A nueve años de la reforma constitucional que impulsó profundos cambios en el sector telecomunicaciones, México se encuentra nuevamente en un punto de inflexión que exige colocar espectro radioeléctrico a precios razonables y competitivos, pues se trata de un insumo esencial para la conectividad que a su vez representa la invaluable oportunidad de evitar que la brecha digital se convierta en un abismo de más desigualdad y pobreza.
Y es que, como cada año, en septiembre próximo se analizará en el Congreso de la Unión la Ley Federal de Derechos que establece los montos de los pagos anuales que los operadores de telecomunicaciones deben realizar por el uso y aprovechamiento de este recurso.
“México está nuevamente en un punto de inflexión donde los formuladores de políticas públicas, en particular esta Cámara de Diputados y la de Senadores tienen un rol protagónico para lograr aumentar la conectividad en el país”, indicó Alexia Lee González, analista de políticas de Telecomunicaciones de la OCDE.
La especialista refirió que si bien México realiza procesos de licitación para colocar espectro radioeléctrico en manos de los operadores de telecomunicaciones, tiene un esquema híbrido en el que por un lado tienen que realizar en una sola exhibición el pago de la contraprestación por el otorgamiento del título de concesión, y por otro, los pagos anuales que están determinados en la Ley Federal de Derechos (LFD) por el Congreso de la Unión.
“Esto no es una práctica común en los países de la OCDE, y distingue a México en eso. Tener cuotas anuales de espectro, más la licitación no es lo mismo que ciertos países que determinan el valor total de la subasta y luego le dan la posibilidad a los jugadores de hacer anualidades de sus pagos”.
De hecho, expuso, en los últimos años se han aumentado sustancialmente los pagos anuales, lo que ha provocado consecuencias en la estructura del mercado móvil y también ha tenido incidencia en los resultados de las subastas de espectro.
“El camino recorrido y los frutos obtenidos por la reforma no se pueden dar por sentados, al contrario, hay que hacer esfuerzos para seguir dando ese ímpetu a los cambios en beneficio de todos los mexicanos y las mexicanas, el futuro está en sus manos y me atrevo a decir que también el presente”.
Por ello, es que cualquier paso que se dé en el Poder Legislativo para reducir la carga del sector telecomunicaciones, que es neurálgico para la economía del país, será imprescindible para cerrar las brechas digitales, para reducir la pobreza, y aumentar el desarrollo económico.
“Cualquier paso que se dé para fomentar el despliegue de infraestructura, ayudará a reducir los fondos públicos necesarios para complementar los esfuerzos para cerrar realmente la brecha digital y esto es importantísimo en un ambiente de austeridad económica y sabiendo que de manera general los fondos públicos tienen un alto costo de oportunidad”.
La velocidad de la transformación digital requiere que México conserve el dinamismo de la reforma constitucional y que realmente busque mantener un regulador fuerte e independiente en el sector telecomunicaciones.
Por su parte, Daniel Ríos Villa, vicepresidente nacional de Telecomunicaciones de la Canieti, dijo que el pago de derechos por el uso del espectro radioeléctrico es tan importante que impacta directamente en los costos que tienen los operadores para desplegar la infraestructura necesaria para brindar cobertura y servicios que hoy ya son reconocidos como vitales.
“Cuando no se administra correctamente y los costos no reflejan la realidad del mercado, sólo pasa una cosa: se quedan desconectadas 30 millones de personas. Esto es resultado, entre muchas otras cosas, que el espectro no esté donde debe estar”.
El integrante de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti), refirió que México tiene un mercado muy especial, pues es probablemente el más concentrado del mundo ya que el operador más grande es cuatro veces más grande que su siguiente competidor, y además, es donde las frecuencias de espectro son las más caras a nivel internacional.
“Si un operador, que tiene cierta cantidad de espectro para ofrecer servicios 4G, operara en Alemania con esa misma cantidad de espectro, le costaría cinco veces más, y si nos vamos a Brasil, sería 10 veces más caro, entonces el ticket para entrar a México como un operador móvil, nos dice que no somos los más competitivos”.
Sin embargo, este recurso no sólo es el más caro en términos absolutos, sino también en términos relativos, es decir, el operador más grande paga más o menos 3.0 por ciento de sus ingresos y los de menor escala, alrededor del 14 por ciento.
“Ahora que está de moda el Checo Pérez, sería como arrancar una carrera 12 segundos después. Eso hace que el espectro sea caro en términos absolutos y aún más caro en términos relativos”.
En opinión de Ríos Villa, la conectividad es lo que México necesita para cerrar las brechas de desigualdad y pobreza; tan es así que diversos estudios demuestran que si se lograra incrementar los servicios móviles en sólo 1.0 por ciento, el ingreso promedio de la población crecería alrededor de 1.2 por ciento.
“Cuando las personas logran usar computadoras y realizar más tareas a través de la tecnología, su salario sube alrededor de 5.0 por ciento y esto tiene que ver con el desarrollo de habilidades digitales, si se cierra la brecha de adopción, se cierran las otras asociadas como la de salud, educación e incluso esperanza de vida”.
Hoy más que nunca, añadió, se debe tener claro que conectar ayuda a recaudar más, ya que el propio impulso a la conectividad contribuye a que en el largo plazo y de una manera más sostenible, la recaudación se incremente porque se logra que las personas sean más productivas y que los salarios y el consumo se incrementen.
“20 años de costos de derechos de espectro que de muy buena manera explican la concentración del mercado, ese desbalance que hoy tenemos y la falta de conectividad, y que no refleja la realidad del mercado”.
Hablar de reducir los costos del espectro a precios razonables y competitivos, es referirse a la inclusión y de cómo sumar a todas las personas, porque conectar cierra brechas, “estamos justo a tiempo de que estas brechas no se conviertan en abismos”.
En este contexto, la industria está abierta a participar y aportar las mejores prácticas en un momento crucial para el país en el que no hay que dejar pasar la oportunidad histórica de realizar un valioso y profundo cambio: igualar oportunidades para que todas y todos arranquen desde el mismo lugar, independientemente de donde vengan.
C$T-GM