Regulador debe basar decisiones en evidencia.
La competencia en los mercados donde se pretende flexibilizar la regulación de tarifas del servicio de acceso indirecto al bucle local, tiene que verse reflejada y medirse con base en el número de ofertas que reciben los hogares, la calidad de éstas y cuántos operadores están utilizando de manera efectiva la infraestructura de “última milla” del Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones (AEPT).
Para Alexander Elbittar, director del Programa Interdisciplinario de Regulación y Competencia Económica (PIRCE) del CIDE, en el análisis que realiza el IFT para determinar si existen zonas geográficas en las que Telmex podría tener libertad tarifaria, se establece una serie de requerimientos con respecto a cobertura; sin embargo, hay una importante diferencia entre la existencia de oferta variada y lo que los hogares realmente reciben.
El 14 de junio próximo concluye el periodo de consulta pública del documento que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) puso a disposición del público en general para determinar si es viable autorizar al AEPT libertad tarifaria en 63 municipios donde dejó de ser el único prestador del servicio de Banda Ancha Fija.
Al respecto, el especialista pidió abordar el caso con prudencia y tomar decisiones basadas en evidencia, más que en criterios abstractos; para lo cual es necesario contar con estadísticas y datos que contribuyan a argumentar los pasos regulatorios que se darán.
“Un porcentaje no debería ser el único criterio, tiene que haber una noción de la competencia efectiva, porque así lo dicta la ley, y que la evidencia sea lo más contundente posible respecto a las posibilidades de que efectivamente haya competencia en esos mercados… Para levantar una regulación de esta naturaleza se tiene que dar la posibilidad a otros competidores para que tengan acceso a ciertas localidades”.
Un elemento fundamental al hablar de competencia efectiva, expuso, es recordar que el propósito de la separación funcional de Telmex es crear competencia en el acceso, por lo que la pregunta que debe responderse es cuántos y cuáles operadores finalmente han logrado aprovechar esa última milla que se brinda a través de la infraestructura que ya existe del preponderante.
“Sé que en el análisis del IFT se cita la experiencia inglesa, pero si se revisa el caso como Openreach, que es muy similar a la red nacional de última milla, se ve que para el momento en que se inició ese levantamiento había un porcentaje muy significativo de operadores competidores de British Telecom que ya usaban esa infraestructura, entonces sí había condiciones de competencia para ese nivel”.
Si bien lo deseable, añadió, es que cada operador despliegue su propia infraestructura para llegar a los hogares y que la visión “facilities-based competition” es fundamental en cualquier segmento de mercado, se debe recordar la complejidad que trae la duplicación de infraestructura y que por ello se planteó la separación funcional.
En opinión del catedrático del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), “el diablo está en los detalles” y el hecho de que existan más operadores que presten un servicio no es argumento suficiente para apostar por otorgar libertad tarifaria al preponderante, sobre todo si no se puede señalar qué porcentaje de hogares reciben al menos dos o tres ofertas.
“Mientras no tengamos una idea clara de quiénes se están conectando, quiénes están llegando a los hogares, quiénes están compitiendo por el consumidor infra marginal, que es al que no le está llegando la conexión y es el que está sujeto a un sólo tipo de oferta, no podemos hacer un análisis avalado por datos”.
Si en este momento, que se plantea la posibilidad de que el AEPT pueda determinar libremente las tarifas del servicio de acceso indirecto al bucle local en 63 municipios del país, no es posible asegurar que 80 por ciento de los hogares reciban al menos dos ofertas, entonces no se puede sustentar una flexibilidad regulatoria.
“El día que alguien pueda asegurar que 80 por ciento de los hogares reciben al menos dos ofertas, que se levante la regulación. Mientras tengamos que se están repartiendo el mercado en 30, 30 y 30, tenemos monopolios separados en una localidad, eso hace que el usuario esté sujeto a que lo explote un Izzi, el preponderante o Megacable, por decir ejemplos, lo que se necesita es que entre ellos se dé esa competencia”.
Aportar ideas “es tarea de todos”; concurso de ensayo.
La regulación asimétrica impuesta al AEPT es un tema clave para entender el mercado mexicano de las telecomunicaciones, y en el caso específico de una eventual flexibilización de medidas, resulta ser materia prima de análisis en el ámbito académico.
Por ello, el PIRCE del CIDE promueve, en conjunto con el Centro-i para la Sociedad del Futuro, el TEC de Monterrey, la Universidad Panamericana, el ITAM y la International Chamber of Commerce México, el Primer Concurso de Ensayo sobre Regulación Económica.
“Estamos promocionando este concurso de ensayo donde estudiantes de licenciatura y de maestría hagan propuestas respecto a la regulación asimétrica, y en este caso en particular sobre la regulación tarifaria. Dar ideas de cómo resolver este problema es tarea de todos”.
Alexander Elbittar subrayó que gracias a su perfil técnico, el IFT se ha desempeñado como una de las instituciones más importantes de América Latina y el mundo; y no puede dejar de avalar sus decisiones en datos, información y evidencia.
“Necesitamos tener una cultura de evidencia y no una perspectiva ideológica…esto lo digo en preponderancia en materia de telecomunicaciones, pero también en radiodifusión, sí creo que tiene que haber una cultura de más evidencia y menos de prejuicios, esto no quiere decir que no deba haber ideas revolucionarias, sino que se orienten al propósito de ver lo que está ocurriendo”.
C$T-GM