La discusión del dictamen de la Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión, se erige como la oportunidad para superar los errores del pasado en México, donde la convergencia digital se abordó más como una extensión del pasado, que con una visión estratégica del futuro.
Así lo señala Ricardo Zermeño González, director general de la consultora Select, en su Reporte Tecnología y Negocios, donde recomendó fomentar y regular todo el ecosistema digital y no sólo las telecomunicaciones.
En un amplio análisis del contexto que se enfrenta y los errores que se cometieron en el pasado, advirtió que “la rigidez de la regulación, las inversiones en redes con tecnologías anteriores y la resistencia al cambio, impidieron que las empresas establecidas reinventaran sus negocios”.
Complementario a ello, con el auge de la Inteligencia Artificial, “el ecosistema digital se encuentra ante otro cambio de época de oportunidades ilimitadas”, por ello, el especialista recomienda “aprender de nuestro pasado y de otros países para definir políticas de fomento y regulación flexibles con visión estratégica de futuro que impulse el desarrollo de México”.
Tras ponderar el valor de discutir el dictamen en el Senado con la participación de Múltiples actores del sector, recomendó también “reconocer las implicaciones de la convergencia del cómputo y las telecomunicaciones en la formación de un ecosistema digital”, para garantizar una transformación completa de los modelos de negocio ante un cambio de época.
Recordó que conforme avanzaron los años 90 y la primera década de este siglo, con el avance de la tecnología, las empresas trataron de perpetuar regulación y modelos de negocio que hacían sentido en las condiciones de entonces, sin considerar que las nuevas tecnologías operarían cambios de fondo.
Tal fue el caso de la telefonía fija, que se trató de proteger como esquema de negocio a través del llamado Triple Play, donde se ofrecían servicios de telefonía fija, televisión restringida e internet, pero ahora, con el avance tecnológico, ya no tiene sentido.
Por el contrario, cuanto más avanza la tecnología, las empresas de nueva creación surgen en principio libres de regulación y compiten con empresas establecidas, que continúan siendo restringidas por los entes reguladores.
Esta asimetría dura hasta que los reguladores reaccionan, como es el caso de las Fintechs e InsurTech que hoy ya son sujetos a diversos tipos de reglas.
“Es importante que la nueva regulación del ecosistema digital termine con esta asimetría que limita la competencia y la innovación. Los OTTs compiten directa o indirectamente con los operadores de telecomunicaciones, pero necesitan de sus redes y, por lo tanto, se debe promover la cooperación y las sinergias que fortalezcan el ecosistema digital para atender las necesidades del país”.
El gran reto ahora es no repetir la inercia con los OTTs, IA en el borde y las redes abiertas, pues “si los reguladores y los incumbentes tardan otra década, la ola los volverá a revolcar, esta vez sin las salvavidas del teléfono fijo”, que en su momento sirvió para mantener por algún tiempo el esquema de negocio.
En las condiciones actuales “existe una intensa competencia y a la vez, cooperación entre todos los tipos de negocios que participan en este ecosistema al grado que en inglés se acuñó el término coopetición” para describirlo.
Esta idea debe permear la creación de leyes que permitan hacer todo un ecosistema digital y no se limite únicamente a las telecomunicaciones.
Sobre las discusiones en torno a la Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión, el especialista destacó que “con justa razón se han externo preocupaciones como la pérdida de autonomía regulatoria, la falta de un cuerpo técnico colegiado y mecanismos de gobernanza, transparencia y auditoría”.
También se argumentan otras cosas importantes como la falta de certeza jurídica e incumplimiento de acuerdos contenidos en el T-MEC que desincentivan la inversión y por eso se apunta a una regulación equilibrada que preserve la autonomía, fomente la competencia y la innovación, proteja derechos y garantice la inclusión digital, evitando la concentración excesiva de mercado y asegurando certeza jurídica para el desarrollo del sector.
Todas estas características, ampliamente planteadas en los conversatorios a los que llamó el Senado, son sin duda esenciales, pero se deben complementar con una visión de futuro y de ecosistema, para no restringirlo sólo a una parte.
C$T-GM