Contrario a lo que señala una parte de la industria, los grandes operadores de telecomunicaciones no son los únicos actores que invierten en infraestructura de internet, pues en la última década las plataformas de aplicaciones y contenido han destinado a nivel global más de 883 mil millones de dólares en cables submarinos, centros de datos y redes de distribución de contenido.
“Hay diversos estudios que muestran que los grandes generadores de tráfico también aportan muchísimo a la infraestructura digital. No es cierto que sólo los grandes operadores de telecomunicaciones invierten en infraestructura de Internet”, sostuvo Mercedes Aramendía, directora ejecutiva de la Alianza por una Internet Abierta en América Latina y el Caribe (AIA-LAC).
En entrevista con ConsumoTIC, la integrante de la alianza formada por empresas como Meta, Google, Amazon, LAC-ISP, Mercado Libre, TikTok, entre otras, enfatizó que si bien la discusión regional sobre “fair share” o “participación justa” no es nueva, conviene ampliar el análisis a partir de la evidencia y datos duros sobre el impacto en términos de costos, innovación y diversidad que generaría la aplicación de este tipo de mecanismos.
“Desde hace más de una década se planteó por parte de algunos actores del ecosistema y no ha avanzado dado que siempre se termina demostrando que no hay una falla en el mercado que justifique una intervención regulatoria”.
De hecho, recordó que en el año 2022 el tema cobró fuerza en la Unión Europea en el contexto de varias consultas públicas y donde BEREC, la entidad que representa a los organismos reguladores de las telecomunicaciones, no encontró evidencia que justifique una intervención regulatoria.
Un año después, en 2023, Brasil realizó también algunas consultas públicas e incluso el mercado conoció un proyecto de ley para prohibir el fair share, derivado de lo cual nació la Alianza por la Internet Abierta que dirige Alessandro Molón y que en la actualidad se coloca como una pieza clave en las conversaciones con diversos actores del ecosistema, así como fuente de estudios e información.
“También es sumamente importante destacar la importancia que tienen las plataformas y los generadores de contenido en las economías. Tienen un impacto brutal, tanto de forma directa como indirecta, sobre todo en las inversiones, en la innovación, así como también la generación de puestos de trabajo de calidad”.
Tan es así que en 2023, una plataforma de contenidos y aplicaciones aportó más de 15 mil millones de dólares, sólo a la economía mexicana; mientras que en Colombia, la nube pública podría generar más de 24.8 mil millones de dólares y 2.1 millones de empleos, en el periodo 2023-2028.
“Algo importante de destacar es que con todo el desarrollo tecnológico, cada vez es más posible realizar un manejo del tráfico eficiente e inteligente, lo que facilita que éste se pueda optimizar para llegar al usuario de la mejor forma, alivianando la carga en las redes de los operadores”.
En este escenario, vale recordar cómo a lo largo de su historia, internet ha mantenido su espíritu libre, gracias a los múltiples acuerdos que se celebran entre los diversos actores del ecosistema como los operadores telecom y plataformas OTT, para por ejemplo, optimizar la entrega de videos en las redes móviles y de esa forma reducir el tráfico y mejorar la eficiencia de la red.
“Ejemplos hay y creo que ese es el camino por el cual tenemos que transitar, que es el de los acuerdos entre los diversos actores. Todos tienen un rol sumamente importante en todo lo que es el ecosistema”.
En México, la discusión se avivó tras las declaraciones de Carlos Slim, dueño de América Móvil, en torno al cobro que en su opinión se debe realizar a plataformas de contenido como Youtube y Netflix, por el uso de las redes de telecomunicaciones.
Desde la perspectiva de Mercedes Aramendía, más allá de que no hay un fundamento para una intervención regulatoria mediante mecanismos como el fair share, es importante poner el foco sobre los riesgos y afectaciones que éstos pueden generar en las economías en términos de innovación, inversiones y acceso a servicios digitales.
“Actualmente cuando los usuarios contratamos acceso a internet es para poder acceder a un determinado contenido en general o para acceder a utilizar una determinada aplicación que nos brinda un determinado servicio digital y para poder usar esos servicios de internet que generan el tráfico, pagamos un paquete, contratamos un servicio, entonces el hecho de establecer además otro pago por el tráfico que se genera, en realidad estaría generando un doble cobro por el mismo servicio, lo cual sería claramente injusto”.
C$T-GM