Política fiscal sacrifica beneficios digitales.
La propuesta de incrementar los derechos para el uso del espectro va en sentido exactamente contrario al que debería tomar la política digital, lo cual se ha hecho evidente porque ha tenido la capacidad y el efecto de unir a todas las voces de la industria de las telecomunicaciones en contra de una iniciativa que anticipa la generación de diversos efectos negativos, aseguró María Elena Estavillo, .
Al participar en el conversatorio virtual “Paquete Económico 2021: Análisis de la Iniciativa de Reforma a la Ley Federal de Derechos en Relación con el Uso del Espectro Radioeléctrico”, lamentó que este tipo de decisiones se hagan con el objetivo de cumplir con metas recaudatorias que además son de muy corto plazo.
“Nos debería preocupar mucho que un operador de telecomunicaciones tome la decisión tan extrema de devolver (espectro) un recurso valiosísimo para competir, para ganar más usuarios, para manejar mayor tráfico. El que estén devolviendo espectro al Estado es una alerta y es algo que debemos atender antes que se vuelva una situación crítica”, dijo.
Para la ex comisionada del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la carga que significa para los operadores el pago del espectro es muy pesada respecto a lo observado en otros países, pero además “es una carga desigual que puede dañar el ambiente competitivo del país”.
El pago del espectro, indicó, lo tienen que asumir los operadores repartiéndolo entre sus costos, su base de usuarios y su base de tráfico, aunque en un mercado tan concentrado como es el mercado móvil de México, el agente preponderante es el que tiene la posibilidad de distribuir de mejor manera esa carga.
“Cuando se propone elevar los derechos para pagar por el espectro, quienes van a sufrir un golpe relativo más grande van a ser los operadores que están tratando de competir con el preponderante y que están tratando de atraer más usuarios, lo que puede debilitar sus márgenes para ampliar inversiones con el fin de mejorar sus servicios”, afirmó.
Ampliar mercados, encontrar mayores oportunidades de comercio, evolucionar hacia modelos nuevos de negocio, así como abrir oportunidades de educación, de empleo y emprendimiento son algunos de los efectos que se maduran en el mediano y largo plazo, y “que se estarían sacrificando por cumplir una meta recaudatoria que simplemente está viendo hacia el año fiscal entrante”, advirtió.
“Queremos un modelo de desarrollo que no deje a nadie detrás, y eso no lo vamos a lograr con más de lo mismo, me parece importante enfocarnos en esto. Todas las crisis traen una concentración de la riqueza, la crisis en la que nos encontramos, no será distinta en este aspecto, porque las personas y las empresas con mayores recursos son la que pueden protegerse de mejor de estos impactos”.
En ese sentido, es fundamental contar con políticas públicas que ayuden a cerrar las diversas brechas que existen en el país y que reflejan agudas desigualdades entre poblaciones rurales y urbanas, poblaciones indígenas, personas con capacidades diferentes, de la tercera edad, hombre y mujeres; ante ello, la inclusión digital es clave.
C$T-GM