En la agenda legislativa de este año, indudablemente debe marcarse como una prioridad hacer frente a la extorsión telefónica pero sin poner en riesgo los datos biométricos de la ciudadanía, sino echando mano de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) que permitiría detectar números con actividad inusual o sospechosa.
“Es necesario resolver el tema de la extorsión telefónica, creo que es un pendiente que podríamos resolver. Hay que platicarlo, pero no como lo había planteado el gobierno federal pidiéndole sus datos biométricos a las personas y volverlas vulnerables. Hay otras alternativas y eso para mi es un tema interesante de entrarle este año”, expuso Xóchitl Gálvez, senadora de la República.
El expertise de la industria móvil en materia tecnológica, apuntó, es una condición que México podría aprovechar para enfrentar un delito que sólo entre enero y agosto de 2021 generó más de 5 mil 700 reportes, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
La extorsión es un grave fenómeno en el país, agudizado por una débil cultura de la denuncia, pues más del 30 por ciento de los casos no son reportados debido a que las víctimas desconfían de las autoridades o porque tienen la percepción de que los delincuentes saldrán impunes.
“Me parece que con cierta información de parte de las telefónicas, con su expertise, con tecnología como Inteligencia Artificial, podríamos detectar esos números telefónicos que se hacen llamadas de manera consecutiva, aquellos teléfonos a los que se les cambie el chip de manera permanente”, asegura la legisladora.
Para Xóchitl Gálvez, el problema debe enfrentarse con tecnología pero también con sentido común, pues es claro que un usuario que usa el servicio de telefonía móvil para realizar actividades lícitas, no tiene motivo para cambiar el chip a su dispositivo dos o tres veces al día.
“Todos esos teléfonos deberían empezar a ser sospechosos, y podríamos empezar a aplicar ciertos códigos de seguridad, como en una cuenta bancaria cuando llegan depósitos atípicos y se congela la cuenta. Un manejo atípico podría llevar a congelar la línea automáticamente, aplicando ciertos algoritmos y ciertos procesos, pero no obligando a la gente a dar sus datos biométricos”.
En 2021, la creación del Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (PANAUT) fue motivo de controversia por sus implicaciones sociales al condicionar la posesión de una línea telefónica a la entrega de datos biométricos personales.
En la actualidad, este registro se encuentra prácticamente congelado tras decisiones como la que tomó la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) al confirmar la suspensión otorgada al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) respecto a la obligación de instalarlo y operarlo.
“La extorsión telefónica es un pendiente de seguridad que sí tenemos que abordar y tenemos que resolver de una manera distinta a la que había planteado la Secretaría de Seguridad Pública, es decir, usando la tecnología”.
C$T-GM