Un cambio en la visión recaudatoria que hasta ahora se tiene sobre el espectro radioeléctrico, podría traer un incremento de 4 millones de personas conectadas en México, y la eliminación del Impuesto Especial en Telecomunicaciones que hoy se paga, podría representar 2 millones 200 mil conexiones más en el país en el corto plazo.
Además, en un mercado de telecomunicaciones altamente concentrado y donde se está discutiendo la desaparición del órgano regulador autónomo, “necesitamos una institucionalidad que funcione para hacerle frente a la preponderancia”, señaló Natalia Guerra, directora de Asuntos Públicos, Regulación y Negocio Mayorista de Telefónica Movistar México.
Al impartir el taller “Telecomunicaciones en México, hacia un sector sostenible”, presentó una Hoja de Ruta que se propone para asegurar mejores condiciones de competencia en el sector, donde hoy el Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones (AEP-T) en México, concentra 73 por ciento de los ingresos, contra 17 por ciento de su más cercano competidor, 13 por ciento del siguiente, mientras que un cuarto jugador apenas capta el 3.0 por ciento.
Sin embargo, conforme al Índice Herfindhal Hirschman (IHH), que se usa para determinar el nivel de competencia en un determinado mercado y según el cual, una cifra de 2 mil 500 en esta medición ya se considera un mercado altamente concentrado, en el caso de las telecomunicaciones en México este índice se ubica en 5 mil 304 lo que indica un grave problema de competencia.
Bajo este contexto es que Natalia Guerra consideró oportuno e imprescindible presentar una Hoja de Ruta con cuatro ejes que permitiría corregir algunas de las disparidades en la competencia vigentes en el sector:
El primer eje es precisamente la “competencia”, donde se propone revisar la estructura del mercado para ver las inversiones que se pueden reconfigurar y garantizar un piso más parejo de competencia.
El segundo es la “visión de industria habilitadora del desarrollo”, donde se convoca a cambiar la visión recaudatoria sobre el costo del espectro radioeléctrico, ya que al disminuir a la mitad la cantidad que se paga como derechos por este recurso, esto se podría traducir en conectar a 4 millones de mexicanos, de acuerdo con estimaciones realizadas por la GSMA.
En tanto que la eliminación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que actualmente se aplica a servicios de telecomunicaciones como la telefonía fija, móvil y la tv de paga, permitiría elevar en 2.2 millones las conexiones.
El tercer eje consiste en modificar las reglas; es decir, crear una nueva regulación adaptada al mercado, que ofrezca certeza jurídica a los actores del sector además de complementarse necesariamente con instituciones fuertes e independientes, con esquemas regulatorios que acompañen la visión de futuro.
“Necesitamos un árbitro que pueda sacar las tarjetas amarillas o rojas que sean necesarias, con base en una visión técnica y que tome las decisiones que sean mejores para los usuarios y para el mercado”.
El cuarto eje de la Hoja de Ruta es “participación”, donde se revise la contribución de los grandes generadores de tráfico, ya que tan sólo cinco plataformas globales (Netflix, Amazon, Google, Facebook y Microsoft) generan 70 por ciento del tráfico en la red, sin contribuir al desarrollo y construcción de las redes de telecomunicaciones que transmiten todo ese tráfico a los usuarios finales.
En virtud de que “la presencia de sólo cuatro redes de acceso a las telecomunicaciones en México no es sostenible en el tiempo”, es urgente encontrar nuevos esquemas que permitan hacer que las inversiones reditúen en mejores servicios, entendiendo que las telecomunicaciones son habilitadoras de derechos al implicar el acceso a servicios básicos de carácter transversal como salud, educación y trabajo, por sólo mencionar algunos.
A ello se debe sumar la necesidad de conectar a más personas sobre todo en el ámbito rural, que hoy no tienen acceso a las telecomunicaciones porque las empresas privadas no encuentran rentabilidad en esos mercados y donde instituciones públicas como Altán Redes, hasta ahora no han logrado el despliegue suficiente.
Además, es necesario impulsar las medidas de alfabetización digital, porque 40 por ciento de la conectividad rural que hoy existe, todavía no se usa porque la gente no sabe para qué sirve el internet, o bien le dan un uso muy limitado que no agrega valor.
C$T-GM