Los altos costos asociados al uso del espectro es uno de los factores que podrían generar un retraso de hasta dos años en el ritmo de despliegue de redes 5G en México, respecto de lo que se está haciendo en otras naciones de América Latina, advirtió Pau Castells, director de Análisis Económico de GSMA Intelligence.
El caso de México es único en el mundo, pues mientras se observa que cada tres años los usuarios duplican el número de datos que consumen, con el consecuente incremento en la necesidad de espectro, en este país hay menos espectro que hace dos años. “No conozco ningún otro caso en el mundo que tenga menos espectro para internet móvil hoy, que hace dos años”.
“Todavía estamos a tiempo de corregir la situación, pero se requerirá de decisiones políticas importantes; hay que hacer una reforma muy fuerte y esto va a ser complejo, porque exige reunir el capital político para hacerlo”, precisò el directivo.
En entrevista con Consumo TIC, anticipó que en América Latina se estima que hacia finales de 2024, el número de conexiones 5G supere a las de 2G, y a partir de ahí, siga ganando terreno a las conexiones 3G y 4G, y para finales de la presente década, alrededor del 60 por ciento de las conexiones en la región sean de la nueva tecnología en coexistencia con la cuarta generación, “la cual seguirá siendo importante durante algún tiempo”.
Ello, hasta que el ciclo natural implique el cambio tecnológico, de la mano de la disponibilidad de aparatos con la capacidad necesaria para la tecnología de Quinta Generación (5G), que entre otros elementos, provee velocidades mucho más altas y niveles de latencia, realmente bajos.
Pau Castells insistió en que México todavía está a tiempo de corregir la situación, pero mientras el costo del espectro siga siendo motivo de una decisión del Congreso y no esté relacionado con las condiciones reales del mercado (como ocurre en otros países de la región, destacadamente Brasil y Chile, que registran avances importantes), se podría observar un atraso de hasta dos años en la velocidad del despliegue, en comparación con otras naciones de la región.
Aunque en México, operadores como Telcel, AT&T y Telefónica ya tienen habilitadas redes de quinta generación, de persistir la barrera que representan los altos costos del espectro, la velocidad del despliegue en este mercado será menor que en otros países, lo cual perjudicará a la competencia económica en una tecnología con gran potencial, no sólo para los usuarios finales, sino para incrementar la productividad de todo tipo de empresas.
Además de la barrera fundamental que significa el costo del espectro, también se identifican otras como las reglamentaciones municipales complejas y que tardan mucho tiempo en otorgar permisos para establecer antenas para otorgar el servicio.
Además, a nivel regional se observa con preocupación cómo algunos países han establecido impuestos adicionales a internet, lo cual es completamente regresivo si se quiere una inclusión digital que propicie mayor acceso al trabajo, la educación y los servicios médicos, por mencionar algunos. Se trata de impuestos que agravan la brecha digital en las poblaciones más desfavorecidas.
Respecto a los costos de los dispositivos móviles que tengan capacidad para trabajar con 5G, anticipó que la curva de adopción seguirá más o menos el modelo que se ha observado con otras tecnologías, donde suele observarse que los primeros aparatos son de gama alta y conforme crece la adopción de la tecnología, se ofrecen aparatos en el segmento medio o bajo.
De hecho, en Estados Unidos y Europa, donde 5G ya es una realidad desde hace algunos años, ya existen en el mercado dispositivos de gamas media y baja, situación que se presume ocurrirá también en nuestra región, conforme avance la adopción tecnológica, en una curva donde la quinta generación se convierta cada vez más en una necesidad para todos.
Además, Pau Castells destacó que si bien la tecnología de 5G permitirá a los usuarios finales contar con mayores aplicaciones y paquetes que diseñarán de manera personal conforme a sus necesidades y las opciones disponibles, su potencial más importante parece estar en los servicios que las empresas de telecomunicaciones puedan prestar a otras empresas (business to business), donde habrá un potencial enorme para aumentar la productividad de las compañías de todo tipo.
En todo caso, el desafío serán los esquemas de monetización que logren las compañías, donde seguramente se verá un juego de ensayo y error directamente relacionado con las condiciones de cada mercado.
Lo importante, dijo, es que existe claramente el interés de los usuarios por cambiarse a esta tecnología, pues de acuerdo a una encuesta que realizó GSMA, dos de cada tres latinoamericanos están dispuestos a cambiarse a 5G, mientras que en otro ejercicio de evaluación realizado entre empresas, se observó que el interés en nuevas aplicaciones y servicios que se están planteando a partir de las capacidades que ofrecerá esta tecnología, no es muy diferente a lo que se observa en Estados Unidos.
Finalmente, anticipó que en unas tres o cuatro semanas, se dará a conocer el estudio “5G en América Latina” elaborado por GSMA donde se dará cuenta de cómo se encuentra la situación en la región y en cada uno de los países en particular.
C$T-GM