Su comercialización representa 7.0% del total de las ventas de la industria editorial: AMIPCI
En México la industria editorial impresa tiene una larga tradición de más de 300 años y goza de una salud estable, pues «sigue vendiendo muchísimos libros», pero con la llegada de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), su evolución migra hacia nuevos métodos de distribución y formatos como el denominado «e-book».
«La interacción del libro impreso con las TIC ha llevado a nuevas formas de compartir, de crear, de interactuar con los sectores. Actualmente los libros digitales apenas representan 7.0 por ciento de las ventas totales de esta industria, pero es importante resaltar que sólo tiene cinco o seis años su comercialización, precisó Mauricio Angulo, Vicepresidente de Educación y Cultura de la AMIPCI.
Entrevistado por Con$umoCuidado, explicó que México se encuentra en el tercer sitio en América Latina si de producción se habla; sin embargo, ostenta el primer lugar en el consumo de libros digitales, arriba incluso de mercados con gran volumen de lectores como Argentina, Brasil y Colombia.
EL libro impreso en México es una industria bien posicionada, con sus métodos de distribución como librerías, puntos de venta, y fieles seguidores, aunque prevalece el estigma de que el mexicano no le gusta leer (2.9 libros per cápita), pero una empresa alemana en abril pasado en la Feria Internacional del Libro publicó, que la gente en el país lee menos en papel pero más en digital.
Alfredo Reyes Kraf, presidente de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), destacó que el Digital Education Day 2015, organizado por esta asociación, tiene como propósito reunir la experiencia de los especialistas editoriales y del entorno digital para acercar el conocimiento, pero sobre todo, constituir un foro anual que ofrezca un importante aporte al ámbito educativo.
Queremos resaltar cómo evolucionó el conocimiento elitista y reservado para algunos, a la actividad vigente de aprender y tener conocimiento en forma abierta y masiva a través de libros electrónicos, es decir, cómo el libro digital cambió la forma de acercarse al conocimiento tanto en los procesos de educación formal, como en la capacitación, el entrenamiento profesional, así como el acercarse a las artes y la cultura.
Destacar cómo el libro electrónico y las publicaciones digitales, como vehículo educativo y cultural, es un elemento que toca a muchísima gente (formadores, maestros, líderes de opinión, filósofos) y que permite que las personas tengan voz y puedan transmitir sus ideas a otros, igual que como se hace en internet, pero de una forma mucho más contundente y más dirigida,
Mauricio Angulo habló de los esfuerzos que se han generado desde la asociación para darle un trato igualitario tanto al libro impreso como al digital, por las implicaciones que esto tiene en materia de derechos de autor, comercialización, seguridad y mercadotecnia, pero sobre todo que la gente tenga claro que el formato no importa, lo relevante es el contenido.
Aún se piensa que lo físico y lo virtual se contraponen, todavía muchas personas piensan que el libro electrónico es un enemigo del impreso, cuando en realidad son un complemento, «un libro es un libro al margen del formato, y un lector es un lector en cualquiera de esos dos esquemas, el reto es hacer que convivan y fomentar que más gente lea».
C$C-EVP