Propiedad cruzada y pluralidad de medios, los pendientes.
A seis años de su nombramiento como comisionada del IFT, el próximo 28 de febrero María Elena Estavillo concluirá su encomienda en el órgano regulador con la convicción de haber sido parte de un equipo de profesionales que «sembró buenas semillas» en un terreno prácticamente estático a lo largo de dos décadas; sin embargo, la tarea es permanente, al igual que el desafío de hacer más con menos.
«Estoy satisfecha de haber sembrado las semillas para seguir avanzando pero también estoy consciente de que hay mucho por hacer… La parte institucional es fundamental porque el mandato es tan amplio que a pesar de todo el trabajo realizado, si hacemos una revisión de lo que dice la ley de telecomunicaciones que tenemos que hacer, hay cosas que todavía no hemos hecho».
Un ejemplo de ello, afirmó, es la realización de un estudio sobre la situación de la propiedad cruzada en el país, así como atender obligaciones en materia de pluralidad de medios; ambos temas de amplia relevancia que se han quedado en el tintero, no por falta de responsabilidad o interés, sino por la ausencia de tiempo, recursos humanos y materiales suficientes.
«En el caso del estudio de propiedad cruzada hay algunos artículos que señalan que hay que tomar algunas medidas cuando se detecta una situación en donde la propiedad cruzada puede afectar la eficiencia de la competencia en un mercado y ahí dice qué obligaciones hay que poner, no lo hemos hecho, y no es por falta de responsabilidad, sino por falta de tiempo, de recursos humanos y materiales porque nuestro mandato es demasiado amplio».
En entrevista con Con$umotic, la comisionada dijo que las obligaciones en materia de pluralidad de medios, es un tema que prácticamente no se ha tocado porque habría que empezar por recabar información, generar indicadores, documentos de respaldo sobre el marco teórico de la pluralidad, «no estamos cruzados de brazos, pero tenemos demasiadas tareas que cumplir».
Ante la perspectiva de que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) no tendrá un presupuesto creciente, ni más manos para trabajar, la solución es aprender a «hacer más con menos» y eso implica realizar cambios en los procedimientos y simplificarlos, tanto para los operadores como para el propio regulador.
«Tenemos muchas responsabilidades de supervisión y cumplimiento de obligaciones, si hiciéramos un catálogo del número de obligaciones que tenemos que supervisar sería un ladrillo… tenemos el reto de simplificar, sistematizar, tener estrategias para dirigir nuestros esfuerzos, y todo eso implica que no podemos hacer algunas cosas como las veníamos haciendo».
En ese sentido, agregó, es fundamental innovar en la gestión de los recursos, por ello resulta tan importante el diseño institucional y contar con una mentalidad abierta para aplicar y entender las teorías modernas de la administración tanto de recursos humanos como materiales, así como usar de manera intensiva las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) para agilizar el trabajo y enfrentar el desafío que impacta dentro y hacia afuera del órgano regulador.
«Yo creo que aún si no hubiera habido este cambio (político a nivel nacional) de cualquier manera hubiéramos tenido el reto de hacer más con menos, por todas estas tareas que tenemos encomendadas y que todo el tiempo están creciendo y a veces hasta surgen ideas de pasarnos más responsabilidades. En esta nueva realidad es todavía más importante este desafío».
Para Estavillo Flores, la competencia económica en el escenario de las telecomunicaciones y la radiodifusión es y ha sido un tema prioritario para el IFT; sin embargo, vale reflexionar sobre el camino que aún se tiene que andar y de cómo echar mano de la Ley Federal de Competencia Económica de manera más intensa.
«Hemos trabajado en muchas acciones en favor de la competencia, la mayor parte de ellas ha sido desde un punto de vista regulatorio, por ello tenemos un marco que facilita e impulsa la competencia, pero las acciones regulatorias no pueden cubrir todo y para eso tenemos la ley de competencia… no podemos hacer un catálogo de todas las conductas que pueden dañar la competencia para prohibirlas en unos lineamientos o en una resolución, para eso tenemos la ley de competencia y la tenemos que usar más intensamente».
En opinión de la comisionada, el Pleno del IFT enfrenta el reto de estar más atento para iniciar procedimientos e indagar si existen prácticas monopólicas absolutas o relativas, para detectar barreras a la competencia, insumos esenciales, y no es que no lo haya hecho pero el grueso de los esfuerzos se han orientado al ámbito regulatorio.
«En la primera parte de nuestra existencia esto era lógico, ese era el faltante… era la prioridad, pero ya que cumplimos y ya que tenemos ese marco regulatorio creo que ahora es muy importante que volteemos hacia la parte de competencia y que empecemos a actuar más intensamente como autoridad de competencia».
C$T-GM