La conectividad satelital mediante esquemas multiorbitales está ganando terreno en la industria, aunque todavía es un servicio caro que necesita de acuerdos entre las propias constelaciones, operadores de nube o despliegues de 5G, para expandir los beneficios a zonas rurales y remotas de América Latina.
Pablo Mosiul, director General de Orbith, afirmó que ante los resultados obtenidos, el escenario para este y el siguiente año es optimista, porque han logrado llevar internet a las zonas más apartadas con la misma calidad que en las ciudades y están en conversaciones con operadores que están desarrollando capacidad en órbitas bajas (LEO) para complementar su oferta actual en órbitas geoestacionarias (GEO).
En el panel “Esquemas multiorbitales: los negocios en GEO se adaptan a los nuevos modelos híbridos”, dijo que sin embargo, falta que los costos del internet satelital sean más bajos, respecto de los vigentes en zonas urbanas, pues se ha observado un alto consumo de aplicaciones para las que la latencia no es tan relevante, como el tener ancho de banda a bajo costo.
“Al analizar el mercado residencial y ver los consumos se encuentra que hay aplicaciones de streaming, redes sociales, mensajería, mail y videollamadas; analizando una a una de estas aplicaciones, se puede observar que son poco sensibles a latencia, pero sí muy demandantes de ancho de banda; entonces, en nuestra opinión, LEO y GEO son más un complemento”.
El desafío como industria, reconoció, es encontrar la manera de eliminar las barreras para ofrecer un servicio de banda ancha satelital más asequible, porque actualmente es el triple de lo que cuesta en las ciudades.
“El costo del mega satelital es una de las barreras de asequibilidad… el kit para conectar un hogar cuesta cinco o seis veces más que el de fibra… Otra es la distribución, la eficiencia operativa al momento de la venta, digamos un costo de atención comercial eficiente, instalación, soporte, facturación, cobranza todo lo que tiene que ver con la prestación final del servicio, sin duda necesita eficiencia y escala”.
En su opinión, revertir eso dispararía el volumen de cobertura y capacidad de manera exponencial, sobre todo porque en Latinoamérica el mercado potencial es muy grande, ya que según estimaciones de Orbith es de más del 10 por ciento de los hogares de la región, o sea más de 10 millones de clientes potenciales.
“Estamos convencidos de que la capilaridad de fibra óptica en las zonas de baja densidad no va a ocurrir y ninguna tecnología terrestre va a ser efectiva para conectar con calidad los hogares más dispersos y las Pymes más alejadas. Creemos fuertemente que la manera de abordar la conectividad en estas zonas es desde el espacio, no desde la Tierra”.
En su exposición, Ignacio González Nuñez, Vicepresidente de Desarrollo de Negocio y Estrategia Regulatoria de la región Américas de Eutelsat, destacó que desde hace un par de años y desde la inversión en el sistema OneWeb, para esta empresa de telecomunicaciones la estrategia clara es la multiórbita, porque GEO y LEO son el complemento perfecto para la provisión de servicios y soluciones a clientes en todo el mundo.
“Complemento no sólo en términos de cobertura, sino también en términos de servicios, estamos hablando de complementar servicios de altas prestaciones con satélites geoestacionarios con sistemas LEO que van a permitir una cobertura completa del planeta”.
En el encuentro virtual, acotó que el objetivo es tener equipos, sistemas terrestres que sean diferentes a la conexión a un sistema GEO o un sistema LEO, y aunque todavía no llegan a ese punto, sostuvo que están en ese proceso de integración, porque “el futuro va claramente en esa línea de desarrollo”.
Al respecto, Martín Fabris, gerente de Servicios Espaciales, Arsat, reconoció que existen conversaciones sobre la posibilidad de participar en esquemas multiorbitales con otros operadores en Argentina, pero por el momento sólo dan seguimiento a la evolución de los sistemas de banda ancha de órbita baja.
“Las inversiones necesarias para participar en esas constelaciones son de miles millones de dólares y son de alto riesgo, pero en algún punto entiendo que hay sobre todo en el hemisferio sur, una cantidad de operadores regionales que están en la misma situación y creo que ahí se genera una oportunidad de eventualmente, participar en lo que podría llegar a ser una constelación multinacional. En eso estamos trabajando, aunque es un trabajo difícil”.
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