Imprescindible revisar estructura del pago de Derechos.
La colocación de 120 MHz en la banda 2.5 GHz representa un avance positivo y coloca a México en una posición de ventaja frente al resto de los países de América Latina, pues se acerca al 50 por ciento de los mil 300 MHz sugeridos por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), aunque también genera la necesidad de revisar la estructura del pago de Derechos de espectro, pues su precio actual podría interferir en el desarrollo futuro de las redes de quinta generación.
«Con los 120 MHz colocados de la banda 2.5 GHz México se coloca en el top tres de América Latina, pues estará rebasando los 580 MHz adjudicados, nivel muy positivo, pues pone al país en situación de avanzada y sin duda es una cifra mayor a los 222 MHz que se tenían disponibles antes de la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones de 2013», aseguró Jesús Romo, especialista de la firma consultora Telconomía.
Datos de 5G Americas, muestran que hasta el momento ninguno de los países de América Latina ha logrado alcanzar el 50 por ciento de los mil 300 MHz sugeridos por la UIT que en su informe ITU-R M.2078, estableció los requisitos de asignación de espectro para que las IMT-2000 y las IMT-Avanzadas (3G y 4G) funcionen de manera óptima.
«Sin embargo, pese al ruido que se generó con la Banda 2.5 GHZ; con la puesta en marcha de la Red Compartida, por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y las recientes licitaciones de espectro por parte del IFT, se ha logrado un avance. Ahora lo que sigue serán licitaciones para redes 5G donde se tendrán que licitar bandas de espectro mucho más altas de hasta 100 MHz.
Hay que considerar que la Licitación IFT-7, será probablemente la última para redes 4G, pues los futuros procesos estarán vinculados a colocar en el mercado espectro para el desarrollo de las bandas de Quinta Generación (5G), y estarán relacionadas con la banda de 600 MHz que ya está libre, la de 3.5GHz que tiene un impulso a nivel internacional muy importante y la de 28 GHz.
Respecto a la revisión de la estructura del pago de Derechos que los operadores deben erogar anualmente por espectro concesionado, el especialista detalló que en el valor de una licencia, el 83 por ciento es el costo que fija el poder legislativo, por eso el valor de este activo «es muy caro en México», pues lo que se obtiene de las subastas «los mentados guantes», solo representan 20 por ciento.
«El problema es que ese pago de derechos en el tiempo de la concesión, a 20 años, se va encareciendo pues el Congreso lo determina cada año en la Ley Federal de Derechos, donde decide si se pagará más o menos; eso es lo que altera el valor de la licencia a lo largo del tiempo».
De hecho en la Licitación IFT-7, el regulador estableció que el valor del «guante» solicitado por la licencia para la 2.5 GHz, es bajo comparado con licitaciones anteriores, pero derivado que ahora le exigirá a AT&T y a Telefónica obligaciones de cobertura, un elemento ausente anteriormente para no inhibir la inversión, se mezcla la recaudación fijada por el Congreso, más obligaciones de cobertura.
En México, la necesidad no es tanto que se revise el valor del espectro, sino la estructura de cómo se está tasando, porque actualmente el Congreso está fijando precios muy altos. Para ponerlo en contexto, indicó, en Argentina el año pasado se subastó espectro de banda 2.5 GHz y al comparar lo recaudado en ambos países, en el mercado doméstico se obtuvo el doble, medido en MHz por habitante, aunque la capacidad fue muy similar y aún más en México ni siquiera hubo competencia tal como para elevar el precio de salida.
«El reto es que en México ya no se puede estar tasando tan alto el precio del espectro porque las bandas que vienen (para desarrollar redes de quinta generación) se requerirán cientos de MHz, es decir, bloques agregados arriba de 500 o 600 MHz, dependiendo de la banda en proceso de licitación, si prevalece el mismo criterio, van a salir unas bandas carísimas».
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Sobre lo que resta saber de la adjudicación de la 2.5 GHz, es cómo van a responder los operadores a las obligaciones de cobertura que les fueron impuestas, conocer los poblados que tendrá que cubrir, si van a recurrir a servicios de roming entre ellos; es decir, conocer las estrategias que pondrán en marcha para que esta licitación tenga un mayor impacto social y sobre todo en un momento en que el despliegue de la Red Compartida aún no tiene un avance sustancial, algo vital para tener presencia en lugares donde no hay cobertura.
Jesús Romo indicó que como se anticipó, el proceso de Licitación IFT-7 fue rápido, el cual se logró concretar en al menos cuatro horas, por lo que ahora resta conocer cuál de los dos operadores fue el que se logró adjudicar el mayor volumen de espectro y como quedó la asignación de los seis bloques de 20 MHz que jugaron en la subasta, «ahí falta ver si no hay sorpresas».
C$T-EVP