El hecho de que 96 por ciento de los latinoamericanos esté cubierto por al menos una red de banda ancha, es un indicativo de que las inversiones realizadas por los operadores han dado resultados, pero hay obstáculos que no son de cobertura que dejan al resto sin utilizar el internet y que no serán subsanados con 5G, señaló Alejandro Adamowicz, director de Tecnología y Estrategia para América Latina de GSMA.
“Todavía nos queda un 4.0 por ciento, que es el más difícil por las cuestiones geográficas y de densidad poblacional, pero las inversiones han dado resultados, han logrado cubrir ese 96 por ciento… Por otro lado, cerca del 40 por ciento de latinoamericanos, casi 270 millones, todavía no utilizan internet móvil”.
En el foro “Futuro Digital Política y Regulación 2022”, organizado por DPL Group junto con la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) de Colombia, el especialista recalcó que hay 380 millones de latinoamericanos conectados, pero los que aún no lo están son excluidos de las posibilidades de la economía digital o imposibilitados de acceder a educación y entretenimiento.
“5G es una oportunidad de otra naturaleza, es decir, no viene para cubrir la brecha digital, viene para ayudar a cubrir una brecha económica por lo menos en los primeros años. ¿Cuántos son esos primeros años? Nadie tiene la respuesta precisa, cinco a 10 años. Nuestra visión es que a siete, ocho años a partir de hoy 4G va a seguir siendo la tecnología dominante”.
La quinta generación de tecnología móvil, detalló Adamowicz, aportaría un valor de alrededor de 2.2 mil millones de dólares a nivel global, que en la región representa entre 7.0 y 9.0 por ciento de la cifra global.
Como parte de la introducción al panel “Prospectiva regulatoria para la inversión, la innovación y la transformación digital de la sociedad”, habló de los obstáculos que dificultan a la población acceder a los beneficios de internet, cuando aún hay desafíos de conectividad 4G y disparidades al interior de los países, si se compara la brecha entre las grandes urbes y las comunidades en zonas remotas.
Entre ellos citó la asequibilidad, el conocimiento de las posibilidades de la Banda Ancha, la difusión y formación en habilidades digitales, así como seguridad y protección que para muchas personas significan una barrera de acceso, sobre todo las personas adultas mayores, o en algunos casos acceso al servicio de electricidad.
“Muchas zonas de Latinoamérica donde tenemos cobertura móvil, todavía no hay cobertura de electricidad; en eso queremos que esté enfocado el esfuerzo del ecosistema… pero con una visión amplia… no sólamente el ecosistema comercial… sino también los gobiernos como socios a través de las políticas públicas y regulación para cerrar esa brecha”.
En ese sentido, precisó que el cierre de brechas para aprovechar las oportunidades de 5G requiere de cuatro ejes: La simplificación regulatoria. En algunos casos las políticas deberían ser revisadas para “que no haya que pedir permiso para innovar”, pues el talento y la creatividad se tiene en Latinoamérica.
Otro es la coordinación intersectorial, para ayudar a comprender cabalmente el funcionamiento de las redes para la construcción de políticas públicas; la optimización tributaria, para que la asequibilidad de los servicios sea tal que más gente pueda acceder, pues en algunos casos la carga tributaria a veces supera el 40 por ciento.
Como último eje, la planificación estratégica del espectro es esencial, pues se necesita asegurar que los recursos del Estado sean bien administrados y al mismo tiempo que haya certeza de las inversiones para los operadores, pues es una industria en la que la demanda crece entre 50 y 80 por ciento en términos anuales.
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