Aunque se obtuvieron cifras positivas en el sector de Telecomunicaciones al cierre del 2021, se considera todavía como una recuperación “parcial” frente a la fuerte caída registrada en 2020 por la pandemia, y este año la industria podría verse impactada por una «doble capa de incertidumbre» derivada de la pandemia, a lo que se suma ahora el conflicto bélico Rusia-Ucrania que podría afectar la fabricación de semiconductores.
Carlos Hernández, director de Análisis de The Competitive Intelligence Unit(CIU) destacó que este año arrancó con condiciones más adversas a lo esperado, bajo una ola de fuerte contagio de la variante Ómicron, que afectó a todo el mundo con una desaceleración económica, además de una alta inflación generalizada en el mercado global, por rupturas de cadenas de producción y por la alza de precios de los alimentos a nivel mundial.
China y Estados Unidos muestran una importante afectación, por lo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustó a la baja su pronóstico de crecimiento mundial a 4.4 por ciento y 3.8 para el próximo año, lo que representa un ajuste de 0.5 y de 0.2 por ciento, respecto a la expectativa planteada en octubre de 2021.
«El FMI prevé que la inflación elevada continuará más de lo contemplado, así como cortes en las cadenas de suministro además de los altos precios de la energía que persistirán en 2022», detalló.
Así, mientras la economía mexicana creció 4.8 por ciento en el 2021, el sector telecomunicaciones alcanzó una tasa de crecimiento del 6.0 por ciento, tras generar ingresos por 527 mil millones de pesos, impulsado principalmente por el segmento de TV de paga, que despegó 8.5 por ciento; seguido del móvil, con 5.9 por ciento y el fijo, con sólo 3.3 por ciento.
En términos anuales, al cierre del 2021, se observaron incrementos en los segmentos móvil, fijo y de televisión por 16.9 mil millones de pesos, 3.2 mil millones de pesos, y 9.8 mil millones de pesos, respectivamente, destaca el reporte del Sector de Telecomunicaciones en México. Resultados 2021 y Proyecciones al Cierre del 2022, de la consultora The Competitive Intelligence Unit (CIU).
Para 2022 se espera que Telecomunicaciones crezca entre un rango negativo de sólo 3.4 por ciento, hasta un rango positivo de 6.6 por ciento; se prevé una afectación ante diversos factores tanto de la economía nacional como del panorama internacional que influirán en su recuperación, tales como la inflación generalizada o la fluctuación en la variable “más sensible”, que es el tipo de cambio.
“En el 2019 ya teníamos números rojos, ya la macroeconomía había caído 0.3 puntos porcentuales; luego, en el 2020 caemos más del 8.0 por ciento y se han hecho proyecciones que se desinflan… pero no hemos alcanzado a recuperar esos casi 9.0 puntos perdidos entre 2019 y el 2020… por lo que sería más adecuado llamarle (al 2021) recuperación parcial”, acotó Ernesto Piedras, director de The CIU.
En la presentación del reporte también se destacó que el conflicto entre Rusia y Ucrania podría afectar el mercado de semiconductores, dado que estos países son de los mayores exportadores de metales como cobre, aluminio y níquel, elementos esenciales para la producción de dispositivos electrónicos, entre ellos los smartphones.
Y aunque los especialistas de The CIU reconocen que es prematuro dimensionar el efecto que tendrá tal suceso, sin duda se esperan repercusiones pero de naturaleza diferente a la crisis de la pandemia, que podrían derivar, por ejemplo, en una carencia de insumos críticos.
“Tenemos que monitorear, ¿Va a afectar? sí, en una naturaleza diferente. La pandemia nos cerró fronteras, se rompió la cadena productiva, aquí sería carencia de insumos críticos aunque el resto de la cadena pudiera seguir operando, pero no puedes vender un smartphone al 85 por ciento”.
La dinámica de crecimiento para el presente año en el sector estará determinado por la magnitud de las inversiones que ejercerá esta industria, particularmente los operadores de tv de paga que buscarán ampliarse tecnológicamente, tener redes de mayor generación, así como por los flujos de capital que exigirá el despliegue de redes de quinta generación.
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