Para solucionar los problemas de despliegue de infraestructura de telecomunicaciones en los niveles locales, se requiere una receta de cuatro pasos: establecer un liderazgo político fuerte desde el nivel federal; crear una Ley General y Reglamento de Adopción obligatoria para los 2 mil 477 municipios del país; aplicar de manera universal la Ley de Asentamientos Humanos y Desarrollo Urbano y que todos los costos sean transparentes, razonables y de aplicación general.
“Estas son cuatro cosas que se pueden hacer, pero no se ha querido históricamente, si bien
confiamos en que en unas semanas, desde la Presidencia de la República, las secretarías de
Innovación, Economía, Gobernación y la entidad que se quede a cargo de las telecomunicaciones, asuma esa responsabilidad”, señaló Gabriel Székely, director General de la Asociación Nacional de Telecomunicaciones (Anatel).
Al participar en el “Foro para el desarrollo digital desde lo local”, organizado por el IFT, coincidió con el comisionado Presidente de ese instituto, Javier Juárez Mojica y otros ponentes, en que la transformación digital es un potente motor del desarrollo local, si bien se deben superar algunas barreras que existen y mantienen alejados de ese desarrollo a muchos mexicanos.
Consideró que el tema está sobrediagnosticado; “todos lo conocemos y ha sido estudiado hasta niveles insospechados”, por lo que ahora, “hay que derribar las barreras al desarrollo y por eso la Anatel y Canieti colaboran de cerca para resolver este problema serio que afecta a todo el país”.
Indicó que además de las cuatro claves antes señaladas, también es importante que la industria de las
telecomunicaciones esté unida, porque “las autoridades locales cada vez son más creativas” y mientras tanto hay millones de personas no conectadas porque no se resuelve un tema de todos conocido, pero donde, de seguir la ruta de algunos casos de éxito, se podría tener una Política Nacional para el Despliegue de Infraestructura en Telecomunicaciones donde todos sigan las mismas reglas.
A su vez, Catalina Ovando, directora de Política de Telecomunicaciones y de Radiodifusión de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), recordó que pensar en el despliegue local no es una idea extraña, sino algo indispensable, pues “el mayor número de mexicanos carentes de conectividad está fuera de las ciudades, lo que trunca las posibilidades de desarrollo”.
Las telecomunicaciones son un habilitador de derechos, en la práctica, “las comunidades excluidas de la infraestructura, quedan también al margen de trámites de gobierno ante una sociedad cada vez más digitalizada”.
En su oportunidad, el presidente del IFT, Javier Juárez Mojica, advirtió que “si no hacemos algo y mantenemos baja conectividad y adopción en los niveles locales, sólo se va a incrementar la brecha de ingresos y pobreza, lo que llevará a restringir el desarrollo integral, imponer límites a la productividad y marginar a poblaciones respecto al ejercicio de sus derechos humanos”.
Por ello, superar las barreras del despliegue, -coincidió con Gabriel Székely-, que están sobrediagnosticadas, no es una opción, sino una obligación y señaló que mejorar la conectividad local y generar la alfabetización digital, han formado parte de “una cruzada”, donde la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes y el Instituto Federal de Telecomunicaciones han trabajado en cursos para las Aldeas Inteligentes, proyecto muy reconocido, porque al final, “de eso se trata: de colaborar todos en la misma dirección”.
Sobre el mismo tema, Netzer Gabriel Díaz Jaime, director del Comité de Informática de la Administración Pública Estatal y Municipal, CIAPEM, sostuvo que se está en un momento crucial donde el uso de la tecnología es aliada indispensable no sólo para resolver los desafíos de los gobiernos, sino también para transformar el presente de las comunidades.
Para los estados y municipios, facilitar el despliegue y adoptar las tecnologías de la información y las comunicaciones, puede ser la llave “para democratizar el acceso a sus servicios; fortalecer la participación ciudadana y construir comunidades más resilientes”.
Sin embargo, reconoció que no se debe perder de vista que las soluciones más efectivas surgen cuando se atienden las necesidades de cada región, con respeto a su identidad y su contexto, pero teniendo en cuenta que el crecimiento económico es un objetivo importante, pero lo es más, “que nadie se quede atrás en el proceso de la digitalización”.
C$T-EVP