Para que el sector de las telecomunicaciones impulse realmente el desarrollo de América Latina, se requiere un cambio regulatorio profundo y no sólo cosmético, así como “abandonar para siempre la visión recaudatoria sobre el espectro radioeléctrico”.
Durante la apertura del Congreso Latinoamericano de Transformación Digital (CLTD) 2025 y el encuentro M360 de la GSMA, Marylena Méndez, secretaria general de ASIET en América Latina, urgió al cambio regulatorio para que el sector telecomunicaciones se convierta en el catalizador del desarrollo de América Latina, región que crecerá 2.1 por ciento en 2025 y 2.4 por ciento en 2026.
Esto significa que se trata de la región con menor crecimiento en el mundo, pero donde la transformación digital es una de las llaves para superar las carencias, pero se requieren acciones urgentes:
“Abordar la urgencia de un cambio regulatorio”; es crucial que los Estados demuestren hoy su madurez y fortaleza para facilitar el acceso al espectro radioeléctrico con visión de largo plazo; superar visiones desfasadas que generan espectro en desuso y sin valor para la población; además de garantizar el uso eficiente de las redes.
La ruta del cambio regulatorio debe ser prioridad para todos, señaló, al indicar que la regulación debe ser una diferencia y es responsabilidad de los Estados realizar este trabajo, donde se supere la visión recaudatoria para el espectro.
Recordó que todos los cambios profundos experimentados en el entorno necesitan nuevas políticas públicas efectivas en clave digital, que propicien y reconozcan el rol de este sector como aliado esencial para superar el desafío de crecimiento.
“La Real Academia Española define a la sostenibilidad como la capacidad de un proceso, sistema o actividad de mantenerse por sí misma. Ese criterio de sostenibilidad financiera de inversión en la infraestructura de capital es fundamental para cerrar las brechas multidimensionales a las que nos enfrentamos”.
Durante la misma inauguración, Daniel Hajj, director general de América Móvil, sostuvo que para que las telecomunicaciones ayuden al desarrollo de los países en la región, “se necesita cada día un marco regulatorio que impulse la inversión y promueva la competencia” que genere certidumbre, ofrezca igualdad de condiciones y tener visión de futuro.
Se requieren “procesos de modernización de leyes y regulación para aumentar la inversión y eliminar rezagos regulatorios a la inversión y la convergencia”, donde también es fundamental una transformación digital, lo cual “es un desafío público-privado que hay que enfrentar sumando esfuerzos”.
Recordó que en el caso de América Móvil, la firma ha invertido en 23 países con más de 1.3 millones de kilómetros de fibra óptica, 49 mil kilómetros de cables subterráneos, cinco satélites y 43 centros de datos, tratando de llevar la última tecnología en cada uno de los mercados.
Sin embargo, insistió en que para que las empresas de telecomunicaciones puedan invertir en la reducción de las brechas digitales, debe haber acceso al espectro en términos justos y equitativos, con “procesos de modernización de leyes y de regulación para aumentar la inversión y eliminar rezagos regulatorios a la inversión y la convergencia”.
Planteó que para llegar a un mayor desarrollo sustentable y equitativo se requieren empresas de telecomunicaciones de vanguardia con modelos robustos para una gestión eficiente; una regulación moderna que atienda a los retos del futuro impulsando una vigorosa infraestructura digital; y concretar acciones de transformación digital de la sociedad.
C$T-GM