Aun cuando la conectividad en los hogares mexicanos es tan vital como el agua y la energía eléctrica, no existe una política de construcción de vivienda que fomente el desarrollo de la banda ancha, lo que genera que tanto los desarrolladores como los municipios se coloquen como una barrera al cierre de la brecha digital.
“No contamos con una política de construcción que fomente el desarrollo de la banda ancha, no existe una obligatoriedad en los municipios, o en la parte de los desarrolladores para contar con ductos como se cuenta con drenaje, agua y energía eléctrica”, sostuvo Raymundo Fernández Pendones, vicepresidente estrategia digital de CANIETI.
Al participar en el foro “Vivienda para un futuro conectado”, el integrante de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CANIETI), expuso que la ausencia de una política o norma en nuevos desarrollos, se presta para que los desarrolladores de viviendas, quieran obtener ingresos adicionales.
“El desarrollador no tiene un incentivo en el nivel económico medio-bajo; en el alto obviamente para comercializar, promueve la instalación de fibra óptica, pero inclusive llegan al punto de quererse constituir como intermediarios y quedarse con una participación de los ingresos”.
La Canieti, añadió, se caracteriza por poner siempre sobre la mesa propuestas encaminadas a contribuir con el necesario cierre de la brecha digital en el país, por lo que al hablar de un futuro conectado que ponga en el centro a la vivienda, es necesario impulsar una política de orden y fomento en materia de despliegue de infraestructura.
En ese sentido, una de las alternativas que la cámara vislumbra es trabajar de la mano de organismos como el Infonavit para que desde el inicio de un desarrollo inmobiliario se considere la infraestructura subterránea de ductos, pedestales y registros.
Esto, de una manera coordinada y con una norma nacional para construcción subterránea que permita un cuatriducto para uso de las compañías que proporcionan el servicio de la comunicación fija, lo que asegura que cada quien invierta una parte.
“Y el Infonavit, a la hora de financiar la casa, obligue a los desarrolladores a que cumplan con luz, drenaje, agua e infraestructura de telecomunicaciones. Esto complementado con un reglamento y política de no cobro del desarrollador, sino de apertura completa para la utilización del ducto”.
Esto permitiría que hacia adelante, México alcance el objetivo de que todas las casas cuenten con el acceso a telecomunicaciones de fibra óptica de manera subterránea y ordenada.
Fernández Pendones también habló de los impedimentos que enfrentan las empresas que proveen servicios de telecomunicaciones en el ámbito del desarrollo urbano municipal, donde incluso, apuntó, “traemos múltiples litigios contra los municipios, con los cuales nosotros vamos ganando, pero nos retrasa poder llegar y nos impide trabajar”.
La desproporción de derechos que los municipios buscan cobrar, es tal que en zonas donde habitan 800 mil personas, el costo anual de mantener una sola red de telecomunicaciones fijas, abarcaría más de 50 mil millones de pesos al año.
“A ese grado ha llegado el impedimento que generan los municipios, es una barrera de tal magnitud que no deja forma que las compañías podamos seguir creciendo y trabajando para cerrar la brecha digital”.
La no exclusividad, es un tema presente en lineamientos: IFT
Por su parte, el comisionado del IFT, Sóstenes Díaz, recordó que los Lineamientos para el Despliegue de Infraestructura establecidos por el órgano regulador, señala que los concesionarios no deben celebrar contratos que contengan cláusulas de exclusividad o cualquier otra barrera para instalar o acceder a infraestructura de telecomunicaciones desplegada en inmuebles.
“Con lo cual, los usuarios finales pueden ejercer su derecho a elegir libremente al proveedor de servicios de telecomunicaciones de su preferencia”.
El funcionario subrayó que facilitar los servicios de banda ancha es crítico, sobre todo en el contexto de transformación digital y convergencia de servicios en el que actualmente nos encontramos y que las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) son elementos esenciales para la economía y la sociedad en su conjunto.
“Su impacto es tan profundo que no hay sector de la economía que no se vea beneficiado de una u otra forma por ellos, y a medida que más personas tengan acceso a servicios de banda ancha, el impacto en cada uno de estos sectores será cada día mayor”.
C$T-GM