Muchos de los problemas financieros de Altán Redes continúan estando en la demanda de sus servicios que no ha logrado concretar, “lo cual no es un tema nuevo”, por lo que al margen de todos los beneficios que ha logrado obtener, luego de recurrir al concurso mercantil, su desafío más inmediato es “hacer rentable su negocio”.
Además del rescate financiero, lo que Altán ahora tiene a su favor es una prórroga de cuatro años para alcanzar los objetivos de cobertura, pues en lugar de cumplirlos en el 2024, tendrá hasta el 2028; sin embargo, elevar la demanda de sus servicios, se mantiene como un gran desafío, señala Jesús Romo, director general de la consultora Telconomía.
“De lo que se trata es ¿cómo hacer rentable el negocio para poder reparar los créditos?… la idea original del modelo era crecer con el mercado de los Operadores Móviles Virtuales (OMV) o lograr atraer el interés de un carrier que le comprara capacidad, para alcanzar al menos 10 millones de usuarios, pero ninguno de esos supuestos se ha cumplido”, precisó el especialista.
Así, al margen de los recientes nombramientos realizados, del apoyo financiero que ha recibido y del beneficio de ampliar a 40 años su contrato (sin derecho a prórroga), Altán Redes sigue enfrentando el tema de cómo hacer rentable su negocio para reparar los créditos, y con ello lograr que la participación del Estado en la empresa, se vaya diluyendo.
La quiebra para Altán, no era una opción, pues hay un mandato constitucional que obliga tener vigente una red mayorista para aprovechar la banda de 700 MHz, además que la Red Compartida empezó a ser complemento de la operación de CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos, entidad que busca resolver los temas de conectividad en la actual administración.
En las menciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, al tratar temas de conectividad, se hablaba de la Red Compartida, incluso el gobierno federal intercedió para que hubiera un acuerdo de roaming con los operadores tradicionales, lo que habla del acercamiento y la oportunidad que veía la presente administración para no generar una crisis y buscar una opción para avanzar en materia de conectividad.
En opinión de Romo, Altán tiene la oportunidad de resetear su operación, pues los OMV que vieron como mejor opción subirse a la Red Compartida, ahora evaluarán la conveniencia de mantenerse en una red controlada por el gobierno, al ignorar si habrá cambios o modificaciones en la oferta comercial que pudiera pegarle a la demanda de este sector.
“Para este año será importante observar si la demanda de los OMV (creciente en los dos últimos años) modifica la capacidad de Altán, ¿si sigue ahí o aumenta, sí habrá un tema de tarifas mayoristas adecuadas, alguna estrategia de captación, ayudarles al desarrollo de negocio?, pues no hay que olvidar que los OMV han buscado ser cada vez más autosuficientes, definir a dónde van y quien le quieren vender”.
Originalmente Telcel y Telefónica lograron captar un número importante de OMV para venderles su capacidad de red, sin embargo, para el año pasado en la Red Compartida ya operaban 75 por ciento de unos 25 OMV, porcentaje que puede ser mayor porque hay marcas que operan con un operador tradicional y en esta red mayorista.
“Los OMV crecieron mucho en los dos últimos años, pero no tanto para ser suficiente y cubrir las proyecciones de superar los 10 o 15 millones de usuarios que cumplan o se acercarán al modelo de negocio de Altán”.
Ante todo este escenario, es latente que los OMV evaluarán si continuarán con este proveedor (Red Compartida) o si advierten un cambio de panorama que los lleve a buscar opciones en otro lado, algo que se verá con el rendimiento de la compañía en los próximos años.
C$T-EVP