Además de excesiva e inconsistente, la reglamentación a nivel municipal en materia de infraestructura, carece de la homologación necesaria, por lo que las empresas conocidas en el sector como “torreras”, tienen que hacer un trabajo muy fino en cada demarcación, que incluye “evangelizar” a funcionarios que a veces ni siquiera están encargados de temas relacionados con las telecomunicaciones, porque las estructuras locales no lo contemplan.
Este panorama, que se comparte en varios países de América Latina, es una de las más grandes barreras para la adopción de tecnologías, al que se debe agregar en México el alto costo del espectro radioeléctrico, lo que significa serias dificultades para ampliar la cobertura.
Al participar en la mesa titulada “Nuevas alianzas en el ecosistema digital para el despliegue de infraestructura” en el foro CLTD 2023, Ana Claudina García, vicepresidenta de Asuntos Públicos, Sustentabilidad y Comunicaciones de American Tower, refirió que no todos los municipios tienen personal especializado en materia de telecomunicaciones y por lo tanto, el primer trabajo que se debe realizar es “evangelizar” a esas personas, para convencerlas de que el despliegue de tecnología es benéfico para las localidades.
Una vez que se ha logrado el despliegue, otra de las dificultades importantes son las inconsistencias en los pagos, pues cada municipio los fija y no hay estándares generales, por lo cual en algunos lugares puede resultar en precios competitivos y en otros enfrentar costos excesivos.
De ahí que las empresas de toda la cadena del sector deban trabajar conjuntamente con reguladores y autoridades municipales para vencer estas complejidades que, reconoció, son similares en varios países de la región. Desde luego, el diálogo entre empresas es uno de los caminos más prácticos que se pueden recorrer para hacer viables las inversiones.
Además, es importante cerrar las brechas digitales, mediante un trabajo específico para desarrollar las habilidades de las personas y con ello cerrar la brecha de uso, pues de nada servirá que se haga el esfuerzo de colocar la infraestructura, si la gente no sabe cómo o para qué usar el internet.
Juan José Haro, director de Negocio Mayorista y Asuntos Públicos de Telefónica, destacó que sin duda, el principal reto es el costo del espectro y en cuanto a las barreras, lo es la reglamentación municipal, cuya fragmentación y multiplicidad de disposiciones complican mucho homogeneizar los procedimientos.
En ese sentido, “si el costo es tan alto, lo mejor será la compartición de redes y espectro, lo cual será esencial para asegurar el futuro de 5G en América Latina”, tal como lo hizo Telefónica, que decidió contratar los servicios mayoristas de la red de AT&T, para seguir prestando servicios telecom, a un costo más eficiente para ambas empresas y “apagar nuestra red”.
Por ello, reiteró la recomendación de “generar alianzas” entre las empresas, pues ante el escenario de un costo tan alto del espectro y las complicaciones de la reglamentación a nivel local, la mejor opción es buscar las opciones que convengan a las partes.
En el mismo sentido, Nicolás Silva Cortés, director ejecutivo de la Comisión de Regulación de Comunicaciones de Colombia, afirmó que en su país también las barreras municipales constituyen un reto enorme y por eso, el enfoque se ha propuesto que el regulador intervenga dando asesoría técnica mientras las empresas llegan a los acuerdos necesarios con las municipalidades.
De hecho, se ha buscado trabajar con los municipios para ir salvando estas dificultades y en los últimos cuatro años, se ha logrado que el 70 por ciento de los municipios disminuyeran o eliminaran completamente las berraras reglamentarias que atrasaban el despliegue, sin olvidar que incluso ciudades que son capitales de una entidad federativa, tenían normas que impedían o dificultaban mucho la instalación de tecnología.
En su oportunidad, Emmanuel Romero responsable comercial para México, Centroamérica y el Caribe de HISPASAT, reconoció que ese tipo de barreras en niveles “muy locales”, sí llegan a ser un problema para el despliegue de infraestructura en algunos sitios, pero precisamente el servicio vía satélite, puede llegar a ser una solución.
Tan es así, que CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos, está trabajando con HISPASAT, lo mismo que la empresa estatal Altan, justamente para llevar servicios ahí donde no existe la infraestructura y las empresas no tienen incentivos económicos para el despliegue, porque resulta incosteable.
C$T-GM