 7 y 12 años de edad; 24 sesiones con padres y madres de familia; 24 entrevistas a profesores de nivel primaria y 24 etnografías en hogares, de niveles socioeconómicos: C,C+ y D,D+, que de acuerdo con la AMAI, representan poco más del 48 y 40 por ciento de la población mexicana, respectivamente.
Los niños se encuentran perdidos en un mundo de contenidos, pasan 4.5 horas diarias frente al televisor, 55 por ciento más tiempo que en la escuela, y aunque la población de hasta 12 años representa 24 por ciento de la población del país, solo 5.0 por ciento de la programación está orientada a ellos, debido a que las televisoras los ven como consumidores, asegura Patricia Arriaga, experta en materia de Dirección, Programación y Producción de contenidos para niños.
En su mayoría, los contenidos son de origen extranjero, con modelos de educación y culturas ajenas a la población mexicana, algo en lo que nadie repara, en tanto que la radio resulta ser un medio de comunicación que no es de su interés por percibirlo como un mundo solo para adultos; los niños y niñas están expuestos a cualquier tipo de contenidos, a una vorágine de violencia y drogas, temas utilizados para atraer la atención de las audiencias.
Para la especialista es imprescindible planificar los hábitos y las horas que pasan los niños frente a un televisor, derivado de los horarios cortos con los que operan la mayoría de las escuelas en México, cuidar que los contenidos sean acordes a las costumbres y lenguaje de los infantes del país, y que haya una capacitación adecuada entre directores y escritores para elaborar contenidos, acordes a los intereses de la niñez.
El estudio indica que en el patrón que hay en el consumo de la TV, los padres entrevistados para el estudio aún recurren a la televisión abierta para satisfacer directamente a sus hijos; fue notable cómo en el nivel socioeconómico C,C+ la presencia de TV de paga es mayor, aunque hay recurrencia en la sintonía de canales nacionales (2, 5 y 7, principalmente). Para el nivel D,D+ es frecuente que la sintonización de esos canales se convierta en la única distracción a la que acceden en este medio.
Describe también los entornos físicos o simbólicos en los que están inmersos la mayoría de niñas y niños, así como diversos escenarios de mediación e interpretación mediática, los cuales no son necesariamente circunstanciales, sino que algunos responden a estrategias que padres de familia y profesores asumen para ayudarlos a interpretar y reinterpretar los distintos mundos que los medios traen a sus sentidos y mentes.
María Lizarraga, Titular de la Unidad de Medios y Contenidos Audiovisuales del IFT, destacó cómo otras tecnologías (tabletas y smartphones) funcionan como un complemento o acompañamiento “mientras se ve la tele”, el efecto multipantalla, en el cual los niños interactúan con diversos medios y de diversas formas en un mismo momento.
La réplica de los contenidos televisivos en dispositivos móviles es una tendencia que cada vez cobra mayor fuerza, debido principalmente a las ventajas que perciben, como la posibilidad de elección, la inmediatez en la accesibilidad y variedad de opciones, que son atributos también valorados por los menores.
Detalló que el estudio identificó que los padres de familia buscan un equilibrio entre lo formativo y el entretenimiento de los contenidos que ven sus hijos; sin embargo, es evidente la permisividad al consumir en presencia de los niños, programación con temáticas y contenidos que no están pensadas, producidas y dirigidas a dicho grupo.
Bajo esta dinámica los niños se vuelven receptores secundarios de lo que observan los padres, construyendo así su gusto personal de manera gradual; crean su propia interpretación de estos contenidos al apropiarse de ciertos valores positivos de los programas a partir de su realidad, como son la solidaridad, la fidelidad y la amistad, los cuales no necesariamente son los mismos o similares a los que mencionan sus padres, como la violencia o connotaciones sexuales, entre otros.
Datos del INEGI, indican que durante 2015, México contaba con una población de 119 millones 530 mil 753 personas, de las cuales, 27.4 por ciento (32 millones 751 mil 560 oscilaban entre 0 y 14 años. Las 12 plazas seleccionadas en el estudio aglutinaron prácticamente 60.2 por ciento de la población infantil en México, de acuerdo con datos del Censo 2010 del INEGI.
El Sistema Interactivo de Consulta de Estadística Educativa de la SEP, en el periodo escolar 2014-2015 se contabilizaron 19 millones 155 mil 102 alumnos en preescolar y primaria; nueve de cada 10 inscritos en escuelas públicas y el resto en particulares; la proporción de asistencia escolar a nivel nacional era de alrededor del 70 por ciento.
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