Genera barreras a la entrada de competidores.
Elegir libremente al proveedor de telecomunicaciones en función de los atributos que provean mayor valor y que más se adapten a las necesidades, sin verse afectados por los efectos del tamaño de la red a la que se adhieran, es uno de los beneficios que los usuarios de telefonía móvil gozarán, derivado de las reglas asimétricas impuestas a Telcel.
“Cuando una empresa tiene una tarifa menor para llamadas de su propia red de usuario, y cuando se trata de una empresa que tiene gran cantidad de usuarios, genera incentivos para contratar el servicio con esta empresa o que el usuario no quiera cambiarse aun cuando vea que otras empresas pueden proveer mejor calidad o mejor servicio, y esto provoca el llamado efecto club”, explicó Víctor Rodríguez, titular de la Unidad de Política Regulatoria del IFT.
El funcionario del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) expuso que al establecer en la reciente emisión de medidas asimétricas que el Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones (AEPT) no debe diferenciar los cobros de las llamadas en función de la red en la que terminan, se incentiva un elemento clave para la competencia: que el usuario pueda decidir y castigar a aquél operador que ofrece servicios de menor calidad o precios más altos.
“Esto es lo que tratamos de evitar al establecer que el AEPT no pueda diferenciar los cobros en función de sus llamadas de sus usuarios en función de si están en su propia red o terminar en la de sus competidores. Lo que esperamos con esta obligación es que el usuario pueda elegir, independientemente del tamaño de la empresa, que lo haga considerando los atributos que le ofrece y sus propias necesidades de comunicación”.
El denominado “efecto club”, que ocurre cuando el usuario final se beneficia de unirse a la red de mayor tamaño, en este caso la de Telcel, puede representar una barrera económica a la entrada de nuevos competidores al mercado y a la expansión de los ya existentes.