Ante los profundos cambios sociales, económicos y culturales que conlleva el fenómeno de la digitalización a nivel mundial, un país como México no puede darse el lujo de dejar a nadie atrás, por lo que las acciones que hoy se tomen serán determinantes para crear un futuro de mayores oportunidades en un entorno que cambia día a día.
¿Qué hemos hecho como nación, hacia dónde vamos y cuáles son los desafíos que enfrentamos?
De esto conversamos con Daniel Ríos Villa, vicepresidente nacional de Telecomunicaciones de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti).
ConsumoTIC. Como vicepresidente de Telecomunicaciones de la CANIETI, ¿cuáles son los temas que se discutieron en el foro Telecomunicaciones para la inclusión: ¿Puede la conectividad reducir la pobreza y la desigualdad? que organizó el diputado Víctor Pérez, y que consideras que enriquecen más a la conversación sobre el desafío social, económico y digital que enfrentamos en México?
Daniel Ríos. Cuando la CANIETI recibió la invitación para participar en este foro nos pareció una gran iniciativa por parte del Dip. Víctor Pérez. En la Cámara hemos destacado el poder transformador de la conectividad para reducir brechas sociales; la tecnología ha demostrado ser la mejor aliada para la inclusión: mujeres, hombres, personas mayores, personas con discapacidad, población indígena… nadie debe quedarse fuera. Están demostrados los incrementos en productividad y bienestar social de la banda ancha; estar conectado mejora indicadores de ingresos, educación y hasta esperanza de vida. Celebramos el diálogo sostenido ayer durante el foro del que formamos parte actores públicos, privados, la sociedad civil e importantes organismos internacionales de la talla de la UNESCO y la OCDE.
ConsumoTIC. En muchas ocasiones se ha hablado de los retos de la inclusión pero sin duda, hoy el panorama es aún más complejo ante la acelerada digitalización que se vive, ¿cuáles consideras que son los principales retos que enfrentamos como país para sumar a más personas al ecosistema digital?
Daniel Ríos. Tras más de dos años de pandemia hemos observado un incremento en las desigualdades a nivel mundial; este tipo de crisis acentúan nuestras vulnerabilidades como sociedad impactando más a los que menos tienen. Por ello, ahora más que nunca, debemos poner la conectividad y la tecnología al servicio de la inclusión, la igualdad y los derechos humanos, y apoyar a la recuperación de millones de personas impactadas por la pandemia.
De acuerdo con CEPAL, la pandemia sumó a casi 30 millones de personas a la pobreza en América Latina y nos costó casi 3.5 por ciento del PIB en México. Desde la Cámara consideramos que la brecha digital es un problema multifactorial que debe atenderse desde varias aristas.
En mi opinión, se pueden identificar dos tipos de retos: aquellos relacionados con expandir la oferta de conectividad y los retos asociados con estimular la demanda de servicios, en los que se incluye el desarrollo de habilidades digitales. El primero requiere de un marco legal, regulatorio y fiscal que permita optimizar las inversiones, tanto públicas como privadas, y facilite la innovación.
Actualmente, la industria enfrenta barreras que encarecen y dificultan el despliegue de infraestructura complicando la expansión de servicios para los que menos tienen tales como la existencia de impuestos especiales, falta de armonización de legislación y normas estatales y municipales.
Para la industria móvil, el elevado costo del espectro ha frenado la inclusión digital, las frecuencias radioeléctricas son el insumo esencial que habilita la posibilidad de utilizar los servicios y las aplicaciones que hacen nuestra vida más fácil y productiva; sin embargo, en nuestro país los objetivos de conectividad han sido superados por los de recaudación.
Desde mi punto de vista, abatir la brecha de demanda requiere de estímulos a la población de menores ingresos, pues incluso en países desarrollados como Estados Unidos, se invertirán alrededor de 17 mil millones de dólares en los próximos cinco años, en descuentos al costo de teléfonos inteligentes, acceso a internet y desarrollo de habilidades digitales (Affordable Connectivity Program).
Sin duda, impulsar la competencia y la desconcentración del mercado son las maneras más efectivas de atajar la brecha de asequibilidad (tras la Reforma de Telecomunicaciones de 2013, la caída de precios en los servicios permitió a más de 56 millones de personas conectarse con un mayor impacto en las personas de los menores deciles de ingresos).
Según la última ENDUTIH, alrededor de 20 millones de mexicanos están desconectados porque no saben utilizar el internet; las empresas que formamos parte de CANIETI estamos trabajando duro para reducir esta brecha de uso mediante la promoción de herramientas de educación en línea, carreras STEM y la difusión de los derechos digitales de niñas, niños y adultos.
ConsumoTIC. El espectro radioeléctrico fue uno de los temas más mencionados por los distintos panelistas en el foro. La OCDE, en voz de Alexia Lee González, analista de Políticas de Telecomunicaciones dijo que aunque México tiene procesos de licitación para colocar el espectro se distingue por un esquema que suma al pago de la contraprestación, más costos en materia de derechos por el uso del espectro. El IFT hizo público que se reunió con representantes de AT&T México para abordar este tema, incluso vimos que el tema se retomó en algunos medios. En tu carácter de Vicepresidente Adjunto de esta empresa, ¿qué nos puedes comentar al respecto?
Daniel Ríos. Como lo comentas, hace unos días tuvimos la oportunidad de entrevistarnos con el IFT para plantear nuestras preocupaciones en torno a las implicaciones del alto costo de las frecuencias radioeléctricas. El costo del espectro, es decir, el “ticket de entrada” para un operador móvil, es cinco veces mayor en México que en Alemania y 10 veces más alto que en Brasil. Aunque el espectro es caro en términos absolutos, es más caro en términos relativos representando en proporción un costo casi cuatro veces mayor para los operadores de menor escala que para el operador más grande. En el Instituto han sido siempre muy receptivos a la problemática y un ejemplo de esto es la última licitación en la que quedaron desiertos 38 de 41 lotes con consecuencias negativas para la conectividad y la recaudación.
Sobre lo que han publicado en medios algunos columnistas del sector, te puedo decir que desconocemos el origen de dichas manifestaciones y desde luego no compartimos en forma alguna las descalificaciones personales. Nuestras conversaciones con el IFT siempre se han celebrado con el mayor respeto y apertura al diálogo.
ConsumoTIC. En el foro se dijo que México está nuevamente en un punto de inflexión, ¿por dónde avanzar, qué debe seguir?
Daniel Ríos. Ante el incremento en las desigualdades en ingresos, educación y salud a nivel global, hay un llamado de urgencia, pero sobre todo un llamado a la acción de poner la política de conectividad en el centro de nuestra política social, económica, fiscal y de competencia. Si elegimos el camino de la conectividad, podemos generar en México una revolución social y económica sin precedentes. Esta Legislatura tiene una oportunidad dorada de dejar un importante legado para conectar a los más de 30 millones de personas desconectadas en este país reduciendo los costos de los derechos de espectro y eliminando las barreras que obstaculizan el despliegue de infraestructura y la prestación de los servicios.
C$T-GM