México es el único país del mundo donde en el pasado hubo más espectro radioeléctrico disponible para el servicio móvil que en el presente “a los hechos hay que remitirse”: Telefónica fue clara cuando en su momento tuvo que devolver el recurso que tenía concesionado y es público que la recaudación recogida por la Secretaría de Hacienda con base en la Ley Federal de Derechos ha sido menor en el último año.
Lucas Gallito, representante para América Latina de la GSMA, fue claro en advertir que los altos precios del espectro en México generan “la tormenta perfecta: los usuarios experimentan menor calidad, los operadores tienen menos capacidad de ofrecer servicios innovadores y el gobierno recauda menos”.
El pasado 30 de octubre, la CRT publicó una “Nota Metodológica” en la que señala que el precio del espectro en México, tomando en cuenta el promedio (la media) de la muestra, se encuentra 7.0 por ciento por debajo del promedio internacional de las bandas AWS/PCS, 2.5 GHz, 3.5 GHz y 850 MHz, y 27 por arriba si se considera la mediana.
Entrevistado en el México Digital Summit 2025, el representante de la GSMA recordó que desde hace por lo menos 10 años, esta asociación ha analizado los precios del espectro en México “y nuestro último estudio demuestra que el precio sigue siendo de los más caros de la región”, incluso midiéndose como la capacidad de generar negocio.
Lo que se ha encontrado, dijo, es que tal vez “la mejor política pública para la inclusión que puede haber en México es tener precios del espectro compatibles con más inversión”, lo cual hasta ahora no parece estar presente.
“En nuestro último análisis demostramos que si el precio del espectro estaba a los niveles promedio de América Latina hoy tendríamos más de 5 millones de mexicanos con cobertura de banda ancha móvil”, destacó.
Aseguró que el tema del precio del espectro es una discusión muy amplia, pero en todo caso, el hecho de que los operadores de telecomunicaciones obtengan descuentos en el precio de este recurso a cambio de despliegue de infraestructura, “puede ser una punta a explorar”.
No obstante, el caso de México es particular, hasta el 90 o 93 por ciento del precio del espectro se compone de los pagos anuales y por lo tanto “no hay mecanismo econométrico como lo es la subasta para extraer el mayor valor por los diferentes agentes económicos”.
“México es una rareza, donde el mayor porcentaje que se paga es por los costos anuales y no por el guante como lo es en general, donde es a la inversa: 90 por ciento del costo del espectro es el guante o la subasta y después puede haber hasta el 10 por ciento de cánones anuales que pueden servir para controlar el espectro”.
Recordó que es público y notorio que lo que ha recaudado la Secretaría de Hacienda por la Ley Federal de Derechos ha sido menor en el último año, que en los anteriores, derivado de la devolución de espectro. “Me parece que está a la vista el impacto que esto tiene”.
C$T-GM







































