Conectividad y competencia, asignaturas pendientes.
De cara al inicio de una nueva administración federal, las autoridades de los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión tienen el desafío de repensar el diseño institucional sin que ello implique generar burocracia innecesaria mediante la creación de nuevas dependencias o «dobles ventanillas», señaló Aleida Calleja.
«En lugar de pensar en ampliar burocracia repensemos lo que tenemos, porque lo que hay no está nada mal, hay que revisar el diseño institucional, ¿qué le toca a quién?, incluso ver qué es lo que está en ley pero que no se ha hecho, hemos tenido omisiones regulatorias», dijo la coordinadora de Advocacy del Observatorio Latinoamericano de Regulación, Medios y Convergencia (Observacom).
A pregunta expresa sobre la conveniencia de crear una secretaría de Estado dedicada exclusivamente al impulso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), como lo propone la Canieti, la especialista comentó que de acuerdo con lo que se ve en la experiencia internacional, ese paso no sería el idóneo.
«Eso de crear una secretaría TIC me mete un poco de ruido, no sé si lo que sirva sea ampliar la burocracia o repensar el diseño institucional entre lo que le toca al Ejecutivo y al IFT, yo pensaría más en una instancia coordinadora, veo la experiencia en otros países de América Latina y el paso no necesariamente es crear un ministerio TIC. El sector va tan rápido que cualquier regulación se queda atrás».
En opinión de la también integrante del Consejo Consultivo del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) comentó que el cambio de gobierno es una oportunidad para que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) se convierta en una dependencia más abierta.
«La SCT es una dependencia que se ha caracterizado por no ser muy abierta, por llevarse el tema técnico sin asumir que todas las decisiones de este tipo tienen profundas implicaciones políticas, en ese sentido esperaría que tuviéramos por supuesto un órgano técnico robusto pero también un órgano que abra más los oídos y su diseño a lo que tiene que ver con la igualdad, la justicia, y el ejercicio de derechos».
Para Calleja, existen temas que deben tener un lugar prioritario en la agenda sectorial como las obligaciones de cobertura para las operadores de telecomunicaciones, así como la elaboración y publicación de métricas de eficiencia espectral.
«Cómo vamos a resolver el tema de la cobertura si no se plantean obligaciones para los operadores o cómo vamos a saber si los operadores están haciendo un buen uso del espectro si ni siquiera tenemos las métricas de eficiencia espectral, se supone que el IFT tendría que hacerlas desde la ley de 2014 está establecido así».
Con relación al equipo que acompaña al próximo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en materia de telecomunicaciones y radiodifusión, Aleida Calleja dijo que personajes como Javier Jiménez Espriú y Abel Hibert ofrecen certeza al mostrar que tienen claros los avances, pero también los pendientes.
En ese sentido, la cobertura de servicios, la inclusión digital y la competencia son temas en los que si bien se han dado pasos importantes, es necesario redoblar esfuerzos y atender los rezagos que aún existen; por lo que el conocimiento y la voluntad política serán fundamentales.
«El tema de la agenda nacional digital con Peña Nieto fue una desgracia, tenemos muchos desafíos en términos regulatorios y de política pública para discutir y pensaría que hay voluntad para hacerlo por parte del nuevo gobierno».
En materia de competencia, dijo que es necesario revisar los muchos pendientes que se registran en el sector de la radiodifusión, donde el «status quo» prevalece de manera significativa en mercados clave como la televisión de paga.
«El IFT tiene autonomía constitucional pero hay una parte en términos del diseño institucional legal en el que tiene que coordinarse con el Ejecutivo, yo esperaría que éste refuerce al regulador en su autonomía, sobre todo porque se vienen algunos cambios al interior del Pleno, y ojalá que el Ejecutivo tenga una conducta distinta a la que tuvo Peña Nieto que se caracterizó por buscar la captura de ese órgano».
Para la especialista, contar con una agenda equilibrada es un elemento clave que debe ponerse a consideración en las mesas de trabajo que se realicen entre los actores del mercado y los representantes del nuevo gobierno.
«Valdrá la pena ver que en esas mesas de trabajo haya diferentes actores, no solo las empresas, sino también las organizaciones, los especialistas, los regulados más carentes de poder, es muy importante que el gobierno abra los oídos a todos. Sin duda es un sector complejo con muchos grupos e intereses y hay que guardar una agenda regulatoria equilibrada, ese es el gran reto».
C$T-GM