México tiene grandes y amplias oportunidades de atraer proyectos productivos dentro del esquema denominado nearshoring, sin embargo, especialistas coinciden en señalar que antes, el país debe orientarse a desarrollar y modernizar la infraestructura crítica del país, lo que exigiría una inversión equivalente al 3.0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, es decir, poco más de 900 mil millones de pesos.
Y es que si bien, dentro y fuera del país se reconoce el potencial nacional en proyectos vinculados a la relocalización de empresas, también es claro que se deben resolver grandes ausencias en materia de desarrollo y modernización de infraestructura, en energía, conectividad, agua, transporte, carreteras, puertos, aeropuertos y parques industriales, por mencionar algunos de los obstáculos que inhiben la llegada de nuevas oportunidades.
Abel Hibert, VP Adjunto de Asuntos Públicos en AT&T México, detalló que en la historia económica de México, en distintas ocasiones se ha buscado una ventana de oportunidad, incluso se ha llegada a pensar que “ahora sí, ya la hicimos”, como fue el caso del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), el cual tuvo éxito pero sólo aportó beneficios a las entidades federativas que mejor infraestructura, estímulos y mano de obra ofrecieron.
Al participar en el M360 LATAM, organizado por GSMA, el ejecutivo detalló que eventos geopolíticos como el conflicto armado entre Rusia y Ucrania, o incluso la misma pandemia han generado oportunidades para que el país despunte económica y comercialmente, pues antes de estos temas, había una gran cantidad de empresas globales interesadas en llevar su operación al mercado asiático, pero el factor “cercanía” influyó en muchas decisiones de inversión.
Actualmente en el mundo hay grandes oportunidades de diferentes proyectos de inversión que se están definiendo, México tiene una gran oportunidad, con varios diferenciadores que le dan cierta ventaja como el T-MEC, un Banco Central que ha sostenido su independencia en el combate a la inflación y estabilidad monetaria, disciplina en sus finanzas públicas, combate a la evasión fiscal, así como la reorganización del gasto público hacia programas sociales y sobre todo el control del déficit fiscal y contención de la deuda pública.
“Pero las solicitudes que hacen las empresas para definir si mueven sus procesos productivos al país, está la posibilidad de contar con 5G, conectividad en un futuro próximo, servicios de Nube y data, pero sobre todo temas como resolver la inseguridad que afecta los costos de operación en México, pues esto representa una sobrecarga”, detalló.
Se trata de empresas que tienen procesos automatizados y robotizados, es decir, una industria que toma como elemento crítico la infraestructura en telecomunicaciones, la conectividad que hay en el país, lo que explica por qué sólo 16 por ciento de las empresas en México se han visto beneficiadas por proyectos de nearshoring, precisó Edgar Olvera, moderador del panel “Infraestructura, nearshoring y nuevas inversiones en México”.
El especialista precisó que al interior de este porcentaje citado, las empresas más beneficiadas por el nearshoring -algo de manera incidental, no planeado-, son las empresas ubicadas en el norte del país, en un 19 por ciento; las del centro norte, con 14 por ciento, las del centro del país en 15 por ciento y otras organizaciones ubicadas en el sureste, sólo con un 11 por ciento a las que les llegó alguna oportunidad.
Datos del Banco de México muestran que luego de los dos eventos mundiales, la pandemia y el conflicto armado entre Rusia y Ucrania surgió la necesidad de relocalizar las cadenas productivas, así como el abasto hacia las grandes cadenas productivas, sobre todo de muchos insumos y equipos provenientes de Asia.
Se trata de necesidades de abasto que abren para México grandes oportunidades a través de aprovechar de mejor manera la sociedad que tiene con Estados Unidos y la cercanía de sus fronteras, partiendo de políticas públicas mejor estructuradas (es cuando nace el planteamiento de mercado estadounidense del nearshoring).
El sondeo realizado por el banco central permitió conocer que al menos 16 por ciento de las empresas manifestaron que ya tenían beneficios por la necesidad de empresas de Estados Unidos de tener cerca una cadena de suministro (nearshoring).
Es decir, temas de abasto con empresas establecidas en Estados Unidos de algunas que ya obtenían sus productos, pero que a raíz del déficit de proveeduría de Asia incrementaron sus pedidos, se trató más o menos de 7.0 por ciento de empresas mexicanas.
“Entre 4.0 y 5.0 por ciento de las empresas encuestadas manifestaron que ya tomaron la decisión de trasladar sus operaciones a México, empresas extranjeras que decidieron mudarse a México. Un 6.0 o 7.0 por ciento fueron empresas que ya estaban establecidas en México pero que eventualmente están ampliando su capacidad para poder atender las demandas futuras próximas y futuras del mercado norteamericano para proveeduría”, precisó.
Otro dato interesante es cuáles son los factores más importantes para decidir migrar a México: el primero fue la cercanía con EU, prácticamente 80 por ciento de las empresas encuestadas señalaron que aprovecharían este elemento; el 48 por ciento señaló que México representa una gran oportunidad para el nearshoring porque el nivel de salarios es muy competitivo.
Entre 48 y 50 por ciento consideraron que la fuerza laboral es calificada, pero hay que ampliarla, además hay otro 45 por ciento de las organizaciones encuestadas que dijo que la disponibilidad y existencia de infraestructura en todos sus componentes: energía comunicación, etcétera.
Quedó claro que la inexistencia de infraestructura, representaría un desincentivo para migrar su operación a México y un último aspecto muy importante estuvo relacionado con el Estado de Derecho, el cual de no garantizarse, 60 por ciento de los encuestados, admitió que inhibiría su cambio de mercado.
Fue claro también que el desarrollo de las telecomunicaciones debe acompañar el impulso de inversiones en la industria automotriz, aeronáutica, en parques industriales, puertos, aeropuertos, todos ellos con amplias oportunidades de crecer a través de esquemas nearshoring.
C$T-GM