Lejos de reflejar una reducción real del costo del espectro en México, el comparativo que hizo la Comisión Reguladora de Telecomunicaciones (CRT) es un intento de distorsión de una realidad manifiesta desde hace varias décadas: este recurso es caro en el mercado doméstico, los operadores devuelven frecuencias, la recuperación cae, y las nuevas licitaciones no tienen atractivo.
“El análisis de la CRT que pretende parecer bienintencionado y fidedigno sobre el costo del espectro no captura la realidad estructural del régimen fiscal: México no tiene el espectro más barato, sino uno de los más caros por su uso efectivo, como lo ha documentado históricamente la GSMA, la OCDE, el extinto IFT y diversos analistas y académicos del sector”, sostuvo Gonzalo Rojón, analista de la consultora The CIU.
El pasado 30 de octubre, la Comisión hizo pública una Nota Metodológica que concluye que el costo del espectro radioeléctrico en México se ubica 7.0 por ciento por debajo del promedio internacional. Sin embargo, el especialista expuso que los datos desagregados revelan otra historia.
En las bandas más utilizadas para 4G y 5G, como son los casos de la AWS y 2.5 GHz, el costo por MHz-población anual llega a superar más del 90 por ciento del benchmark internacional, incluso la de 3.5 GHz llega a registrar un sobreprecio al comparar con la mediana.
“Este sobreprecio se ha convertido en una presión financiera para los operadores, que enfrentan cargas fiscales elevadas en un contexto de márgenes reducidos y necesidad de expansión de red”.
Y es que, apuntó, uno de los efectos adversos de este régimen supuestamente más barato del espectro es la devolución de frecuencias por parte de los operadores (Movistar en su totalidad y AT&T parcialmente).
Asimismo, la recaudación fiscal ha caído -de 19 mil 980 millones de pesos en 2019 a 16 mil 776 millones de pesos en 2024-, y el incentivo a participar en licitaciones, como la IFT-10 de 2021, es inexistente.
Es por ello que el especialista sostiene que lejos de ser un instrumento de promoción sectorial, el régimen actual de derechos anuales ha erosionado la base fiscal, desalentado la tenencia de espectro y frenado la inversión.
“El boletín de la CRT no refiere lo que la industria en su conjunto ha alzado la voz en días recientes que señala que, de mantener las tarifas actuales, no habrá si no escasamente un agente, el preponderante en telecomunicaciones, el que podrá mantener su espectro, y se desconoce si irá por más, bajo los niveles actuales”.
Gonzalo Rojón dijo coincidir con el especialista José Otero, que en una columna reciente aseguró que la muestra internacional empleada por la CRT es heterogénea, sesgada y poco transparente, pues mezcla países con regiones, anchos de banda, duración de licencias y obligaciones de cobertura distintas.
Además, algunos valores comparados se basan en pagos únicos contra valores presentes netos (VPN) del costo total, mientras que en algunos casos se contabiliza el “guante” y los pagos anuales, lo que no permite equivalencia económica real.
Para el analista de The CIU, “un boletín apuntando lo contrario no va a cambiar la realidad manifiesta desde hace varias décadas en México. En suma, no importa si se compara con la media o la mediana, ni qué muestra se elige: el espectro en México sigue siendo caro. Los operadores devuelven frecuencias, la recaudación cae, y las nuevas licitaciones no tienen atractivo”.
Expuso que sin una profunda revisión del régimen fiscal, con una estrategia dual de reducción nominal de los derechos anuales y descuentos por inversiones, el país continuará perdiendo no sólo recursos fiscales, sino oportunidades de alcanzar una plena transformación digital, abandonar el rezago tecnológico y de cerrar la persistente brecha de conectividad.
C$T-GM






































