Aunque en América Latina y el Caribe, las redes 4G y 5G continúan avanzando, persisten obstáculos y barreras de regulación que agudizan los “cuellos de botella” de capacidad en las redes y los problemas de la brecha digital, escenario que exige una revisión a los marcos regulatorios para corregir prácticas o normativa obsoleta, destaca un reciente reporte de 5G Americas.
“Las telecomunicaciones son una actividad regulada en la que se necesitan autorizaciones para acceder a insumos esenciales como el espectro radioeléctrico o para instalar infraestructura, por lo que los marcos normativos, regulaciones y políticas públicas han de garantizar un mercado digital equilibrado que fomente la aparición de nuevos modelos de negocio en un entorno favorable a la inversión”.
En el documento “Modernización de marcos regulatorios”, 5G Americas refiere que la industria de las telecomunicaciones, organizaciones multilaterales como la ONU, la OCDE y el BID han identificado barreras al despliegue de infraestructura de red móvil, así como la necesidad de removerlas para promover el cierre de la brecha digital y el acceso a Internet, sobre todo en un contexto en el que esto último comienza a ser considerado en algunos países como un derecho humano o un servicio esencial.
“Remover barreras o normativa obsoleta puede requerir reformas de las leyes e instituciones fundamentales o cambios más puntuales a reglamentos y regulaciones, junto con la adopción de nuevas políticas públicas”.
En el documento se analizan las reformas o políticas adoptadas por diversos países para la normativa considerada como obsoleta o que generan barreras para el desarrollo de las telecomunicaciones.
En específico, se muestran casos de Brasil, Chile, Colombia, Perú y México que incluyen creación de reglas diferenciales para small cells, intercambio de pagos de espectro por inversiones, reducción de tasas impositivas, modernización u homologación de procesos para autorizaciones de infraestructura, compartición de infraestructura, reformas a los regímenes de licencias (servicio y espectro) y modernización de instituciones.
Asimismo, se presentan las iniciativas públicas enfocadas en el desarrollo de redes 5G puestas en marcha en 15 países de la región que incluye la identificación y reserva de espectro, planes para fomentar la transición tecnológica y demostración de casos de uso 5G.
“Esta clase de iniciativas deben ser complementadas por la mejora regulatoria y eliminación de barreras en áreas fundamentales de las telecomunicaciones relacionadas a las autorizaciones de infraestructura, los modelos de administración del espectro y las tasas aplicables al sector”.
A nivel regional, las redes 5G se comenzaron a desplegar desde 2019 y para julio de 2024 existían 47 redes de este tipo, además de 132 redes 4G LTE. De hecho, datos provistos por Omdia a 5G Americas sugieren que las suscripciones 5G de América Latina y el Caribe alcanzarán los 501 millones para 2028, lo que implica que 5G se convertirá en la segunda tecnología móvil de la región para 2026.

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