Alentó el crecimiento de esta industria
Durante la administración de Barack Obama las telecomunicaciones registraron un floreciente y espectacular crecimiento que generó transacciones por 242 mil 391 millones de dólares, distinguiéndola con el resto de las naciones, incluso las desarrolladas; en la era Trump la incertidumbre y proteccionismo podrían significar un antes y un después en la tendencia de desarrollo de este importante sector.
Lo anterior debido a que lo que ocurre en Estados Unidos en materia de regulación y desarrollo de comunicaciones se toma como referente en la configuración de fusiones y alianzas que se caracterizan por dar luz verde a la consolidación de empresas hacia la convergencia, la integración de operaciones y la creación de condiciones corporativas hacia un entorno más competitivo a nivel mundial en “función del interés público”.
Para poner en contexto las tendencias que impone la nación norteamericana en el desarrollo de infraestructura y despliegue de redes de nueva generación, dirigidas a una mayor integración de servicios, está mencionar que las suscripciones de telefonía fija por cada 100 habitantes decrecieron sustancialmente en EU, al pasar de 53.08 por ciento al inicio de la “era Obama”a 37.52 por ciento en 2015.
De acuerdo con el equipo de análisis e investigación de Mediatelecom, ese dato se puede tomar como tendencia de que la telefonía fija está siendo desplazada por la comunicación móvil que durante el periodo de Obama, alcanzó una penetración de 117.59 por ciento en comparación con 85.21 por ciento que se tenía en 2008. Es decir, las comunicaciones son cada vez más móviles, tanto de voz como de datos.
Simultáneamente, conforme a esa tendencia, la empresa de video en streaming Netflix pasó de tener 23.5 millones de suscriptores globales en 2011 (cuando la compañía comenzó a informar cifras) a 93.7 millones al término de 2016.
En sólo cinco años Netflix añadió 70 millones de suscritores globales, una cifra que desata todo tipo de pronósticos sobre el futuro de la televisión y, en general, de la industria audiovisual en el mundo. Claramente, la tendencia es hacia un incremento en el consumo de video en línea a través de multiplataformas. El caso de empresas Over The Top como Netflix es un ejemplo nítido que no significa la muerte de la televisión pero sí la transformación de su modelo de negocio tradicional.
Mediatelcom señala que durante el periodo analizado (2008-2017), se observa una Unión Americana plenamente conectada, con elevada penetración de smartphones, despliegues notables de redes 4G-LTE y el arranque hacia redes de quinta generación (5G) para nuevos servicios e infraestructuras para el Internet de las cosas, ciudades inteligentes y autos conectados. Es decir, se mantiene a la vanguardia en inversión de infraestructura estratégica de banda ancha como motor de desarrollo económico.
En este contexto es de destacar las subastas de espectro que realizó la FCC para ampliar los servicios móviles e incrementar la competencia en otras industrias como la radiodifusión y los satélites. Casi 43 mil millones de dólares recaudó el gobierno de EU por concepto de subastas de espectro para servicios móviles y de radiodifusión, además de que se detonaron las redes sociales, el crecimiento de los OTT y la emergencia de las startups.
Sin embargo, para los analistas de Mediatelcom, un escenario de mayor regulación transfronteriza bien podría ser el inicio de una guerra tecnológica de baja intensidad en la búsqueda de nuevos mercados y consumidores, pues ante la llegada de Trump persisten muchas interrogantes sobre el futuro de la economía digital.
¿Cambiará el enfoque de la regulación? ¿Favorecerá las fusiones y consolidaciones? ¿Aplicará mayores controles a la seguridad cibernética? ¿Defenderá a las empresas de Internet que encuentran obstáculos para su expansión y modelos de negocio en países como Europa, China o India? ¿Qué nuevos desarrollos e innovaciones aparecerán en los siguientes cuatro años?, ¿Cuando se tienen previstos los primeros lanzamientos comerciales de 5G?
Estas son sólo algunas cuestiones sobre un futuro digital que ya nos alcanzó y que durante los ocho años de la “era Obama”, germinó, creció y floreció, concluye el estudio.
C$T-EVP