Necesario tener efectiva neutralidad en la red.
Un internet abierto, con mayor flexibilidad y transparencia, con una regulación ex post, además de ampliar la lista de stakeholders (interesados), así como generar condiciones para tener una red segura, estable, confiable, e interoperable son necesidades que cobran vigencia ante la proliferación de propuestas unilaterales que impedirían tener una gobernanza del internet que impulse el desarrollo de la innovación y ponga en primer lugar a los usuarios.
Si bien el modelo multi stakeholder es adecuado, el problema es que las intenciones regulatorias no están coordinadas para esta internet global y están diseñadas bajo la situación “de urgencia”, sin entender la naturaleza abierta del internet; con iniciativas que además entran en conflicto de competencia, advirtió Sissi de la Peña, gerente de Comercio Digital de la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI).
Las iniciativas unilaterales para tratar de regular o imponer algunas normativas proliferan, destacó la especialista, tras indicar que en el contexto de la pandemia el internet ha sido esencial, pero si se quiere seguir manteniendo su naturaleza abierta, libre y transfronteriza, es necesario seguir trabajando de manera colectiva para obtener una mayor coherencia política e interoperabilidad legal.
Explicó que la preocupación por presentar iniciativas regulatorias y que podrían afectar la naturaleza libre, una tendencia en todo el mundo, surge con el fin de intentar abordar temas como los abusos y seguridad en línea, hasta la protección de datos y la Inteligencia Artificial, pero el problema es que estas acciones no están coordinadas por los diferentes actores.
En el panel «El futuro de la red. Reimaginar la gobernanza de Internet», afirmó que la neutralidad de la red debe contar con un marco que garantice que los intermediarios no puedan bloquear, limitar o realizar priorización pagada de tráfico en internet. “La ausencia de protecciones efectivas de neutralidad en la red, la innovación en internet podría verse obstaculizada y la elección del consumidor podría verse perjudicada”.
“Las prácticas razonables de gestión de tráfico deben basarse en criterios técnicos objetivos, bajo los principios de transparencia, no discriminación y proporcionalidad, y no en consideraciones comerciales o subjetivas”.
En el mismo sentido, de dar continuidad al modelo de múltiples partes interesadas (multistakeholders) se pronunció Lucas Gallito, director de Políticas Públicas para América Latina de la GSMA, para quien la internet debe ser segura, estable, confiable interoperable y cuya gobernanza no debería estar a cargo de una sola institución o mecanismo.
El especialista se pronunció por mayor flexibilidad en las regulaciones de los organismos gubernamentales e intergubernamentales, para que no se limite la innovación proveniente de la libertad comercial de los proveedores y la autonomía de los operadores de red para gestionar la calidad de servicio.
“La visión sobre neutralidad, como asociación entendemos que la visión debe ser más amplia, sobre todo con la llegada de nuevos modelos de negocio, que incluso son desconocidos, con lo cual es interesante entender cómo fluye esto”.
Sobre el tema, Víctor Rodríguez, Titular de la Unidad de Política Regulatoria del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), indicó que la cooperación internacional, la discusión transparente y democrática es lo que puede llevar a tener en conjunto una muy buena idea, surgida de varias ideas, de cómo regular, cómo innovar en internet.
En opinión del funcionario, los principios de la gobernanza de internet están vigentes, pero ahora se tienen distintos actores, distintos roles del gobierno, del regulador de telecomunicaciones y de normas como el derecho a la privacidad de datos, temas todos ellos que deben estar inmersos en la discusión.
“La gobernanza de internet no debe restringir ni regular la capacidad de los individuos, ni de las organizaciones para crear y utilizar nuevas aplicaciones o servicios; debemos mantener este ecosistema abierto”.
Recalcó que las decisiones se deben basar en el usuario, quien es el principal actor, pero además se debe ofrecer certeza a los operadores y garantizar el derecho a los ciudadanos de elegir los servicios.
Si bien reconoció que una de las mejores prácticas es tener una visión hacia el futuro y dar certeza a todos los participantes, admitió que hay actividades sensibles que deberían tener ciertos niveles de calidad, como el tema de salud o educación.
Habría que considerar, como sucedió debido a la pandemia, que las propias empresas tomaron acciones, a manera de cooperación para hacer factible que las redes puedan funcionar, pero ésta es “la única manera de que los operadores puedan gestionar ese tráfico y puedan ofrecer diversas soluciones tecnológicas, que otra vez, el centro sea la innovación”.
En su oportunidad, en el mismo foro virtual, Lester García, director de Política Pública, Conectividad y Acceso para América Latina de Facebook, coincidió en que la flexibilidad es un elemento importante en un entorno dinámico y complejo como en el que internet se ha convertido en el vehículo para todo tipo de aplicaciones.
“Un principio fundamental para Facebook es la flexibilidad regulatoria, un regulador con la apertura de construir un entorno que permita la innovación, que busque competencia, que mejore las condiciones para los usuarios”.
La comunidad de internet global debería ser igualmente flexible y “pensar que el entorno de gobernabilidad, que esa visión multi stakeholder, que la lista de partes interesadas probablemente debería ser más amplia o deberíamos crear mejores mecanismos de comunicación e interlocución entre todos”, explicó el directivo.
Christian Oflaherty, vicepresidente regional para América Latina y el Caribe de Internet Society (Isoc), también reconoció que hay que participar en discusiones sobre la neutralidad de la red, para que las decisiones que tomen los gobiernos no afecten los principios.
Si un gobierno identifica un problema y quiere actuar, como comunidad técnica hay que reconocer el problema y participar. Cada sector tiene que ser consciente de los problemas que quiere resolver otro sector para, en una actitud constructiva, se puedan dar los diálogos.
“No se puede tener una definición de neutralidad que se sostenga con la evolución de internet, y eso complica mucho, porque lo que estamos discutiendo hoy como neutralidad es diferente a lo que discutíamos hace cinco años u ochos, cuando se empezó a discutir”.
Mejor que definir neutralidad, enfatizó, hay que ver cuáles son los principios que se deben mantener, al tratarse de un tema en constante movimiento, lo que exige una constante revisión para permitir la innovación y cambiar lo que sea necesario. “No discutamos la definición, sino cómo afecta a los usuarios, y tengamos siempre presente que la innovación necesita mucha flexibilidad”.
C$T-EVP