Las necesidades de conectividad en el mercado mexicano registraron cambios importantes durante el último lustro, cuando el uso de la Banda Ancha Fija (BAF), y de la Banda Ancha Móvil (BAM) observaron tasas de crecimiento notables, de 48.8 y 38.5 por ciento respectivamente, resultado de una gran demanda durante la pandemia y de la reanudación de espacios laborales y educativos, concluído el periodo de confinamiento.
Así se tiene que en el periodo 2017-2021 el número de usuarios de BAF sumó 24.1 millones de accesos, mientras que en BAM, se completaron los 105.8 millones de usuarios, aunque en este último caso, entre el primer trimestre del 2020 (1T20) y el segundo trimestre del mismo año (2T20), se observó un descenso al pasar de 97.2 a 96.3 millones, dinámica de crecimiento que logró recuperarse hacia los futuros trimestres.
“En los últimos cinco años, se puede observar un crecimiento importante en el uso de la BAF y la BAM, sin que una sustituya a la otra, sin embargo, en el periodo 2017-2021 el crecimiento de la BAF fue mucho más dinámico… y aunque se tenga un número de usuarios de BAM mayor (105.8 millones), al número de accesos (24.1 millones) la conexión fija ha tenido un crecimiento mucho más acelerado”, precisó Samuel Bautista, analista de The Competitive Intelligence Unit (CIU).
En su análisis más reciente, la consultora destacó que sólo durante el 4T18 contra el 4T19 la demanda de la BAM creció por arriba de lo registrado en BAF, al observarse tasas de crecimiento del 11 y 5.9 por ciento, en cada caso, dinámica que cambió sustancialmente en el primer año de la pandemia, cuando la BAF creció 13.1 por ciento, contra la BAM que sólo lo hizo en 5.1 por ciento.
“Aprendimos en la pandemia que el smartphone dejó de ser sólo para salir a la calle, hablar y navegar, para convertirse en un dispositivo inteligente que ahora puede prender las luces en casa, escuchar la radio, ver video, trabajar y estudiar y por eso le invertimos mucho más al equipo, antes al entrar a casa el celular se dejaba junto a las llaves, ahora lo traemos todo el día y estámos más en casa”, destacó Ernesto Piedras Feria director general de The CIU.
De acuerdo con Samuel Bautista, durante el primer año de la pandemia la tasa anual de crecimiento de accesos de BAF, fue 2.6 veces mayor a lo observado en el crecimiento de usuarios de la BAM. Además para el segundo año de pandemia (2021) el crecimiento acelerado de la BAF se mantuvo sostenido.
“Se espera aceleración sostenida de la BAF, hacia los próximos años, por la prevalencia de sistemas híbridos de trabajo y educación, así como por la reanudación de servicios BAF -de los espacios WiFi por ejemplo-, así como de los espacios laborales y educativos que retomaran su dinámica habitual”, destaca el especialista.
Esta dinámica, explicó, está sustentada principalmente por la proliferación de smartphones, dispositivos que ya se encuentran en manos del 96 por ciento de la población mexicana, y que les permite tener un acceso tanto a la BAF como a la BAM.
Los usuarios, con base en nuevas necesidades de uso y conectividad, buscan dispositivos inteligentes con mayor tecnología y mayores capacidades, es decir, migrar a categorías de media gama, en 63 por ciento de los casos; y 14.7 por ciento de los usuarios tener uno de gama alta y ahora contrario a lo que se veía apenas tres años atrás, sólo un 22.3 por ciento de los usuarios mantener un uso de dispositivos de gama baja.
Rolando Alamilla, gerente de Investigación de Mercado de The CIU, recordó que en México 82.4 por ciento de los usuarios tienen un esquema de prepago, modalidad que registra un ARPU (Ingresos Promedio Por Usuario) de sólo 95 pesos.
Sin embargo, el mercado no ofrece alguna oferta comercial que por esa cantidad permita a los usuarios estar conectados los 30 días de cada mes, por lo que para explotar todas las capacidad del smartphone y estar permanentemente conectados usan la red WiFi de casa, o del trabajo, lo que explica también la dinámica de crecimiento de la BAF, sobre la BAM.
Bautista destacó que el smartphone, durante la pandemia se convirtió en el dispositivo idóneo para estudiar en casa, pues de acuerdo con la encuesta eCOVID del INEGI, en la mayor parte de los niveles educativos en México, la población utilizó su dispositivo inteligente para estas tareas, utilizando tanto BAF como BAM, pues no son excluyentes y por el contrario para el internauta son complementarias ambas tecnologías.
El estudio, también permitió detectar que el consumo promedio de datos en smartphones es de 49 GB, siendo el 89 por ciento de estos a través de redes WiFi y sólo 11 por ciento mediante BAM, es decir, redes móviles.
El consumo de contenidos audiovisuales explica en gran medida el porqué de la preferencia de los usuarios de estar más en redes de BAF; estudios del IFT, indican que 88 por ciento de personas consumen contenidos en línea (9 puntos porcentuales más que lo reportado en el 2016).
C$T-GM