Mérida, Yucatán. Para enfrentar de manera exitosa el reto de la inclusión digital urge “emparejar la cancha” pues sin competencia efectiva México, no recibirá la sostenibilidad de las inversiones que tanto requiere para ocupar el lugar que merece en la economía digital del siglo XXI, sostuvo Mónica Aspe Bernal, directora general de AT&T México.
“En AT&T mantenemos el ritmo de inversión que hemos tenido en México, seguimos siendo el principal inversor en movilidad en México, pero hemos tratado de ser claros, urge emparejar la cancha para obtener este ritmo de inversiones y por lo tanto para poder cerrar la brecha digital”.
Al participar en la Convención Nacional 2022 de la Canieti, la ejecutiva aseguró que el gran reto de México es garantizar una inclusión digital de largo plazo, de manera sostenida, diversa e igualitaria y para ello se necesita inversión.
“Sin competencia efectiva, México no recibirá la inversión que necesita y creo que tenemos que tener muy claro eso, todas estas industrias que están representadas, más allá de las telecomunicaciones, pero también la rentabilidad de muchas otras empresas que están restringidas en una cadena, me atrevo a decir monopólica, quizá oligopólica que restringe la capacidad de crecer”.
En el desafío que representa el cierre de la brecha digital, el despliegue de infraestructura es una condición ineludible en la que el rol del gobierno es fundamental para detonar, habilitar y hacer posible la inversión privada; sin embargo, ello requiere reglas, certidumbre y competencia, condiciones que se vuelven aún más relevantes en contexto de cambio como el que trae consigo 5G.
“Necesitamos más y no menos regulador, un regulador con autonomía, técnicamente sólido, con un Pleno completo y diverso. Es lo que necesitamos los agentes regulados para hacer lo que nos toca hacer, que es es invertir, construir más infraestructuras, cerrar la brecha digital y contribuir en una cancha pareja al desarrollo del país”.
La directora general de AT&T expuso además que en México, la estructura de costos es particularmente cara, particularmente en aspectos como los relacionados con los derechos por el uso del espectro radioeléctrico, aunado a la complejidad que representa la obtención de permisos y trámites para el despliegue de infraestructura.
“En el fondo, lo que se traduce es en un costo mucho más elevado del despliegue de las redes y eso es lo que sumado hace que se vuelvan no rentables muchas de las zonas rurales; esto está íntimamente vinculado al tema de competencia, de reglas claras, de tener un órgano regulador fuerte, con el tema de inversión y por tanto con el tema de abatir la brecha digital, no podemos hablar de competencia y de inclusión digital como dos asuntos separados, son temas profundamente vinculados”.
Por su parte, Enrique Yamuni, director de Megacable, coincidió en que la industria de las telecomunicaciones necesita grandes volúmenes de inversión privada, acompañadas de importantes cantidades de inversión pública, lo cual no ha sucedido en México.
“El año pasado y este año en el presupuesto federal, creo que se asignaron algo así como 900 millones de pesos para conectividad digital, que además no sabemos en qué se usaron el año pasado, ni en qué se usarán este año. Es una cantidad mínima comparada con las cantidades que se necesitan para poder llevar la conectividad a los niveles deseados”.
El ejecutivo dijo que la participación activa del gobierno es una condición indispensable para llevar infraestructura a las zonas que aún permanecen desconectadas, pues aunque la iniciativa privada trabaja en seguir invirtiendo se debe impulsar una combinación de esfuerzos desde lo público.
“Creo que debe haber una real apuesta de Estado que nos ayude a todos y que todos pongamos una parte de lo que hay que hacer para poder tener una inclusión digital más igual, sino seremos un país cada vez más desigual”.
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