La constelación de satélites de órbita baja (LEO) de Amazon llamada Proyecto Kuiper, que consta de 3 mil 232 aparatos, podría empezar a dar servicio en varios países de América Latina en este 2025, lo que ayudaría a cerrar la brecha digital en forma rápida y rentable, anticipó Rubén Smith Vaughan, jefe de Política Pública para América Latina de Amazon.
Al participar en la mesa titulada “¿Economía digital o digitalización de la economía?” dentro del evento DigiEcon, organizado por la ALAI y el Centro México Digital, el ejecutivo de Amazon, explicó que a través del llamado Proyecto Kuiper –bautizado así en honor del astrónomo de los Países Bajos, Gerard Kuiper, considerado el padre de la ciencia plantearía moderna- entrará en servicio paulatinamente en 2025, 2026 y 2027.
“Una de las grandes propuestas que tenemos se llama Proyecto Kuiper que implica el lanzamiento de más de 3 mil satélites (3 mil 232 satélites en total) de banda ancha de órbita baja para proveer de internet a comunidades que hoy en día no lo tienen. Esto implica casas, negocios, oficinas gubernamentales, escuelas que hoy no tienen internet y la necesitan para contar con servicios”.
Se trata de una inversión de miles de millones de dólares para lanzar en este mismo año los primeros satélites de la constelación “para empezar a dar servicio no en 2050, sino en este mismo año en algunos países de la región y también en 2026 y 2027”.
Aseguró que esta constelación satelital puede ser una solución complementaria para ayudar a cerrar la brecha digital especialmente en las regiones menos pobladas de América Latina, si bien “es fundamental que los reguladores creen esos espacios para que las empresas que están ofreciendo conectividad a través de satélites LEO puedan dar ese servicio a la región”.
Complementario a eso, para Amazon otra de sus prioridades en México y América Latina es la inclusión financiera, que “sigue siendo un reto”. En el caso de México, la mitad de la población no tiene acceso al sistema financiero y la falta de infraestructura también es una barrera para la formalización de la economía.
El tercer tema relevante, son los obstáculos regulatorios que enfrentan muchas empresas que buscan operar en el mundo digital. En México, por ejemplo, para que una empresa extranjera entre en operación, se necesitan 10 trámites distintos que pueden tardar hasta 200 días, en tanto en Chile una empresa que se registra hoy, puede comenzar a operar de inmediato.
Esto significa que “debemos buscar la manera de simplificar y digitalizar esos procesos, en línea con lo que ha señalado la presidenta Claudia Sheinbaum”.
En la misma mesa, que fue coordinada por Raúl Echeverría, director ejecutivo de ALAI, Martín Wasserman, director de Relaciones con Gobierno de Mercado Libre en Argentina, destacó que más allá de los obstáculos regulatorios, sí es posible hacer tecnología desde América Latina.
Ejemplificó que Mercado Libre, con sus 25 años de experiencia, tiene su origen en América Latina y hoy es la principal fuente de ingresos para 1.8 millones de familias y le permite a 570 micro y pequeñas empresas vender en línea, además de que genera 27 empleos directos e indirectos por hora.
A su vez, Mercado Pago es la principal fuente de créditos para Pymes en la región y el 50 por ciento de ellas reciben un crédito por primera vez, de Mercado Pago, en un ecosistema que en 2024 entregó 13 mil 600 millones de dólares en créditos a pequeñas y medianas empresas.
Esto demuestra que sí “es posible desarrollar ecosistemas innovadores desde América Latina y estar al mismo nivel que las grandes plataformas y grandes empresas mundiales”.
No obstante, reconoció que siguen existiendo “complejidades regulatorias” que se deben trabajar con los tres niveles de gobierno y por lo tanto se requieren marcos regulatorios más simples y enfocados en la inclusión digital.
En su oportunidad, René Orellana, gerente para México y Centroamérica del Banco de Desarrollo para América Latina y el Caribe (CAF), aseguró que esa instancia está trabajando en el financiamiento de un importante número de proyectos para dar soporte a la digitalización en la región.
Entre ellos, infraestructura vinculada a telecomunicaciones y redes digitales, centros de datos, cables submarinos ópticos, digitalización del transporte, digitalización de aeropuertos con Inteligencia Artificial; sistemas de Inteligencia Artificial para transporte marítimo y aéreo y desarrollo de la ciencia con redes de intercambio de información para centros educativos conectados, entre otros temas.
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