Exigirá esfuerzo sin precedentes del sector Público-Privado.
En el mundo existen alrededor de 3 mil millones de personas sin acceso al servicio de Internet (casi la mitad de la población adulta mundial), integrarlos exigirá una inversión calculada en 428 mil millones de dólares, señala el estudio más reciente de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) «Conectando a la Humanidad: Evaluación de las necesidades de inversión para conectar a la humanidad a Internet para 2030».
El nuevo estudio de la UIT detalla las necesidades de flujos de capital que requerirá lograr una conectividad de banda ancha universal para las personas de diez años en adelante, una tarea que se busca completar hacia el 2030, objetivo ambicioso e importante desafío de inversión en infraestructura.
«Lograr la inversión necesaria para que todas las personas estén en línea para fines de esta década requerirá un esfuerzo concertado y sin precedentes de los sectores público y privado. El nuevo estudio Conectando la Humanidad dirigido por la UIT es la hoja de ruta necesaria que guiará a los responsables de la toma de decisiones en el camino hacia tecnologías y servicios digitales accesibles, asequibles, confiables y seguros para todos», indicó Houlin Zhao, Secretario General de la UIT.
El documento analiza costos asociados para el despliegue de infraestructura, marcos normativos y normativos habilitadores, habilidades digitales básicas que requerirá la población, contenido local tanto a nivel regional como mundial, así cómo los niveles de financiación sin precedentes que exigirá el ampliar redes para todas las comunidades hoy desatendidas.
Estimaciones del organismo multilateral indican que más del 12 por ciento de los desconectados en el mundo vive en lugares rurales y remotos donde es complicado poner en operación redes tradicionales. La brecha de conectividad detectada abarca amplias zonas de África y sur de Asia, donde también se enfrenta una brecha digital de género importante.
«En todo el mundo, más hombres que mujeres utilizan Internet: solo el 48 por ciento de las mujeres, frente al 58 por ciento de los hombres», precisa el estudio de la UIT.
Cerrar la brecha digital en materia de conectividad es un desafío relevante, pues si bien en algunas regiones solo necesitan mejorar la cobertura y los sitios de capacidad existentes, 50 por ciento de la inversión requerida en infraestructura de red de acceso por radio (RAN) tanto en el África subsahariana, Asia meridional y Asia oriental/Pacífico deberá ser totalmente nueva.
«Este objetivo ambicioso, de ninguna manera es inalcanzable… esta nueva e importante evaluación de la UIT proporciona una orientación clara y coherente basada en pruebas para los países que podrá ayudar a acelerar los esfuerzos para llegar a comunidades desconectadas, de modo que la igualdad de oportunidades esté finalmente al alcance de todos», aseguró Doreen Bogdan-Martin, directora de la Oficina de Desarrollo de las Telecomunicaciones de la UIT.
En opinión de los directivos la pandemia del COVID-19 hizo más evidente las desigualdades que existen al interior de los países y regiones, incluso las relacionadas con la calidad, acceso al servicio y la asequibilidad al uso de Internet. El confinamiento ha detonado el uso de servicios esenciales en línea, por lo que «existe un peligro real y presente de que quienes no tienen acceso a Internet de banda ancha se queden cada vez más atrás».
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