Más allá de “vender” las bondades de 5G asociando esta tecnología a un sólo operador y a su capacidad para desplegar lo que llamó la red comercial “más grande” a nivel regional, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) debe realizar un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas sobre los aspectos técnicos, jurídicos y económicos que consideró para modificar títulos de concesión de Telcel en la banda de 3.5 GHz.
“La función del regulador es informar en términos técnicos, jurídicos y económicos los procedimientos que pasan por su escritorio, y con ese comunicado se aleja de ese informe institucional y se va más por exaltar las características de la red de un sólo operador”, señala Michel Hernández Tafoya, director general de Observatel.
En opinión del especialista, los términos y el tono “publicitario” en los que el pasado 9 de febrero el IFT comunicó la decisión del Pleno de modificar 18 títulos de concesión de Telcel en la banda de 3.5 GHz, lo aleja de la institucionalidad a la que está obligado y lo acerca al terreno de la parcialidad.
Elena Estavillo Flores, directora general de Centro-i, coincide en señalar el error que significa que el instituto se centre en promover en una comunicación oficial la red de un sólo operador dejando de lado un concepto fundamental en su quehacer como regulador: la neutralidad.
“La neutralidad es un concepto fundamental en varios sentidos. Lo usamos cuando hablamos de competencia económica pero también en materia tecnológica. No es papel del IFT escoger tecnologías, sino poner las condiciones para que se pueda desarrollar cualquier modelo de negocios, que cualquier empresa pueda generar innovaciones y propuestas comerciales”.
Para Estavillo Flores, la transparencia y la rendición de cuentas es un ejercicio al que el IFT está obligado, pues todas las empresas reguladas, los usuarios y la sociedad en su conjunto tienen derecho a saber qué efectos en la competencia, la innovación y uso del espectro, tienen sus decisiones.
El 17 de junio de 2020, el Pleno del IFT aprobó la adquisición por parte de Telcel de nueve títulos de concesión para usar, aprovechar y explotar 50 MHz de espectro en la banda de 3.5 GHz, propiedad de Axtel; con esta operación la empresa que forma parte del Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones (IFT) sumó 100 MHz en dicha banda.
La resolución del caso refiere que en el análisis de la operación se realizó una evaluación prospectiva debido a que la banda de 3.5 GHz ha sido identificada a nivel internacional como idónea para el despliegue de tecnologías móviles 5G, “lo cual se realizará en un plazo de 3 a 5 años, según lo señalado por las Partes”.
“Bajo este supuesto, hacia adelante los concesionarios de la banda de 3.5 GHz podrían solicitar al Instituto autorizaciones de servicios adicionales para la prestación de acceso inalámbrico móvil”, indica el documento.
Al respecto, tanto Elena Estavillo como Michel Hernández coinciden en que si bien la razonabilidad técnica, jurídica y económica que llevó a la decisión de modificar el uso de concesiones para Telcel, no puede explicarse con total amplitud en un comunicado, éste debió realizarse con base en el documento de la resolución emitida en la sesión del Pleno del 9 de febrero pasado.
“Esta decisión debió contemplar sus efectos en la competencia, en el desarrollo de los servicios, en la innovación tecnológica y en la asignación del espectro, estos son los puntos fundamentales, pero el boletín no habla nada de eso y merecemos esa transparencia para entender por qué el instituto consideró que es una buena decisión para el sector, la industria y sobre todo para los usuarios”, subrayó Elena Estavillo.
Desde la perspectiva de Michel Hernández, es fundamental que el IFT informe con claridad sobre el origen del cambio en el uso de una banda de espectro radioeléctrico en beneficio de Telcel, pues si bien la evolución tecnológica puede ser una de las razones, no se tienen la necesaria información de fondo.
“Debemos saber cuándo lo pidió el concesionario, si se hizo a instancia de parte o fue oficiosa, en fin, este tipo de cosas son las que se esperan ver en el comunicado, esos tres o cuatro párrafos que se dedicaron a vendernos la red 5G de Telcel debieron ser ocupados para explicar las razones técnicas”.
Para el especialista, el desafortunado comunicado del IFT es un hecho más que se suma a la prevaleciente incertidumbre en el sector mexicano de las telecomunicaciones, lo que está generando un impacto evidente en las inversiones, la competencia efectiva y la reducción de la brecha digital.
“Estamos en el peor de los escenarios, vemos a uno de los principales actores en el mercado que es AT&T señalando que no hay piso parejo, luego tenemos este comunicado en un tono totalmente fuera de lugar, viene la salida del comisionado presidente y llegará otro interinato, todo esto aumenta la incertidumbre que no ayuda en nada a los objetivos y pendientes que se tienen”.
C$T-GM