Sin conexión 48% de la población latinoamericana.
Los países de América Latina tienen varios desafíos en políticas de espectro, y uno de los principales es fijar una postura sobre sus necesidades, así como definir planes nacionales de gestión de este recurso, revisar las licencias y bajar costos, aseguró Mario Maniewcz, director de la Oficina de Radiocomunicaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
“Sabemos que la pandemia de Covid-19 que estamos viviendo ha ayudado a elevar la prioridad de la conectividad en la agenda política de los gobiernos, tanto a nivel nacional como local, por lo tanto los gobiernos están mucho más comprometidos con la expansión de la conectividad debido a su impacto en la economía y en la sociedad”, detalló.
Sin embargo, consideró que el problema en sí no radica en la falta de cobertura, sino en que el servicio no es asequible, expuso en su ponencia “Principales desafíos en política de espectro para América Latina”, en el contexto del X Congreso Internacional del Espectro, realizado de manera virtual en Colombia.
“La conectividad sigue siendo considerablemente baja en América Latina. Tenemos un 13.16 por ciento de suscripciones de banda ancha fija y 52 por ciento de usuarios únicos de internet móvil; es decir, hay 48 por ciento de la población latinoamericana que no está conectada”.
Al detalle indicó que del total de población desconectada en la región, sólo 6.0 por ciento carece de este recurso debido a la falta de cobertura, mientras que 42 por ciento de la gente permanece desconectada porque sus recursos no le dan para pagar este tipo de servicios o de adquirir dispositivos, además de carecer de habilidades digitales “o interés por el contenido”, explicó.
Por ello, consideró que aunque los gobiernos hagan hincapié en desarrollar mayor infraestructura y ampliar la cobertura, de esa forma no se estará “atacando el meollo del problema”, ya que en América Latina, al menos 94 por ciento de la población está cubierta por algún tipo de señal móvil, por lo tanto el “problema no es entonces que haya cobertura”.
Para el especialista la problemática central es que estos servicios son “muy caros, no es asequible el servicio”, mucho menos es que a la gente no le intereresen los contenido o que juzguen que no están adaptados a sus necesidades, o que no tiene los conocimientos o las habilidades digitales para poder usarlo.
Maniewcz explicó que además del problema de la asequibilidad, la demografía trabaja en contra de la conectividad, pues en poblaciones que viven en zonas rurales no es económicamente estable el despliegue comercial de servicios.
En ese tema, la buena noticia, agregó, es que la Conferencia Mundial de Radio de 2019 reguló varios servicios que se pueden usar tanto en las zonas urbanas como en las zonas rurales y remotas, por ejemplo, la identificación de bandas adicionales para las Telecomunicaciones Móviles Internacionales (IMT por sus siglas en inglés) o la armonización de bandas de frecuencia para plataformas de gran altura, el establecimiento de un marco para el funcionamiento de satélites de órbita no geoestacionaria y geoestacionaria de alta capacidad.
Es decir, se habla de tecnología como el móvil de bandas bajas, muy bueno para la propagación y con menores costos para cubrir amplias zonas; plataformas de gran altura, hubs, que prometen dar conectividad en áreas rurales a costos razonables, y los satélites tradicionales; ahora los geoestacionarios con capacidades redobladas y los no geoestacionarios con las nuevas constelaciones, ambos permiten banda ancha a menores costos.
Si bien existen diversas técnicas, depende de los países para evaluar las limitaciones financieras y las posibles fuentes de financiación que podrían ser necesarias para garantizar que nadie se quede atrás.
Desde el ámbito internacional, asegurarse que en las necesidades y preferencias de los países latinoamericanos se tengan en cuenta durante los procesos regionales e internacionales de regulación y normalización, es el primer desafío.
Esto solía ser un desafío mayor antes del Covid-19, pero ahora con participación remota hay una oportunidad real para que los países de la región se aseguren de que se escuche su voz y se tengan en cuenta sus requisitos de espectro tanto a nivel regional, de la CITEL (Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (CITEL), como a nivel global de la UIT.
“Esto es fundamental; si en la UIT no nos enteramos de cuáles son las necesidades de la región y los países latinoamericanos no van a ser estas tomadas en cuenta en los estudios y en las discusiones de la siguiente discusión mundial de radio”.
En tanto, en el ámbito de cada país hay un desafío que tiene que ver con el trabajo de la autoridad nacional de reglamentación. “No todas las autoridades tienen definido un plan de gestión de espectro a largo plazo, y es muy importante para indicar a la industria qué espectro pondrá a disposición el regulador, en qué condiciones y cuándo; en ese sentido, un enfoque predecible y transparente es vital para atraer inversión.
Para Mario Maniewcz, dentro de la autoridad nacional de reglamentación, falta la definición de una estrategia adecuada de fijación de precios y licencias, para garantizar que el espectro produzca los mayores beneficios para la economía y la población.
Al observar varias estrategias en el mundo, se advirtió la concesión de licencia para redes privadas para cubrir diferentes sectores de la industria, o verticales como se les llama, y es importante evaluar lo que se adapta mejor a las necesidades nacionales.
Una de las formas para bajar costos y tener mayor inversión, planteó, es la emisión de licencias tecnológicamente neutras, una práctica que permite una adopción más rápida de las tecnologías por parte de los operadores; es decir, no emitir una licencia para 5G, sino una para servicios móviles y el operador sabrá si empieza con 4G y después migra a 5G, cuándo lo hará y demás.
Otro reto es en cuanto al despliegue de las redes, para medir el uso efectivo del espectro y definir si se está haciendo de manera eficaz o no. Como ejemplo se refirió al caso de Reino Unido, donde se autorizan licencias de acceso local que prevé dar a proveedores de servicio acceso al espectro que haya sido licenciado a otros operadores de redes móviles que no lo están utilizando.
Hay plena conciencia hoy de que ahora más que nunca depende de las administraciones desarrollar una política adecuada para lograr los objetivos de conectividad, que implica especificar el problema, definir la población objetivo, analizar las mejores soluciones y enviar todo este análisis al escrutinio público.
C$T-GM