Las reservas de espectro radioeléctrico para el despliegue de redes privadas pueden generar una escasez artificial de este recurso que provoque que los operadores móviles no dispongan de la cantidad suficiente para satisfacer los requerimientos crecientes de ancho de banda y las capacidades para conectar más dispositivos a las redes 5G.
“Esta escasez ocasionará que se paguen precios más altos por el espectro, lo que está estrechamente relacionado con una menor inversión en las redes, despliegues más lentos, cobertura limitada y velocidades de datos reducidas”, advirtió la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET).
Cabe recordar que las “set-asides” o reservas de espectro es un término que se aplica cuando un gobierno toma partes de este recurso armonizado para IMT y lo otorga para uso exclusivo de empresas que lo explotan para soluciones verticales, como por ejemplo, una empresa minera para que monte su propia red.
Al participar en la consulta pública de integración sobre la identificación de necesidades de espectro radioeléctrico para redes privadas mediante el “Cuestionario sobre la prospectiva de las concesiones de espectro radioeléctrico para el despliegue de redes privadas”, la ASIET aseguró que la reserva de espectro implica un uso ineficiente y afectaría negativamente la calidad y cobertura de redes públicas.
Expuso que la asignación de espectro para redes privadas debe ser consistente con la necesidad de promover mejores condiciones de acceso a espectro por parte de los operadores de telecomunicaciones y no crear distorsiones, (reservas prolongadas y formas de asignación).
“Desde el punto de vista de uso eficiente del espectro radioeléctrico, es importante señalar que los operadores de telecomunicaciones tienen el conocimiento especializado y dedicado para ofrecer conectividad de alta calidad, con capacidad para soportar aplicaciones críticas en sectores como manufactura, transporte y salud, entre otras”.
En la consulta habilitada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la ASIET refirió que las redes móviles avanzadas, como 5G, requieren planificación técnica y una infraestructura robusta para asegurar una baja latencia, alta fiabilidad y escalabilidad, elementos esenciales para las operaciones industriales.
Este conocimiento técnico, aseguró, habilita a que los operadores pueden adaptar sus servicios a las necesidades particulares de las industrias mediante técnicas como el «network slicing» (segmentación de red), que permite destinar partes específicas de la red para diferentes tipos de usuarios o aplicaciones sin comprometer el rendimiento.
“Esto permite a las empresas industriales acceder a soluciones personalizadas que se ajustan a sus necesidades sin restar espectro al servicio público, logrando así una gestión más eficiente y sostenible del recurso”.
Por su parte, Telcel coincidió en que destinar espectro para redes privadas, puede convertirse en una limitante para la posterior asignación para uso público, pudiendo disminuirse con ello la calidad y velocidad con la que se prestarán tales servicios.
“Asimismo, las reservas de espectro o “set-asides”, pueden llevar a una sub-utilización de este recurso, afectando -además- de forma negativa al desarrollo y despliegue de las redes públicas, reduciendo con ello las coberturas y rendimiento de las mismas, además de incrementar los costos para los usuarios finales”.
Y es que de acuerdo con el estudio “The Impact of Spectrum Set-Asides on Private and Public Mobile Networks”, los planes de “reserva” no sólo reducen la cantidad de espectro disponible para las redes públicas, sino también pueden disminuir las velocidades de descarga de los consumidores en casi 25 por ciento.
El documento evidencia que si bien al momento no existen indicios de que las reservas de espectro puedan acelerar la digitalización de las empresas, éstas en cambio, pueden obtener soluciones de redes privadas completas a través de operadores de redes públicas o mediante marcos de compartición o arrendamiento de espectro, como hoy en día sucede en diversos países del mundo, máxime que los equipos de telecomunicaciones están preparados para ello.
Esto, en un contexto donde es evidente que la disponibilidad suficiente de espectro a precios adecuados es crucial para desbloquear los beneficios de la transformación digital en la era de la Quinta Generación (5G).
De hecho, estimaciones de GSMA Intelligence muestran que para 2030 existirán más de 130 millones de conexiones móviles en México y un tráfico de datos que superará los 55 millones de terabytes.
Sin embargo, para abordar estos desafíos y, adicionalmente, explotar los beneficios económicos que promete el 5G, los operadores de las redes requerirán cantidades significativas de espectro en diversas bandas de frecuencias armonizadas.
“Es importante subrayar que México es el único país de la región donde la cantidad de espectro asignado para servicios móviles ha disminuido – de 533 MHz a 488 MHz entre 2021 y 2023 – quedando por debajo de los requerimientos de la UIT (1650 MHz) y el promedio de la OCDE (865 MHz), debido principalmente a los altos precios y condiciones de uso que han llevado a la devolución de espectro por parte de los operadores y procesos de licitación sin éxito”.
C$T-GM