La entrada de CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos (CFE TEIT) al mercado de los Operadores Móviles Virtuales (OMV) enciende focos rojos en materia de competencia y regulación que deben ser observados y atendidos en línea con lo que establecen tanto el título de concesión de la empresa como la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR).
“La clave es verificar el cumplimiento del título de concesión de CFE TEIT, con todo y sus limitaciones, y que la participación estatal mayoritaria, es decir, la presencia del gobierno en este modelo de CFE TEIT y también en Altán, no esté distorsionando la competencia de manera desfavorable para otros operadores que no tienen ningún tipo de apoyo por parte del gobierno”, opina Michel Hernández, director general de Observatel.
En agosto de 2019 nació CFE TEIT como una empresa productiva subsidiaria de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), creada para proveer el servicio de acceso a internet, sin fines de lucro, a la población del país que no cuenta con dicho servicio.
A finales de ese mismo mes, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) le otorgó un título de concesión única para uso público por 30 años que le permite proveer servicios a nivel nacional, excepto en localidades con conectividad, así como el servicio de Acceso a internet gratuito en Sitios Públicos a nivel nacional.
El título de concesión establece que la empresa sí podrá aplicar el cobro de cuotas de recuperación, siempre y cuando se realice sin fines de lucro; sin embargo, no podrá establecerlas por el servicio de acceso a internet en Sitios Públicos, por lo que en estos espacios, deberá ser totalmente gratuito.
En mayo de 2020, Altán Redes dio a conocer la firma de un contrato para brindar sus servicios mayoristas a CFE TEIT, convirtiendo a esta empresa del Estado en un Operador Móvil Virtual (OMV) de la Red Compartida, alianza que se materializó en días recientes con la presentación de la oferta comercial de CFE Internet que incluye 12 paquetes de prepago para el usuario final.
Conforme a la concesión única que posee CFE TEIT, en julio de 2021 presentó ante el IFT un aviso de inicio de prestación de servicios de telefonía móvil con cobertura nacional que incluye 121 mil 407 localidades.
“Es importante ver cómo se va a verificar el cumplimiento del título de concesión de CFE TEIT porque no puede proveer servicios directamente a los usuarios finales en las localidades donde ya exista conectividad, llama la atención que haya registrado más de 120 mil localidades, no tengo claro que realmente en esas localidades no exista un sólo proveedor de telefonía móvil y banda ancha móvil”, cuestionó el especialista.
Otro punto relevante en el que se debe poner el foco de vigilancia, apuntó Michel Hernández, es garantizar que la participación estatal mayoritaria, que incluso ahora suma los 30 mil millones de pesos que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que se destinarán el próximo año a la tarea de garantizar «internet para todos», no distorsione la competencia en el mercado.
El rol del IFT, como autoridad autónoma en materia de competencia, es clave para garantizar un terreno parejo, sin distorsiones y sobre todo, que sea capaz de proveer servicios de calidad a los usuarios que enfrentan la brecha digital como una limitante de desarrollo social y económico.
“Hoy, CFE TEIT ya es un proveedor más de servicios móviles que por lo pronto está en el mercado de los Operadores Móviles Virtuales (OMV), pero no sabemos si se va a convertir en un operador móvil con participación estatal mayoritaria”, apuntó el especialista.
El director general de Observatel recordó que la Red Compartida, sobre la que CFE TEIT ya ofrece sus servicios, es un proyecto que se diseñó para operar como una infraestructura esencialmente mayorista que tuviera la capacidad de fomentar la competencia en el mercado de servicios móviles a partir del modelo OMV como una vía para aumentar la cobertura.
“Una de las razones por las que se crea la Red Compartida es la distribución de riesgos, es decir, un particular, en este caso Altán Redes, pone las inversiones y asume el riesgo y el gobierno por su parte pone ciertos bienes. Hoy, eso está totalmente desnaturalizado. Altán no logró los hitos de cobertura, el proyecto ha sido lento fomentando la competencia entre los OMV y además, el gobierno está asumiendo el riesgo a través de la banca de desarrollo, que le tocaba al particular”.
Desde la perspectiva de Michel Hernández, lo que más desnaturaliza el proyecto de la Red Compartida es el hecho de que hoy el gobierno participa más activamente con inversiones, y no sólo eso, sino que ahora está montado en la Red Compartida con un OMV que tiene participación estatal mayoritaria, a lo que se suma que el propio Altán ha planteado su interés en dar servicios directamente a los usuarios.
Otro aspecto que debe observarse con atención es si las tarifas que CFE TEIT está dando en su servicio OMV, son replicables por los otros operadores, pues de no serlo, se estarían generando afectaciones importantes que pueden llevarlos a dejar de invertir e incluso a salir del mercado.
“A mayor participación e inversión estatal en este tipo de empresas para prestar servicios, se dan mayores riesgos a la competencia y al principio de neutralidad a la competencia y esto está reconocido en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión. Es el IFT el que debe vigilar que la participación pública o estatal no genere afectaciones a la competencia precisamente a partir de la participación pública”.
C$T-GM